BUENOS AIRES (NA). Un hermano de Priscila Leguiza, la nena de siete años asesinada a golpes en Berazategui, le dijo a su padre que fue amenazado por su padrastro con un arma de fuego para que no cuente detalles del crimen. Pablo Torrada, abogado de la familia de la niña, indicó ayer que pidió una Cámara Gesell para que el chico, de doce años, ratifique lo dicho a su padre ante la Justicia.La Cámara Gesell consta de dos habitaciones separadas por un vidrio de visión unilateral y con sistema de audio, para que los niños no se vean perturbados ni intimidados. Por otro lado, Torrada señaló que se realizará una presentación ante la Justicia para pedir que se investigue al líder espiritual del grupo religioso “Ejército de Dios”, de apellido Lescano, por presunto encubrimiento. Según el letrado, “este señor que se hace llamar pastor reconoció que sabía que la nena había muerto y llegó a ver el cuerpo cubierto por una frazada, pero no hizo la denuncia policial”. No obstante, el abogado descartó que existan elementos para pensar en que el grupo al que pertenece Lescano haya tenido algún tipo de papel en el desencadenante del crimen, pese a que lideraba un grupo de autoayuda al que asistía la mamá de Priscila, Silvia Lafuente, sospechosa de ser la autora material del crimen. “No tenemos ninguna evidencia de la participación de una secta, ni que haya ningún reto satánico. Esto es una buena chicana para la defensa y un buen título periodístico”, sostuvo. Según los elementos recolectados hasta el momento, Priscila, de siete años, fue asesinada a golpes por su madre, quien junto a su pareja luego quemó el cuerpo sobre una parrilla, pero como no pudo ser consumido por el fuego, lo trasladaron en un cochecito hasta el arroyo “Las Conchillas”, a pocos metros de la casa en que vivían.Para llevar el cuerpo, que estaba envuelto en una bolsa, la pareja fue acompañada por dos de los hijos de la mujer, de quince y doce años.
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