CANDELARIA. Todo fue alboroto ayer en Candelaria, donde dos internos de la Unidad Penal 17 del Servicio Penitenciario Federal se treparon a una antena de unos 30 metros para pedir por mayor agilidad en sus causas e, incluso, la liberación inmediata.Uno de los dos presos permaneció con la medida de fuerza prácticamente durante seis horas, hasta entrada la noche. Su compañero, en cambio, decidió dar por finalizada la protesta durante la tarde, como pudo atestiguar PRIMERA EDICIÓN.El episodio comenzó cerca de las 13 en el complejo carcelario emplazado sobre la avenida Ruiz de Montoya, al oeste de Candelaria. La calle terrada albergaba a vecinos curiosos. Desde lejos podía verse lo que ocurría.Trepado a una torre de comunicaciones emplazada en el medio de los pabellones, se tambaleaba un interno oriundo de La Plata, de 38 años. Estaba a unos 30 metros de altura, apenas un poco más que otro preso, de 31, con domicilio en la provincia.Este diario pudo saber que la medida fue encabezada por el convicto platense, en reclamo de mayor agilidad en la investigación de su causa. A los gritos, el hombre pedía que lo liberaran de inmediato. Después, por la presencia de un juez, de los medios y hasta de la presidente Cristina Fernández de Kirchner.Ese preso se encuentra en la UP-17 desde hace poco tiempo. Está detenido por un delito contra las personas perpetrado en Buenos Aires. Sin embargo, debido a tratados de reciprocidad, llegó a la cárcel federal debido a que su concubina vive en Misiones.El otro interno que se manifestó tiene una causa por narcotráfico en el Juzgado Federal de Posadas. También pidió que se revea su causa y que le permitan salir en libertad. No obstante, alrededor de las 16.40 de ayer decidió abandonar la protesta.Aferrado apenas con sus manos, el interno oriundo de La Plata continuó en lo alto de la antena hasta alrededor de las 19.40, cuando decidió descender por “motus propio”. En la torre quedó colgada la bandera que habían atado los presidiarios. “Soy un perejil de este sistema”, se leía.Sobre la situación, ayer por la tarde habló con este medio el prefecto Saúl Arrúa Cardozo, director de la UP-17, quien negó que la protesta tenga que ver con presuntos maltratos -como se dijo en un principio- y aseguró que, como sucedió después, la situación iba a normalizarse en poco tiempo. “El interno presentó un reclamo y las autoridades judiciales lo van a recibir. El resto de la población no se plegó a esta medida y continuó con sus actividades diarias”, señaló el funcionario.Familiares de uno de los manifestantes hablaron con este diario y pidieron a la Justicia que se agilice la tramitación de las causas de los apresados para evitar que vuelva a suceder un hecho de estas características.





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