PARAJE MONDORÍ. (San Pedro). El aula satélite de la Escuela 399 de paraje Mondorí está ubicada sobre la ruta provincial 17, a 20 kilómetros de la intersección con la provincial 20, municipio de San Pedro. El edificio no tiene agua potable ni baños y a pesar de que este año tenía una lista de 24 alumnos para Nivel Inicial, no hubo nombramiento y muchos de los niños perdieron la escolaridad y los padres el derecho a la asignación correspondiente. Insólitamente y de manera inconsulta, el gobierno construyó allí una cocina y un comedor, cuando los pedidos de la comunidad eran, obviamente, otros.Aserrín, aserrán…La escuela nació de la necesidad de la comunidad de que los niños puedan asistir a clases y acceder al estudio al que muchos de sus progenitores no tuvieron la posibilidad. En un principio, con la plena colaboración del recordado padre Juan (párroco de la comunidad) comenzaron a dictar clases en el salón parroquial y luego, dada la cantidad de niños (35 en ese momento) se organizaron entre los padres y donando los materiales (maderas) y la mano de obra construyeron el aula. Eso fue hace ya once años. El Estado, ausenteLa matrícula fue en aumento y rápidamente superó los 80 alumnos que, con dos docentes a cargo, asisten a clases en el sistema plurigrado. Los padres solicitaron históricamente a través de notas un pozo de agua y baños para la escuela. “Mandamos infinidad de notas pidiendo agua potable para los niños y también baños para que no tengan que seguir usando letrinas”, afirmó Daniel Lara “pero no llegaron o no les dieron importancia, no sé”. Los padres siguieron colaborando, construyeron también un comedor y contrataron a una cocinera para que les prepare la leche a los chicos. El Estado, ausente.Roseli Correa Silva es una de las madres fundadoras de la escuela, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN expresó: “Luchamos todos los días, desde los inicios en la capillita junto al padre Juan, el día 5 de agosto del 2003, todo lo que tenemos fue construido con el esfuerzo de los padres, desde el inicio pedimos un pozo perforado, agua, algo fundamental para la escuela, pero nunca fuimos escuchados. Muchas veces la cocinera debe salir a recorrer las casas de los vecinos a pedir agua y cuando no los encuentra, los chicos se quedan sin leche”.“También desde el principio venimos pidiendo una maestra jardinera pero después de 11 años todavía no llegó, no sé qué pasó con todas las notas que enviamos, la supervisora de Nivel Inicial nos dijo que nunca recibió un pedido”, agregó.Obra insólitaLuego de 11 años de no recibir absolutamente nada, el 2014 trajo sorpresas a la comunidad escolar. Por primera vez llegaron sillas y escritorios y además la obra insólita: un día desembarcó una empresa y sin consultar con nadie y con desconocimiento total por parte de la comunidad comenzó la construcción de una cocina y un comedor. Los padres y el cuerpo docente no lo podían creer, la necesidad urgente de agua fue pasada por alto e irónicamente le construyeron un comedor (que ya tenían).Claudia es la cocinera de esta escuela sin agua, en diálogo con este Diario recordó que “dos hijos míos concurrieron a esta escuela. Hoy ya están en tercer año, pero mi compromiso sigue, llevo 6 años como cocinera y desde siempre tenemos el problema grave del agua. Algunos chicos vienen con su botella pero casi todos los días salgo a buscar agua entre los vecinos. A veces no están porque están trabajando en la chacra y los chicos se quedan sin la leche, es absurdo construir un comedor donde ni siquiera hay agua”.AbandonadosPRIMERA EDICIÓN también habló con los docentes Sandra Lindao (quien trabaja desde que abrió la escuelita y se traslada 50 kilómetros para dar clases) y Gustavo Goitia, quienes tienen a cargo a los más de 80 alumnos de la escuela. “Empecé aquí hace 11 años, este es mi segundo hogar, hemos formado a muchos chicos que hoy ya son profesionales”, contó Sandra. “Acá hay prioridades básicas que están siendo ignoradas, necesitamos agua, instalaciones y una docente de nivel inicial. Es realmente un despropósito que los chicos tengan que usar letrina y no contar con el vital líquido, sufren mucho”, agregó.“Esta escuela se encuentra abandonada por el Consejo General de Educación”, explicó Gustavo, “llevamos 11 años dictando clases y no tenemos agua, no tenemos instalaciones sanitarias adecuadas, todo lo que hay lo hicieron los padres, este año nos construyeron un comedor, pero que es totalmente inútil. Es hermoso, está muy lindo pero es totalmente inútil y además inconsulto, nadie preguntó, llegaron un día y lo construyeron, cuando ya teníamos salón comedor y lo que hacía falta era otra cosa”. Y agregó: “este año teníamos en lista para Nivel Inicial más de 20 niños, pero nuevamente no hicieron la designación por lo tanto muchos de ellos pierden la escolaridad y los padres el derecho a la asignación”.“Queremos ser escuchados”Según destacó Sandra, “acá, todo lo que se ve lo hicieron los padres, las aulas, los bancos que utilizamos durante 11 años, el salón comedor, todo. Este año llegó esta cocina, pero innecesaria. Me indigna que nuestros pedidos y nuestra labor sean invisibles para las autoridades, no nos han escuchado en 11 años, eso me hace pensar y entender cuando algunas comunidades cansadas de esperar salen a la ruta a reclamar, parece que es la única forma en que podés llegar a ser escuchado por este gobierno”.
Discussion about this post