POZO AZUL, San Pedro. “Hace dos semanas que dejé el estudio porque no tengo los recursos para seguir asistiendo”. Fabián Ramos (18) representó a la Argentina en la Feria Internacional de Ciencias en Colombia en noviembre del año pasado. Recibió medalla de oro y de plata, estrecharon su mano autoridades de nivel provincial, nacional e internacional. Pero hoy este joven misionero vive una triste realidad: no puede seguir cursando el cuarto año de la secundaria en el Cep 40 de Pozo Azul porque no tiene ni materiales de estudio ni calzados para poder caminar los cuatro kilómetros que separan su aldea de esta institución.Lamentablemente, y tal como lo advirtieron hace un mes los jóvenes mbya en el Cuarto Encuentro de Estudiantes de Pueblos Originarios (Eepo) de Misiones, realizado en Ka’águy Poty, la situación es muy difícil porque no tienen lo mínimo para poder acudir a la escuela, hacer sus tareas y estudiar. Y entonces, día a día, los jóvenes deben hacer mayores esfuerzos para poder ir a clases, hasta que llega un punto en que deben asumir con mucha tristeza que ya no pueden seguir estudiando.En este caso, los elementos que les faltan son simplemente biromes y hojas de carpeta, calzados cerrados, dinero para las fotocopias, un transporte o bicicletas para los que viven más lejos de la escuela. También solicitan el cumplimiento del pago de becas a los pocos estudiantes que las tienen.Actualmente son 400 los alumnos mbya en el nivel secundario y cerca de 80 viven una situación similar a la de Fabián.Claramente, las autoridades provinciales están faltando al compromiso que les corresponde por ley que es garantizar las condiciones para que los jóvenes puedan terminar la secundaria, que desde 2012 es obligatoria según consigna la Ley de Educación Nacional (N° 26.206). Imposible, increíble“No tengo ropa de abrigo para asistir, no tengo zapatillas. En ojotas o descalzo no puedo ir caminando en el barro hasta la escuela. No tengo útiles ni plata para comprar hojas de carpeta o birome, no tengo plata para hacer las fotocopias que me piden y termino sacando notas bajas porque no puedo hacer los trabajos prácticos. Mi familia es numerosa y no tiene los recursos para ayudarme”, manifestó Fabián a PRIMERA EDICIÓN. “Yo estoy muy triste, la solución no es tan difícil para un Gobierno, pero para mí es imposible, lo que me pasa a mí le pasa a muchos estudiantes de ésta y de las demás comunidades”, agregó.Cabe destacar que el joven y su par Reinaldo Benítez desarrollaron un proyecto denominado “Teko Cultura”, que indaga sobre la medicina tradicional del pueblo guaraní y sus posibilidades de mejorar la calidad de vida. Con él ganaron en las fases zonal, provincial, regional y nacional de la Feria de Artes, Educación, Ciencia y Tecnología, y eso les valió la participación en la Feria Internacional desarrollada a fines de abril en Bogotá (Colombia).Una preocupación que creceAnte tanta adversidad, la actitud de estos jóvenes que cursan en el nivel medio y universitario no es la de sentarse a esperar nada. Por el contrario, hace cuatro años y viendo las dificultades que viven en cuanto a inclusión educativa, gestaron un espacio de diálogo como fueron los Encuentros de Estudiantes de Pueblos Originarios (Eepo).En la última edición realizada hace un mes redactaron un documento destinado al ministro de Educación, Luis Jacobo, donde daban a conocer la situación alarmante que ya entonces ponía en riesgo la continuidad educativa de muchos mbya.“Escuchando las necesidades de todos los estudiantes secundarios hicimos una nota de pedido, pero no nos han respondido. Le pido a las autoridades que nos den el apoyo que necesitamos, todos tenemos derecho a la educación y queremos estudiar, pero así no podemos”, dijo con tristeza Fabián.Cabe señalar que dichos documentos remitidos a Jacobo y a la Coordinadora de Educación Intercultural Bilingüe, Liliam Prytz Nilsson, fueron entregados en mano en el cierre del Eepo a Pablo Chaparro, quien se hizo presente representando al Ministerio. Hasta ahora no hubo respuestas.“Estamos tocando fondo”Liliana Frías es licenciada en Historia, profesora en dos comunidades guaraníes y tutora de los estudiantes en el nivel universitario (actualmente son 21 los jóvenes que cursan estudios en ese nivel educativo y en el terciario, todos con muchas dificultades). “Este año estimamos que quince chicos van a terminar la secundaria, pero así va a ser muy difícil que sigan estudiando, se les niega la posibilidad”, dijo a PRIMERA EDICIÓN.Frías desnudó las graves falencias que vienen afectando a los estudiantes mbya guaraníes: “Estamos tocando fondo, es insostenible la situación, hace cuatro años que venimos pidiendo que incorporen a los estudiantes en algunos programas, que les den trabajo o becas, que de alguna manera posibiliten la continuidad en sus estudios”, dijo Frías.Y luego explicó: “Nosotros sacamos un comunicado de prensa (la semana pasada) porque ya pasó un mes desde que entregamos una nota de pedido al señor Pablo Chaparro, que dijo ser enviado personal del ministro Jacobo al Encuentro de Estudiantes, pero no hubo ninguna respuesta”.Entre los principales pedidos, resaltó “que se paguen las becas, que en todo el año no se pagaron y los costos de viajar y estudiar son caros, se está generando un alto índice de deserción a consecuencia de la falta de recursos”.“Nadie se hace cargo”“Nosotros no pedimos nada extraordinario, tan sólo útiles, ropa y pasajes, pero acá no se hace cargo nadie, ni los intendentes, ni el ministro ni el Gobernador”, recalcó Frías.Para finalizar, dejó abierta la invitación a las autoridades para que concurran a la comunidad Tekoa Arandú para conocer de cerca cómo viven y en qué condiciones deben estudiar los jóvenes. “Invito al ministro Jacobo o al Gobernador (Maurice Closs) que vengan acá a la aldea, que vean cómo vivimos, que vean dónde y cómo vive Fabián Ramos, este joven que fue medalla de oro y que en su momento el mismo Jacobo se sacó una foto estrechando su mano y se puso a disposición. Hoy les pedimos que vengan y vean, no me cabe duda de que si tan sólo vinieran se darían cuenta de las necesidades que padecemos y del abandono que sufrimos”, finalizó Frías.Necesidades materiales y pedagógicasAdemás del informe redactado, al culminar el cuarto Eepo se remitió a Jacobo una nota donde se solicitan computadoras portátiles para cada uno de los 19 jóvenes mbya que con mucho esfuerzo estudian en instituciones de nivel terciario y universitario.De igual modo, a Pritz Nilsson se le destin&oacu
te; otra nota solicitando “elementos básicos para el estudio: mochilas, cuadernos, biromes, lápices, marcadores, correctores, resaltadores, pendrives” para 21 estudiantes de nivel terciario y universitario.Más allá de estas necesidades estrictamente materiales, los estudiantes detallaron las dificultades de aprendizaje que enfrentan día a día y la falta de tutores que los acompañen.“En la primaria los niños no adquieren los contenidos básicos, lo que dificulta el acceso y permanencia en la secundaria”, explicaban en las conclusiones. También solicitaban más escuelas medias dentro de las comunidades que aún no las tienen.Hace un mes alertaban sobre estas necesidades urgentes. Lamentablemente no fueron escuchados y el proceso de deserción ya se hizo visible entre los jóvenes mbya. Espacio de debate sobre temas urgentesEn el Cuarto Encuentro de Estudiantes de Pueblos Originarios realizado del 11 al 14 de julio pasado en la Comunidad de Ka’a Guy Poty de Kuñá Pirú participaron más de 200 jóvenes de las aldeas Perutí, Pozo Azul, Alecrin, Mado, Aguaraí, Aguai Poty, Takuapi, Ka’aguy Poty,Tamandua, Virgen María, Tierra colorada, Fracran, Ka’aguy Miri Rupa, Villa Cabello, Ysyry, Ka´a Kupe y El Pocito.Entre las principales conclusiones que surgieron del trabajo de diálogo en talleres, solicitan que “que se tenga una educación respetando la identidad propia. Conocer y reconocer la cultura mbya y tener respeto. Valorar la educación que nos dan los mayores como: caciques, padres, y “che ramoi, ya que la educación se inicia desde la familia. Y la escuela formal, si bien es importante, es la segunda educación”. También solicitan “que la escuela secundaria sea verdaderamente bilingüe, que haya intercambio de cultura, de enseñar y ser enseñado, y que esto se aplique en todos los niveles educativos con respeto mutuo y que los profesores tengan una buena predisposición”.Secundarias en todas las aldeasCon toda convicción, los jóvenes también marcan la necesidad de poder contar con escuelas secundarias en las comunidades que aún no las tienen. Afirman que de esta manera se mejoraría mucho más el acceso a este nivel educativo obligatorio desde 2012 en todo el país.Al respecto solicitan que las escuelas sean bilingües y autónomas (no aulas satélite) para que puedan tener un plantel docente adecuado, con la incorporación en este nivel y en el primario de “docentes idóneos “mbya” para que se enseñe todo lo relacionado a la cultura mbya (historia, mitos, luchas, situación actual, etcétera)”. También afirman que estas escuelas deberían brindar talleres de lectura en castellano e informática -desde primaria-, bibliotecas, canchas de fútbol y espacios recreativos, comedor y huerta. Y que se enfatice en formación como guardaparque, salud, seguridad y derecho, “para aprender a defender nuestros derechos”. También manifiestan la importancia de que se desarrollen actividades que involucren a toda la comunidad para que las familias puedan comprender la importancia de la educación y acompañar a sus hijos en este trayecto. Además solicitan escuelas secundarias para jóvenes y adultos y talleres de oficio.
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