BUENOS AIRES. La hermana Bernarda, una monja de la Congregación de las Hermanas de la Santa Cruz, que con hábitos grises y blancos y una sonrisa siempre amplia supo inculcar a la audiencia televisiva, con sus micros de cocina simple pero sabrosa, sus consejos sobre la religión, la familia y las buenas costumbres, falleció el lunes por la noche, a los 86 años. La noticia fue confirmada por el obispo de Quilmes, Carlos Tissera. En un comunicado, dio “gracias a Dios por la vida fecunda” de la mujer que supo transmitir los valores evangélicos a través de sus libros y programas.La semana pasada había sufrido un ACV. Ante la gravedad de su estado, allegados y muchos de los alumnos que asistían a sus clases culinarias en la parroquia de los Dolores iniciaron cadenas de oración para pedir por su pronta recuperación. El chef español Ramiro Rodríguez Pardo, que estuvo al frente de varios emprendimientos gastronómicos y participó en el programa “Los cocineros”, recordó con un afecto especial. “Su estilo de patisserie centroeuropeo era clásico, algo que ya pocos cocineros practican en la actualidad, ya que quedó completamente renovada. Era una excelente persona y hacía su trabajo con mucha pasión y un gran amor”.Hija de una familia de alemanes del Volga, Florentina Seitz -tal era su verdadero nombre- pasó la mayor parte de su infancia en los campos de su padre en el sur de Córdoba, a mitad de camino entre Río Cuarto y Achiras, donde se dedicaba a realizar tareas campestres.En 1944, antes de cumplir los 16, ingresó a la congregación de las monjas suizas. Su papá, Enrique, la llevó hasta Rosario y de allí viajó acompañada por una monja hasta la ciudad de Buenos Aires.





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