POSADAS, OBERÁ y SAN JAVIER. Para los investigadores no quedan dudas: la masacre de Panambí no es lo único que tiene en su “haber” la megabanda delictiva de San Javier, a la que también vinculan con el cadáver -aún “NN”- hallado maniatado y con cinco tiros en el pecho a un costado de la ruta provincial 5, cerca de Santo Pipó, el pasado martes 29 de abril.Y en ese sentido, PRIMERA EDICIÓN supo ayer que los detectives la investigan también por el violento asalto a mano armada perpetrado contra el propietario del servicio de balsas Alba Posse-Porto Mauá, en noviembre del año pasado, donde dos policías sufrieron heridas de arma de fuego luego de un feroz tiroteo.Aquel episodio ocurrió a las 22 del miércoles 13 de noviembre de 2013 en la casa del empresario, cerca del balneario “La Corredera”, a orillas del río Uruguay y en jurisdicción de Alba Posse.El “balsero” llegaba en su Ford Focus junto a uno de sus empleados cuando fueron interceptados por cinco encapuchados -tenían pasamontañas, como en el ataque a los Knack- poderosamente armados, quienes los golpearon y le exigieron la entrega de la recaudación.Lo que no sabían los ladrones es que un vecino de la zona vio movimientos extraños y llamó a la Policía. Al lugar llegaron el comisario Ramón Sosa y el sargento primero Pablo Knoll, quienes fueron recibidos con una “lluvia de plomo”. Los dos terminaron heridos y, de milagro, vivos. Los ladrones escaparon con una importante suma de dinero que no trascendió a los medios de prensa.Apenas seis meses después, el caso vuelve a aparecer en la mente de los detectives, que creen que los autores fueron los mismos que desataron una pesadilla para la familia de Panambí. Por eso, ya solicitaron pericias balísticas con el fin de cotejar los elementos secuestrados en los últimos días en San Javier y la evidencia recolectada aquella vez en Alba Posse.Mientras tanto, se intensificó en las últimas horas la búsqueda del paraguayo Marcial, dueño del taller allanado en San Javier y presunto líder de la megabanda. Las autoridades ya pidieron colaboración a las fuerzas de los países limítrofes y recordaron que cualquiera que le brinde techo, comida u otro tipo de asistencia será procesado por el delito de encubrimiento.Por otra parte, en las últimas horas comenzaron las pericias a los distintos teléfonos celulares secuestrados en ese taller y en otras tantas viviendas. Los investigadores esperan hallar en esas pericias alguna comunicación que cierre la pesquisa sobre los sospechosos o, en todo caso, que abra el juego hacia más integrantes de la organización criminal.Además, trascendieron ayer mayores detalles con respecto a los allanamientos realizados el último sábado en San Javier, donde -como se informó ayer- se hallaron documentos que conectan a dos de los sospechosos y al prófugo.Este diario pudo saber que en casa del ex prefecturiano, en el barrio Elvira, la Policía encontró fotocopias de los documentos del otro apresado y de Marcial. En tanto, en lo del sujeto paraguayo se secuestraron varios papeles utilizados para “atar” fajos de billetes con anotaciones de importes de peso: en uno estaba escrito el número 200 mil; en otro, 300 mil.Al exprefecturiano y al presunto cómplice apresado en el barrio Malvinas el martes pasado se le sumó el sábado otro apresado, alias “El Negro”, cuya vinculación con el hecho se investiga.Los tres, junto a Marcial, están sospechados de entrar encapuchados y armados a la casa del empresario maderero Carlos Knack (43) cerca de las 19.30 del domingo 25 de mayo en Panambí, minutos después de que su hijo Cristian (25) llegara a casa con 460 mil pesos de una venta.Carlos y su esposa, Graciela Mojfiuk (42), junto a sus hijos Cristian y Bianca (12) fueron maniatados, rociados con alcohol y prendidos fuego. La pareja y la pequeña fallecieron a raíz de las quemaduras, mientras que Cristian lucha por su vida en el Madariaga.Un llamado anónimo llevó a los detectives a San Javier, donde fueron detenidos los tres sospechosos. Las pruebas dactilares cercaron al ex PNA y permitieron descubrir la banda: sus huellas fueron halladas en una caja de zapatos, en la escena del triple crimen. Cara acara con la Justicia, por primera vezOBERÁ. A primera hora de ayer, dos de los tres detenidos por la masacre de Panambí fueron trasladados al Juzgado de Instrucción 1 de Oberá, donde fueron recibidos por la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat.Este diario pudo saber que tanto el exprefecturiano como el otro sospechoso detenido el último martes en San Javier solamente fueron notificados de la causa que se les instruye en su contra. Ambos deberán asignar abogados defensores y recién entonces estarán en condiciones de ser indagados.Luego de poco más de quince minutos, ambos regresaron a sus lugares de encierro fuertemente custodiados: el exprefecturiano a la Unidad Penal II del Servicio Penitenciario Provincial -por cuestiones de seguridad- y el otro sospechoso a una comisaría de la ciudad, trascendió.
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