POSADAS. Los constantes ataques vandálicos, prácticamente diarios, que se registran contra automovilistas en el Acceso Sur de Posadas se cobraron ayer su primera víctima de gravedad. Se trata de una mujer que fue alcanzada por una piedra, impacto que le provocó fractura de cráneo y comprometió seriamente la visión del ojo derecho.Sucedió durante la madrugada a metros del arroyo Laguna, que divide la capital provincial de Garupá, y no fue más que el corolario de una noche violenta: en apenas 5 horas, la Policía recibió al menos tres denuncias telefónicas sobre hechos de este tipo en la zona.En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Néstor Correa (18) contó cómo fue la pesadilla que le tocó vivir y que aún vive a raíz del estado de salud en el que se encuentra Patricia (41), su madre.El joven guiaba el VW Fox de la familia. En el asiento del acompañante iba la mujer. Atrás, su hermana, de 20 años. Regresaban de festejar el cumpleaños de un tío, en Villa Urquiza, hacia donde viven, en Garupá.“Fue unos 500 metros después del puente aéreo, cerca de la toma de agua. Ibamos por ahí cuando escuchamos un impacto y ahí nomás mi mamá gritó, me miró y se recostó por mí”, relató aún shockeado ayer por la tarde Néstor.El hecho sucedió en una curva cercana al arroyo Laguna, que divide Posadas de Garupá. El piedrazo llegó desde un sector de casillas emplazadas a la margen suroeste del trazado vial, según se desprende de la mecánica del hecho.Néstor atinó a seguir unos metros, frenar, dar la vuelta y dirigirse rápidamente al Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga. “Trataba de hablarle para que no se duerma, para que no pierda la conciencia”, recordó el joven sobre aquellos dramáticos momentos. Fueron minutos de extrema tensión, hasta que la familia finalmente llegó al centro asistencial y los médicos asistieron a la mujer. Allí confirmaron lo peor: sufrió traumatismo de cráneo y lesiones que le comprometen seriamente el ojo derecho.“Está evolucionando bien. Ya vino un cirujano plástico y le suturó parte del pómulo; lo que nos preocupa ahora es el tema de la visión, porque parece muy grave y aún no pueden someterla a estudios por las lesiones óseas que sufrió”, le explicó a este diario Andrés Correa (45), conocido periodista radial de Posadas y esposo de la víctima, ayer por la noche.Fue el trabajador de los medios quien contó que el ataque que terminó con su mujer herida fue el tercero en apenas 5 horas, según lo que le confirmaron desde el 911. “Lo peor es que desde la Policía nos dijeron que ya habían denunciado telefónicamente dos ataques anteriores en la zona. A las 21 del jueves y a las 00 de hoy (por ayer), este último con rotura de parabrisas de un vehículo”, sintetizó Correa, sin entender todavía cómo fue que, pese a esos dos primeros llamados, la Policía no hizo nada para evitar el tercero, que resultó mucho más grave y que podría costarle la visión a su pareja, nada más y nada menos. “Si la agarraba enla frente, la mataba”“Tengo una sensación de bronca, dolor e impotencia. Estar parado acá en Emergencias, no saber qué hacer, con una situación tan complicada… imaginate eso”, responde Andrés Correa (45), en una mezcla de sentimientos que se transformaron en una pesadilla durante la madrugada de ayer.El trabajador de Radio Provincia habló con PRIMERA EDICIÓN en medio del drama por el brutal e infundado ataque sufrido por su mujer, quien anoche permanecía internada en el Madariaga en el sector de Terapia Intermedia.“Si la agarraba en la frente, la mataba”, sostiene Correa, consciente de que pese a la gravedad de la situación, todo pudo haber sido aún peor. “Ella por una cuestión de reflejos parece que giró un poco la cabeza”, explicó sobre un movimiento que pudo haberle salvado la vida a Patricia.Conmovido por la situación, Andrés salió a hablar con los medios para que las autoridades tomen conciencia del asunto y le encuentren una solución al problema, “porque si no, en cualquier momento se va a morir alguien”.“Que esto sirva para reclamar, para que alguien se haga responsable, porque hoy nos pasó a nosotros y mañana le puede pasar a cualquiera. Nadie está excento de vivir todo esto”, señaló Correa, con la voz entrecortada.El periodista se encontraba en Garupá y partió urgente hacia el Madariaga cuando le avisaron por teléfono sobre lo sucedido. Lo hizo por el mismísimo Acceso Sur, un itinerario que, asegura, modificará a partir de ahora. “A partir de las 21 vamos a ir por la ruta nomás. Ni me quiero imaginar si el piedrazo le pegaba a mi hijo, que iba manejando. Pudo haber sido una tragedia”, sintetizó.
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