BUENOS AIRES (NA). La selección argentina igualó ayer sin goles frente a Rumania, en un amistoso disputado en el estadio Nacional de Bucarest, con un rendimiento que fue de menor a mayor y seguramente dejó preocupación en algunos aspectos para el entrenador Alejandro Sabella.Con la prueba del equipo “ideal” que planea colocar Sabella en cancha en la cita ecuménica, Argentina volvió a mostrar sus dos caras: muchos problemas defensivos en el primer tiempo y una performance más convincente en el complemento, cuando dominó la pelota y generó chances claras.Dentro de los pros estuvieron la actuación del arquero Sergio Romero, que llegaba con dudas por la falta de continuidad en su equipo, pero tuvo dos tapadas clave en el primer tiempo para mantener el cero en su arco.Y la contra, como casi siempre, fueron las espaldas de los laterales por el poco retroceso de los volantes, lo que hacía que Zabaleta y Rojo quedaran en inferioridad numérica ante los rumanos.Ahora, Sabella sacará sus conclusiones, evaluará a cada jugador en sus respectivos clubes y en mayo brindará la lista definitiva de 23 jugadores para el Mundial de Brasil.A la selección argentina le costó entrar en ritmo en el partido, es más, sufrió horrores en las coberturas defensivas a las espaldas de los laterales, que salían a presionar a destiempo y dejaban huecos.En ofensiva tampoco podía resolver la presión rival, que no lo dejaba salir y generaba el error o el pelotazo de los defensores.En esa falencia, el principal error era de Fernando Gago, que se pareció más al de Boca que al que venía siendo clave en la selección, porque tuvo poca movilidad, no encontró los espacios y menos las sociedades que suele utilizar para ser el eje entre la defensa y el ataque.Lo mejor del conjunto de Alejandro Sabella llegaba cuando salía de contragolpe y con espacios, Messi -que lanzó un vómito en plena cancha apenas iniciado el encuentro- conducía para buscar las diagonales de Di María, Agüero e Higuaín.Justamente el “Pipita” tuvo las dos primeras, llegando libre por derecha para recibir el centro de Di María, desbordando por izquierda, pero en ambas tardó en definir, prefirió controlar a pegarle de primera, y terminó siendo cerrado por el arquero Tatarusanu.Del otro lado el sufrimiento llegaba por los costados, cuando Rumania podía lanzar el centro, y meter mucha gente dentro del área. Primero lo tuvo el delantero Maricá, de cabeza, obligando a Romero a sacarla por arriba del travesaño y después fue Bourceanu el que llegó por la espalda de Fernández para meter un testazo a quemarropa que el arquero argentino rechazó a puro reflejo con la rodilla.En el complemento, parece que la charla de Sabella surtió efecto porque Argentina agrupó mejor las líneas, no quedó tan “larga” en la cancha . Así creció mucho Messi, se hizo más importante en el desequilibrio en los últimos cuarenta metros, lo que brindó posibilidades a todos sus compañeros.De entrada lo volvió a tener Agüero, que esquivó al arquero pero su gambeta se fue larga y no pudo evitar el cierre del defensor rumano.A los 25 minutos, el ataque albiceleste armó una gran jugada elaborada, la típica con el desborde y pase al medio, el que entró fue el ingresado Rodrigo Palacio, pero se llevó puesta la pelota y se perdió el primero.Genial habilitación de Messi en profundidad para Palacio, que la cruzó al segundo palo para la entrada solitaria de Ezequiel Lavezzi -había entrado un par de minutos antes-, y el “Pocho” fusiló al arquero del Manchester City Pantilimon, que rechazó espectacularmente.Argentina deberá replantearse muchas cosas y evitar los sobresaltos de la última línea. La vigencia de Romero es importante y habrá que esperar que las lesiones no jueguen una mala pasada, despedir en dos amistosos a la Selección en Buenos Aires y La Plata en junio, y apoyar en el Mundial, para poder soñar. Sabella: “Estaremos mejor”“Tuvimos algunos desacoples, sufrimos superioridad numérica en la mitad de la cancha, pero lo pudimos solucionar y terminamos el partido siendo dominadores”, dijo Sabella en la conferencia que ofreció en Bucarest.Se trató del primer compromiso que afrontó el plantel en 2014, pero también del último antes de resolver quiénes serán los 23 futbolistas elegidos para acudir a la cita ecuménica.Sabella consideró que su equipo debió haber ganado porque “en líneas generales, en cuanto a ocasiones de gol, se mereció la victoria”.De todos modos, el director técnico reconoció la falencias que mostró el conjunto durante la etapa inicial del cotejo: “En el primer tiempo nos costó, fueron más jugadas individuales que colectivas. En el segundo tiempo fue al contrario, más jugadas colectivas que individuales, pero seguramente estaremos mejor”, cerró.
Discussion about this post