POSADAS. “Si dejan el auto en la esquina, eso nos complica mucho porque tenemos que caminar por el costado, pisamos la cuneta, nos desorienta y nos pone en peligro al cruzar la calle”, indicó un participante ciego del Centro de Rehabilitación Santa Rosa de Lima que realizó ayer actividades en el Día Mundial del Bastón Blanco.Mientras el hombre explicaba esto iba avanzando junto a dos compañeros y una docente de la institución por la vereda de calle Sarmiento. A metros de llegar a Colón y como si fuera a propósito, llegó una camioneta con operarios que se detuvo justamente en plena esquina, tapando la rampa y la senda peatonal.Sin dudas no fue una coincidencia, sino más bien un obstáculo de todos los días al que se enfrentan todos los ciudadanos, pero que es mucho más difícil de esquivar para las personas con alguna discapacidad motriz, padres que llevan el coche con sus bebés, y por supuesto, personas ciegas y con baja visión.Conciencia comunitariaPara recordar una vez más la importancia de mantener las veredas y sendas peatonales libres de obstáculos “este año nos propusimos como meta trabajar el lema Hacia una toma de conciencia comunitaria´”, señalaron durante el acto realizado en la sede del Centro del Ciego ubicado en Sarmiento 1847, junto al Obispado.Al finalizar el evento en que estuvieron presentes autoridades y docentes del Centro, funcionarios de distintos ámbitos y los participantes de dicha institución, éstos recorrieron la ciudad para entregar folletería a los ciudadanos. Acudieron a la Municipalidad, a las plazas 9 de Julio y San Martín, y al Instituto Montoya, entre otros.Por la tarde, las actividades continuaron el la Escuela Nº4 Fraternidad, donde realizaron una charla a cargo de docentes y dos participantes ciegos y dos con baja visión, quienes compartieron su experiencia. Seguidamente, como forma de “practicar la empatía”, los alumnos se colocaron vendas en los ojos y se desplazaron por el predio escolar, orientándose con los bastones, para aprender a ponerse en el lugar del otro.Algunos avancesKarin Hennig, profesora de Educación Física y coordinadora de Departamento de Rehabilitación básica del centro, dijo a PRIMERA EDICIÓN que “la intención de esta jornada es informar a la comunidad sobre cómo puede colaborar con las personas ciegas que requieren ayuda para cruzar una calle o caminar por las veredas”. Indicó que “si bien hay personas que no se animan a ayudar porque no saben cómo hacerlo, los mismos participantes nos cuentan que la comunidad se solidariza para guiarlos al cruzar la calle, incluso nos han contado de casos en que un automovilista paró su auto, se bajó, lo ayudó a cruzar y luego se subió de nuevo a su auto, lo cual es muy valorable”.Desde el Centro recordaron una vez más que la forma de ayudar a las personas ciegas a orientarse en la calle es dando indicaciones claras (adelante, atrás, izquierda, derecha). Para ayudarlo a cruzar la calle, acercarse y dejar que la persona se tome del hombro, para poder guiarse.
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