POSADAS. Roberto F. recibió, hace cinco años, dos solicitudes de mujeres para tener amistad en Facebook. Antes de pulsar “aceptar”, tomó la precaución de fijarse si había conocidos en común y la luz de alerta se apagó cuando una mujer de su entorno, y el de su familia, aparecía en la lista como “prima” de estas chicas. “Hasta ahí todo normal. Siempre le daban ‘me gusta’ a algunas publicaciones que hacía, pero nunca iba más allá de eso. Resulta que hace un mes o dos acepté la invitación de la prima, a quien conozco, para ir a su casa a tomar una cerveza. Obviamente no pasó de eso, porque se trata de una mujer mucho mayor que vive sola y al parecer con muchos traumas de la infancia. La escuché y, como de verdad quería ayudar, no desprecié su gesto de tomar algo. Sin embargo, luego descubro que esa persona no sólo se inventó esos dos perfiles falsos, sino que también muchos de sus contactos son amigos imaginarios creados por ella. Puede parecer que no es tan malo, sin embargo cuando insistía en tener contacto conmigo desde su alter ego imaginario y puse en evidencia sus contradicciones, me amenazó con incendiar mi casa, golpearme, etcétera, lo cual me hizo tomar ciertas precauciones como eliminar a los personajes imaginarios creados por ella pero no a su verdadero perfil. Siempre que le escribo, trato de que sean palabras de aliento para superar su trauma… Todo eso virtual, por supuesto, porque a su casa no voy nunca más”. No es la primera vez que los usuarios de Facebook aceptan a los “amigos equivocados” y ciertamente no será la última. No obstante ello, el relato de este hombre no es un caso aislado en Posadas. Además de que cambia totalmente las reglas de juego hasta ahora conocidas. De hecho, el caso pone en evidencia que ni los hombres adultos se libran de los engaños a los que estamos expuestos en la virtualidad. Aunque la mayoría de las personas espera honestidad y transparencia de parte de otras que se muestran como sus amistades en las plataformas virtuales, éstas -sin la debida precaución- “pueden ser muy peligrosas”. Así lo señala el jefe de la división Delitos Informáticos de la Policía de Misiones, Gustavo Sposatto, para quien “nos vamos a tener que ir acostumbrando a gestionar nuestra identidad digital, de lo contrario estamos expuestos a los engaños en la red, que no siempre son inocentes y algunos hasta pueden llegar a tener desenlaces trágicos”, observó. Según el oficial, las motivaciones que pueden llevar a una persona a crear una identidad digital falsa “son muchísimas, pero la principal es la captación de la víctima, y muchas veces con un fin delictivo. Cuando estas personas terminan mostrando su verdadero perfil, éste puede ser muy siniestro”, alertó Sposatto. Desde una óptica similar, el psiquiatra local Raúl Quisamás aceptó trazar algunos perfiles psicológicos en base a los casos que le presentó PRIMERA EDICIÓN respecto de quienes mienten en Internet. “Primero hay que hacer una distinción entre mentira y engaño. El que es mentiroso no necesariamente engaña, sino que miente porque lo tiene incorporado compulsivamente, pero el que engaña sabe que está mintiendo. Suena a un juego de palabras, pero son dos cosas bien distintas y es importante saber la diferencia”, describió. En cuanto al análisis que pudo trazar sobre el caso del hombre señalado más arriba, Quisamás sostuvo: “En la red, cuando aparecen identidades alter ego tenemos desde personas tímidas hasta un delincuente pedófilo y de allí todo el abanico que se nos ocurra. El tímido no intenta engañar, sólo intenta decir lo que no se atreve siendo él mismo. Entonces no podemos hablar que estamos ante un psicópata”.“En cambio, quien presenta síntomas de un trastorno mayor del equilibrio y que utiliza un perfil falso, lo hace maliciosamente y con propósitos terriblemente graves. No actúa por impulso y generalmente la intención es psicopática. Pretende lograr un objetivo pero sin exponer su verdadera identidad, ya que desde el punto de vista de su desarrollo psicoemocional vive en una fantasía y se expresa a través de esa fantasía. La lógica de esta mujer que creó a las falsas primas es, aparentemente, el de una persona trastornada. Cuando se la desenmascara, aparece toda la furia y ese acto es el que pone en evidencia un trastorno mayor del equilibrio”, advierte el psiquiatra. “Toda la ingeniería de crear una cuenta, y además sostenerla por tanto tiempo, es mucho trabajo. No sólo nos habla de una intencionalidad maliciosa, sino de una personalidad psicótica-histérica que un cuadro poco frecuente y generalmente puede terminar trágicamente”, agregó el profesional. Quisamás sugiere para estos casos “hacer un paso al costado. Fundamentalmente porque uno no sabe lo que puede pasar, no podemos meternos en la cabeza de una persona trastornada para saber qué va a hacer a continuación. A veces, quien es centro de estos acosos mira con indulgencia a quien los provoca porque de alguna manera se identifica con el dolor ajeno, pero en verdad es muy peligroso porque el psicópata se vale de una estrategia de engaño para lograr un fin perverso”.El psiquiatra remarcó, por otra parte, el perfil psicológico del engañado, a quien le ocurren estos episodios por cuestiones inconscientes, patológicas, inmadurez y otros: “El engañado necesita ser engañado por una necesidad inconsciente para boicotearse, castigarse, ponerse en riesgo, excitarse sexualmente, etcétera. Quien cae en esta situación de riesgo y también quien permanece tanto tiempo frente a la computadora evidencia un vacío importante que intenta rellenar con esta compulsión-adicción que muchas veces es la web”, explicó.Qué hacer según la leyPara el jefe de la división Delitos Informáticos, “la utilización de perfiles falsos en las redes sociales es un fenómeno que se está dando en todas partes, sobre todo para tener acceso a la intimidad de una persona, captarla o acosarla. Las personas que estén permanentemente añadiendo amistades son las que más riesgos presentan”.De acuerdo al oficial, “el simple acoso es un delito que está penado, ni hablar si hay amenazas. En estos casos yo sugiero no esperar que la intimidación se lleve a cabo. Hay que prevenir el delito con una denuncia, que es lo mejor. Sería bueno que las personas no traten de actuar por sí solas, siempre es mejor anticiparnos
a la desgracia”, agregó Sposatto.Apuntó además el especialista: “Una persona que se ve descubierta luego de cometer un delito informático, sea acoso o captación, no se detiene allí. Supongamos que quien lo descubre se libra de esa persona, sin embargo, si la Justicia no le pone un freno, esta persona simplemente irá por nuevas víctimas”, alertó.“Hoy en día no damos abasto con la gran cantidad de casos de engaños en la red, no solamente con delitos graves como la pedofilia, sino intromisión en las cuentas, creaciones de identidades falsas y otro montón de posibilidades de personas que intentan acceder a material digital o bien correos electrónicos que son vulnerados con intenciones maliciosas o criminales”, relató el jefe policial. “Por eso yo recomiendo que, si una persona cree estar siendo objeto de algún tipo de acoso o fraude virtual, que es un delito penado por la ley, lo denuncie a las autoridades, porque puede ser en algún momento logre su cometido de dañar a cualquiera que caiga en su trampa. Ante todo se debe pensar en la prevención”, insistió. Engaños y trampas a la orden del díaOtro relato de mentiras en la red al que este diario accedió, y que pone los pelos de punta, fue el de una niña de doce años que estuvo a punto de ser captada, supuestamente por un pedófilo. El caso, que ya estaría en manos de la Justicia Federal, revela la historia de un hombre que creó un perfil falso en Facebook, sostuvo una relación virtual con la preadolescente, logró ganar su confianza y hace un par de semanas la citó a la salida de la escuela. La mantuvo secuestrada por dos días y cuando la Policía la pudo hallar, la niña estaba viva, pero bajo el efecto de un cóctel de drogas.Para librar a los niños de situaciones como estas, el punto de vista profesional del oficial Sposatto es clave: “Sucede como fenómeno, tanto en niños como adultos, que logran hacer más amistades en el Facebook. Mucha gente, al querer conocer nuevas personas, se aventura a un mundo desconocido. Nosotros hacemos hincapié en tomar todas las medidas de seguridad posibles, si bien la red social ya tiene algunas: si alguien se pone en contacto con demasiadas personas desconocidas, se le clausura la cuenta. No obstante, es importante hacer énfasis, como primera medida, en no aceptar amistad si es que no se conoce a la persona que mandó la solicitud”.En cuanto a las cuentas creadas y gestionadas por menores, otra medida que pueden adoptar los padres es tratar de dialogar regularmente con el menor para saber las cosas que hace, qué le pasa y con quiénes se junta. También en Posadas, Ana A. (16) fue víctima de una trampa en red: un hombre que mintió sobre su edad en varias ocasiones hizo contacto con ella y -según contó su madre, Marina B- “la notábamos extraña, pero no nos confiaba nada. Decidimos poner un programa espía en la computadora que utilizaba y fue un shock: esta persona la arengaba para que le escribiera textos con contenido sexual para que le levantara el ánimo y otras cosas que nos pusieron los pelos de punta. Pudimos detener a tiempo todo esto, el caso está denunciado y toda la familia asiste a terapia. Uno piensa ‘a mí no me va a pasar’, pero te pasa”, resumió. Nuevamente las recomendaciones de Sposatto fueron “detectar a tiempo los síntomas que presenta un menor acosado por un pedófilo. Otra posibilidad, aunque más drástica y recomendable para casos especiales, es buscar la ayuda de un perito en informática, que posee distintos programas y software para seguir el comportamiento del menor en su conducta virtual. Muchas personas piensan que se pueden esconder detrás de una computadora, pero no es así, debido a que hay métodos para saber quién y desde qué ordenador emitió o robó cualquier información”, afirmó. Llamado de atenciónEl psiquiatra Quisamás reflexionó: “Como representante de la salud mental hago un llamado de atención y pidió que “discusiones como estas sirvan como disparador para hacer eco en aquello que está latente. Todo esto sirve para encender un alerta y una reflexión a lo que nos está pasando. Muchas cosas de este tipo están llegando a nuestra región y es importante estar prevenidos”. “El Facebook es una herramienta de comunicación gráfica. Muy pocas cuentas tienen camarita, como estrategia para desenmascarar a alguien que tiene otros propósitos y si se cuenta con esta posibilidad, contaremos con lo “no verbal” que siempre está en toda comunicación. ¿Cómo sabe usted si le están mintiendo y engañando? las pupilas dilatadas y el parpadeo pueden indicar presencia de emoción, el rubor puede ser signo de vergüenza, rabia o culpa, que ciertos ademanes son indicio de un sentimiento negativo, que una manera de hablar más veloz de lo habitual y en un volumen más alto tal vez denote ira, temor o irritación. Si pudiésemos tener toda esta información en una propaganda- difusión de interés para la comunidad y que serviría de mucho para evitar situaciones de riesgo y abusos”.
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