OBERÁ (Enviado especial). Comenzó la cuarta jornada en el Salón de Ceremonias de la Unidad Regional II de esta ciudad, con una ronda de cinco testigos y siete imputados por el crimen de Silvia Andrea González, ocurrido en octubre de 2001.El juicio comenzó pasadas las 10, casi dos horas después de lo previsto, debido a un corte de luz que afectó a la zona céntrica de la Capital del Monte.Una vez solucionado el inconveniente, el presidente del tribunal, José Pablo Rivero, dio inicio a una serie de presentaciones formales. El abogado por la querella, Claudio Quevedo, solicitó presentar nuevos testigos, planteo que los jueces rechazaron por considerarlo extemporáneo.El hecho más relevante de la mañana de ayer fue el testimonio de Marciano Benítez, quien afirmó no conocer a Silvia Andrea ni a Dante “Willy” Ríos.La fiscal Estela Salguero de Alarcón, por su parte, preguntó por qué entonces Mónica Ferreyra realizó las acusaciones que lo situaron como principal sospechoso en la causa, junto al hijo del actual intendente de Campo Viera.El acusado afirmó que cuidaba la casa de un anciano de nombre Luciano Pérez, el lugar que es señalado como la escena del crimen donde violaron, golpearon y mataron a Silvia Andrea González, según testimonios que constan en la causa.Benítez afirmó que Mónica Ferreyra cocinaba en la casa y realizaba las tareas de limpieza, pero aclaró que el hombre nunca le permitió limpiar su habitación porque le infundía pudor que viera su ropa interior.Además, justificó cada una de las acusaciones de Mónica diciendo que los gemidos y los olores provenían de Luciano Pérez, quien no quería usar pañales y usaba una especie de tela de hule.Marciano consignó que no se animaba a decirle a Mónica que no fuera más al domicilio, entonces le habría dicho que le iba a llamar cuando hubiera alguna tarea para ella.Benítez manifestó no conocer a Natividad Rivero ni el bar “Galaxi”, donde Silvia Andrea habría sido vista con vida por última vez. En otro segmento de su alocución, confesó que sí conocía a los policías Silvera, Morel y González, involucrados en la causa, aunque aclaró que sólo los veía en algunos encuentros de truco, pero que no eran amigos suyos.Lo más fuerteMarciano Benítez fue detenido el 18 de octubre de 2002, a las 11, pero afirmó que desconocía el motivo.Siempre al decir de su testimonio, aseguró que “Cristian Morel le pagó a Cantero para que declare (NdR: en su contra), pero no conozco el motivo”, consignó ante el tribunal, que seguía con atención las alternativas de sus declaraciones.El escenarioAclaró que, al lado de la casa donde vivía, funcionaba la Unidad Básica de Juan Carlos Ríos, pero él nunca fue a las reuniones y que sólo vio al intendente mientras trabajó un tiempo en la campaña electoral, pero que después tuvieron ciertas diferencias laborales. Finalizó diciendo que la detención lo tomó por sorpresa y que hasta el día de hoy busca una respuesta.Lo que no quedó en claro, a lo largo de su extenso testimonio, es la relación que tenía el implicado con los representantes de la fuerza policial.Con posterioridad, llegó el turno de los policías Miguel Ángel Silvera, Cristian Orlando Morel, Alejo Ramón Zaya y Jesús Rubén González, involucrados en la causa, pero ninguno declaró a pedido de su defensa.El debate se reanudará hoy, a partir de las 8.30. Los testigosLa primera en declarar ayer fue Carolina Soledad Morel (27), quien afirmó haber pasado en bicicleta por la casa donde residía Marciano Benítez para pedirle un poco de agua.Según ella, escuchó a una mujer pidiendo ayuda y Marciano le dijo que se vaya o le iba a pasar lo mismo.Además, afirmó que los hijos de Benítez la amenazaron para que cambiara su declaración o le iba a suceder “algo” a su madre y a su hija. Por este motivo, tuvo que mudarse de Campo Viera.La mujer negó que el oficial Morel le haya dado dinero y aseguró que no conocía a Silvia Andrea. También negó haber tenido alguna relación con “Willy” Ríos. Incluso miró y pidió disculpas a los policías por mentir en algunas declaraciones.Ante las numerosas contradicciones, la fiscal Salguero de Alarcón aseguró que la testigo mentía sobre las personas, declarando que es una “mitómana”. Morel fue sometida a dos pruebas psicológicas sobre su personalidad, razón por la que su imputación por falso testimonio está en suspenso.Carina Lujowski (29) testificó sobre el momento en que tuvo que dirigirse a la comisaría para reconocer un buzo y una campera de jean que llevaba la víctima cuando desapareció. Un cierre que resultó inconclusoEl último turno de la ronda testimonial de ayer fue para Luisa Muñoz y Ricardo Ariel Muñoz, su hijo. El hombre contó que cuando tenía ocho años vio a Marciano (Benítez) hablando con una chica, pero no pudo describir si era Silvia Andrea, quien se encontraba desaparecida en ese tiempo.Luego llegó el turno de la madre, quien afirmó que su hijo le había dicho que en la casa de Luciano Pérez había una chica que gritaba y tenía un trapo en la boca, pero que no era Ricardo sino un hermano más chico. El presidente de Tribunal, Pablo Rivero, invitó a la madre a que llamara a su hijo para tratar de confirmar lo que vio esa noche.Ayer se informó que el doctor Acosta se encuentra de licencia médica, razón por la que su testimonio será incorporado por lectura. Hoy y mañana continuará la ronda de testigos, para luego pasar a un cuarto intermedio y proseguir los días 18, 19 y 20 de este mes.
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