POSADAS. La producción de ananá en la provincia se centraliza más en la zona de Colonia Aurora pero también se extiende en regiones serranas o de península donde las heladas no se hacen muy intensas.A pesar de las enfermedades endémicas que ataca al sector, ha sabido sostenerse y sacar nuevamente una buena cosecha en la última temporada.El ananá no es una producción tradicional de la provincia, pero al margen de ésto, creció la demanda en los últimos años, lo que acompaña al productor a resistir también los vaivenes climáticos que hace algunos años atrás azotó a los cultivos.Actualmente Misiones cuenta con alrededor de 350 productores de los cuales no todos son activos. Esta cantidad es la que quedó después de que la mitad de los cultivadores hayan abandonado la producción, tras no resistir a la azotada de las bajas temperaturas que afectaron a la producción durante varias temporadas, años atrás.El cultivo se extiende entre 300 a 400 hectáreas aproximadamente a lo largo de toda la provincia.La cosecha misionera es comercializada en temporada alta a la vera de las rutas, desde 10 pesos por unidad. “Si un productor llega a cosechar al menos 25 mil frutas por hectárea y la comercialización es positiva, son 250 mil pesos”, estimó el subsecretario de Desarrollo y Producción Vegetal de la provincia, el ingeniero Héctor Barbosa.Antes la época pico de demanda de octubre hasta marzo, se importaba un equipo por semana (un contenedor), sin embargo en la actualidad la misma se ha cuadruplicado, que son señales más certeras de que el consumo aumentó, y por ende la demanda exige mayor cantidad de ingreso de mercaderías.Según estadísticas, el consumo en Argentina asciende a las 30 a 40 mil toneladas por año. Mientras que el local está en el orden de las 1.000 toneladas por año.En ese sentido el subsecretario de Desarrollo y Producción Vegetal consideró que “la factibilidad de la producción está a la vista, siempre que se tenga en claro los objetivos de producir ananá de alta calidad en Misiones. Allí hay que tener en cuenta las condiciones de suelo, de clima y se debe trabajar con seriedad para llevar a cabo el manipuleo para la venta del mercadeo adecuado.Pero al margen de todo esto hay muchas dificultades que afronta el productor, en lo que hace a calidad de producto, venta de frutas, enfermedades y rendimiento por hectárea. Tenemos que tener en claro que en el mediano cuidado puedo obtener en un lugar de una hectárea, alrededor de 35 a 40 mil hectáreas. Implica muchas necesidades producir en las chacras misioneras, porque hay que tener en cuenta que son espacios limitados que no superan entre 15 a 20 hectáreas, aproximadamente.Entonces necesitamos productos que la unidad de rendimiento sea adecuada en cuanto a una renta interesante por unidad de superficie”, señaló Barbosa.El funcionario de la cartera agraria provincial sostuvo que se debe aplicar manejos adecuados, que son requisitos fundamentales para producir frutas con rentabilidad para un mercado.La parte sanitaria es otro de los factores y quizás determinante para poder llevar adelante la producción. Hay dos enfermedades del ananás que son endémicas en Misiones, afecta la fruta, rebrotes, coronas y la planta en general. Se trata de la “fusariosis de la piña”, que es el mayor riesgo para el cultivo de esta planta. Muchas veces se transmiten por el material de multiplicación en todas las plantaciones.La otra es más conocida como la cochinilla (se cubren con una secreción “cérea de color blanco. Son unos insectos que se localizan el las axilas de las hojas inferiores), que pueden terminar dañando incluso en un 50% de la producción, ocasionando 70% de pérdida, entonces este es el problema mayor que se observa en la producción actual, según detalló el ingeniero Barbosa.Asimismo las altas temperaturas son determinantes para ocasionar el deterioro de las frutas. Por esta razón también se recomienda que el cultivo no se desarrolle en zonas muy bajas ni tampoco donde el agua de la lluvia no se escurra con inmediatez. Las bajas temperaturas de invierno pueden dañar por completo la producción.“Por eso es importante tener entre 35 a 45 mil plantas por hectárea, de manera que la producción termine logrando al menos entre 25 a 30 mil frutas por hectárea por año. En la provincia existe una cantidad de productores que tienen una referencia de patrones adecuados para el cultivo y tienen una muy buena rentabilidad pero no son la mayoría”, dijo el funcionario de la cartera agraria provincial quien además detalló que se ha establecido un convenio con el Inta de Montecarlo. “Se trabaja en una nueva forma de organización para la etapa más clave que es la comercialización”, resaltó.Y agregó que “como patrón de referencia de cultivos en la provincia podemos decir que históricamente hubo ananás en todas las zonas aledañas a los ríos Paraná y Uruguay que tenga forma de península. Y toda la zona de Cerro Azul hasta (Comandante) Andresito, son áreas más protegidas de las heladas por eso es que la producción soportó los achaques de las heladas. Incluso la zona del Alto Paraná, también hubo y hay mucha producción de zonas tropicales”.





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