POSADAS. Un prefecturiano replicó los dichos de varios testigos y defendió el accionar de la fuerza para la cual presta servicios, en el marco de una nueva jornada por el juicio oral y público que se le sigue a dos imputados por la tragedia del Paraná, donde fallecieron ocho deportistas. El testigo, Gustavo Marsilli, refirió ante el Tribunal Federal Oral en lo Criminal de Posadas que “Prefectura puso todos los medios para brindar seguridad en la competencia” y que “en la embarcación donde yo estaba se salvó a doce o catorce personas”. Recordó que una de los rescatados colaboró con ellos y que utilizó el método de lanzar una soga con un chaleco atado para auxiliar a algunos deportistas. Para los presentes no quedó duda -teniendo en cuenta que el marino no recordó la identidad de esta persona- que se trató de Orlando Krieger, quien en su declaración del pasado martes relató cómo “apareció una lancha de Prefectura de Posadas y en la segunda oportunidad logré prenderme de ella. Ahí me sacaron y me puse a colaborar con ellos”. Marsilli también aseguró que la Prefectura tenía suficiente combustible para concretar el operativo de seguridad en la prueba que se realizó aquel 16 de enero de 2010 y en los posteriores días en que se realizó la búsqueda de las víctimas. Seguidamente el prefecturiano admitió que en dicha fuerza federal se tenía conocimiento de la presencia de las barcazas que succionaron a las víctimas, aunque desconocían si desde la organización avisaron o advirtieron a los deportistas que participaron en el cruce. Señaló que la PNA no autorizó la largada y que eso se hizo en la costa del Paraguay (en Encarnación), por ese motivo no sabía si se podía suspender la prueba por orden de la fuerza argentina. De esta manera, los dichos del prefecturiano se contraponen con las acusaciones realizadas por gran parte de los testigos que declararon en el juicio, incluyendo a uno de los imputados, más precisamente Hugo “Tyson” Alfonso (36), organizador de la competencia, quien en su momento señaló que a su criterio “Prefectura o la Armada paraguaya deberían haber sabido del peligro de las barcazas”. Posteriormente, se decidió en común acuerdo con todas las partes que se incorporen por lectura los testimonios que brindaron durante la instrucción otros tres prefecturianos: Luis Kornman, Eugenio Britez y Ramón Aguilar. El primero de ellos coincidió en gran parte con lo manifestado por Marsilli. A su turno, Britez y Aguilar explicaron que se encontraban en otra lancha cuando acudieron a la escena del trágico episodio. No obstante, al llegar ellos, la mayoría de los deportistas ya había sido rescatada. Otro testimonio que se incorporó mediante el mismo sistema fue el de Silvia Passarino, quien era la esposa de Luis Saide, uno de los nadadores que perdió la vida en el trágico cruce. La mujer relató que su marido era asiduamente invitado a esa prueba y él llevaba a sus nadadores para que participen, aunque ella se encontraba en Santa Fe (de donde era oriundo Saide) al momen to del lamentable hecho. La rueda de testimonios proseguirá el próximo viernes 28 de noviembre, a las 9, cuando se prevé que brinden su versión de los hechos otros cuatro testigos. Asimismo, los alegatos de las partes se llevarán a cabo entre el jueves 4 y el viernes 5 de diciembre. Para ese entonces el Tribunal, encabezado por Norma Lampugnani, Lucrecia Rojas de Badaró y Mario Hachiro Doi, fijaría la fecha de sentencia, aunque no se descarta que pueda conocerse ese mismo día. Allí el cuerpo tribunalicio se expedirá con respecto a las responsabilidades que le pueden caber o no a Hugo “Tyson” Alfonso -organizador de la prueba- y al prefecturiano Jorge Lezcano (44) -a cargo del operativo-, quienes se encuentran en el banquillo de los acusados por la muerte de los ocho deportistas en medio del río.
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