POSADAS. El médico policial Ricardo Gaudencio, quien compareció ayer en el marco del juicio oral por el crimen de Iván Andrés Mercol (22), confirmó que la fractura en la mano derecha del imputado Diego Ariel Cantallops Simonetto (29), que fue producida el día del hecho, se corresponde con un posible golpe sobre el cráneo de un ser humano. El facultativo, quien examinó al acusado horas después de la pelea en el boliche que presuntamente derivó en la muerte de la víctima, dijo que dicho traumatismo es conocido en la jerga médica como la “lesión del boxeador” o “de la frustración”, porque es común en personas que “en un ataque de ira golpean sus puños violentamente contra una superficie dura y plana”. “Puede ser una pared, un escritorio e incluso contra la calota craneana de un ser humano”, explicó.Seguidamente, Gaudencio refirió que en el caso puntual del imputado, presentaba al examen de rayos x “fractura en el quinto metacarpiano derecho, con unos 60 días de curaciones”, tal como quedó plasmado en el certificado médico que expidió horas después de los incidentes en el boliche de la avenida Corrientes aquella fatídica madrugada del 19 de marzo de 2006. Con respecto al otro joven que se encuentra en el banquillo de los acusados, Carlos Sebastián Ruiz (30), Gaudencio afirmó que “no presentaba lesiones”. El debate oral, que se lleva a cabo en la salón de usos múltiples del Palacio de Justicia, transitó ayer su séptima jornada. Además del médico de la fuerza provincial (que compareció a pedido de la Fiscalía), brindó su testimonio otro policía que en aquel entonces prestaba servicios en la Brigada de Investigaciones y que fue el encargado de buscar las prendas de vestir de la víctima. También desfilaron otros siete testigos, en su mayoría de los grupos de amigos tanto de los imputados como de Iván Mercol, todos ellos presentes en aquella trágica noche. Aunque observaron al joven fallecido ya herido y agonizante en el boliche, poco y nada aportaron los testimonios de Juan Carlos Friedrich (conocido con el alias de “Chapu”), Karina Fernández y Walter Milogis, del círculo de amigos de los acusados. Finalmente, María Soledad de la Cámara, brindó su testimonio y dijo no haber visto la pelea, aunque sí herido a Mercol en la vereda. Una testigo que puede ser claveUna joven que declaró ayer, María Lidia Vicentín, dijo que lo que sabe de aquella trágica noche se lo contó una amiga, a la cual identificó como Paula: “Fuimos juntas al boliche y cuando apagaron las luces y la música e íbamos saliendo, ya de madrugada, ella me dijo: ‘¿Viste cómo le tiraron la botella en la cabeza?’. Y coincide porque en ese momento yo escuché un ruido similar a una rotura de botella. No vi cuando se produjo el ataque, pero escuché”. Este testimonio reafirma lo dicho el martes por el testigo José Aurelio Bordón, quien señaló que “una persona agredió a Iván Mercol con una botella y ahí todo terminó y la víctima quedó inconsciente”, tras lo cual Bordón reconoció al autor de ese botellazo señalando ante todo el auditorio a Cantallops. Por ello, durante la jornada de hoy hay muchas expectativas por lo que pueda aportar la testigo “Paula”, considerada clave para echar luz sobre las circunstancias en que fue atacado Mercol. Aunque no se descarta que alguna de las partes solicite un careo con la testigo Vicentín, quien fue en definitiva quien la citó como la persona que “le contó todo”. Vale recordar que durante la instrucción de la causa estas dos amigas ya protagonizaron un careo. Según se pudo saber, se cruzaron entre ambas involucradas duras acusaciones que nada tenían que ver o aportar a la investigación del homicidio. También se espera con expectativa lo que pueda aportar un joven identificado como Rogelio Correa, quien al parecer presenció cuando la víctima fue atacada. “El vago me tenía re podrido”Una de las integrantes del grupo de amigos de los imputados, Déborah López, dijo durante la jornada de ayer que luego de producirse la pelea a la salida del boliche, ese 19 de marzo de 2006, y ya sobre el automóvil de Sebastián Ruiz, éste manifestó: “El vago me tenía re podrido…me tenía que defender”, con respecto al supuesto enfrentamiento que mantuvo con Iván Mercol. La testigo refirió también que “Sebastián (Ruiz) le preguntó en esos momentos a Diego (Cantallops Simonetto) por qué intervino en la pelea. Entonces Diego contestó: ‘Y bueno, boludo, cómo no me voy a meter si sos mi amigo’”. “Quería un mano a mano”Además, la mujer dijo que mientras conducía, Ruiz reveló que “Iván (Mercol) quería pelear mano a mano porque le molestaba a la novia”. Cabe aclarar que esta secuencia de diálogos que recordó la testigo se produjo en circunstancias en que Sebastián Ruiz ya había salido del boliche y trasladaba en su vehículo a su grupo de amigos, dejando a cada uno en sus respectivos domicilios. “Nunca me voy a olvidar”Otro crudo relato fue el del testigo Sacha Falikoff, quien admitió que tenía amigos en común con Iván Mercol: “Salía del boliche, por un túnel, cuando observé que uno de seguridad traía a Iván agarrado de las axilas, como cargándolo o deslizándolo. Lo sentó al lado mío, yo estaba parado. Su cabeza se le fue para atrás y entonces de uno de sus ojos comenzó a salir sangre. Nunca me voy a olvidar. Empecé a gritar algo, creo que ‘¡ambulancia, ambulancia!’, y los de seguridad me sacaron. No vi la pelea”, refirió. El juicio oral pasó a un cuarto intermedio hasta hoy a las 8.30, según lo dispuso el magistrado César Jiménez, titular del Juzgado Correccional 2 de Posadas y a cargo del tribunal unipersonal. El crimen de Ivan Mercol fue perpetrado el 19 de marzo de 2006, a la salida de un local bailable sobre la avenida Corrientes de Posadas.
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