POSADAS. La Justicia investiga a una mujer policía, aparentemente licenciada en Criminalística, por su presunta vinculación con una banda dedicada a comercializar coches robados en Buenos Aires y blanqueados con oficios de depósito judicial “groseramente adulterados”, indicaron fuentes de la causa.Al parecer, ella misma circulaba en un VW Gol blanco “en depósito judicial”, cuyo seguro estaba a su nombre. Al menos en una ocasión habría viajado a Buenos Aires para traer un vehículo que, de antemano, sabía era de dudosa procedencia.Los pesquisas intentan determinar si esta situación ocurrió sólo en una oportunidad o era recurrente, en forma sistemática.La situación procesal no sería sencilla para ella. La Justicia cree que sería la misma persona que alertó a la organización delictiva de la realización de dos allanamientos, tendientes al secuestro de al menos tres vehículos de sospechoso origen.A cambio, habría recibido la nada despreciable suma de cinco mil pesos.La Justicia está ansiosa por demostrar que no hubo personal judicial involucrado en la maniobra, como se intentó imponer en un principio.En los cuadros subalternos de la Policía hay indignación. Es que trascendió que la oficial, aunque no estaba en Jefatura, era “asistente” y protegida del subjefe, comisario general Omar Amarilla.“Quizás por esta razón no la pasaron a disponibilidad; sólo la trasladaron de Investigaciones a la comisaría de Garupá. Es curioso. Dos policías fueron pasados a disponibilidad porque los encontraron durmiendo y a esta mujer, seriamente comprometida con el robo de autos, sólo la trasladaron”, indicaron (ver recuadro).La oficial solía moverse y hasta se jactaba de andar en un coche en depósito judicial. ¿Quién lo pidió para ella? ¿Quién se lo otorgó? ¿Para qué institución?Interrogantes que la Justicia deberá develar y responder.La joven tenía buenos contactos dentro de la Policía, pero también dentro de la organización investigada. Fuentes de la pesquisa indicaron que es prima de uno de los detenidos por orden del juez de Instrucción 7, Carlos Giménez.Esa posición hace imposible que no supiera lo que sucedía con los coches que eran traídos del conurbano bonaerense.Por ese motivo, tal vez, hizo desaparecer el coche y el oficio que ordenaba su entrega en depósito judicial. La Justicia no tiene idea de cuántos vehículos habría comercializado esta organización en Posadas y el interior, bajo la modalidad del oficio de depósito judicial adulterado.La génesis delictiva se remontaría a 2011, cuando la Justicia penal efectuó un control y monitoreo de cuántos automóviles había en plaza, cedidos en depósito judicial a terceros.En esa oportunidad, se cotejó el pago del correspondiente “seguro” por parte del adjudicatario y el vehículo volvía a sus manos.Uno de los beneficiados habría sido un allegado a los juzgados de Instrucción, que explotaba el estacionamiento ubicado en la esquina de las calles Buenos Aires y Santa Fe, donde además poseía un lavadero de autos.Este hombre habría sido uno de los primeros impulsores de la maniobra, en sociedad con el propietario de una tienda de modas, ubicada a la vuelta de los juzgados penales de calle Santa Fe.Con posterioridad, el cochero fue echado de la esquina de Buenos Aires y Santa Fe, instalándose en otro punto dentro de las cuatro avenidas.Fue el inicio de una operación delictiva que ahora, al fin, pareció llegar a su fin, según se desprende de la causa. Malestar policialFuentes de segundo orden de la Policía de Misiones, que pidieron reserva de identidad, manifestaron su malestar e indignación frente a lo que consideran un atropello y manejo arbitrario por parte de la cúpula de la fuerza de seguridad provincial y su brazo ejecutor, el departamento de Asuntos Internos.Al parecer, la oficial involucrada en la maniobra, que es investigada por el Juzgado de Instrucción 7, a cargo del magistrado Carlos Giménez, y que podría terminar imputada, fue nada más que trasladada de Investigaciones a la comisaría de Garupá. Al menos hasta ahora, no habría siquiera un sumario administrativo abierto en su contra, situación que habría causado indignación en los cuadros subalternos.Las fuentes no tardaron en comparar esta circunstancia con lo ocurrido por el crimen del albañil Carlos Raúl Guirula.“En esa ocasión los máximos responsables de la UR I y del Comando Radioeléctrico, como todos los que tuvieron participación directa e indirecta en el hecho, fueron pasados a disponibilidad. Cómo puede ser que en este caso no suceda nada, que ni siquiera se abra un sumario administrativo”, indicaron. Conocía los informes de InfoautoPOSADAS. Fuentes internas de la Policía de Misiones indicaron que la oficial tenía acceso a los informes de la base de datos Infoauto y que, a partir de ellos, comenzaba a elaborar el entramado de la operación para blanquear los vehículos que eran traídos desde Buenos Aires.La oficial subayudante estaba asignada a la Dirección General de Seguridad y era asistente del subjefe de Policía.En otras palabras, tenía aceitados contactos en las más altas esferas y en áreas clave de la Policía de Misiones. Por eso resulta extraño que pudiera moverse con soltura sin que sus superiores supieran de sus andanzas. La indignación se hizo materia entre el personal subalterno, molesto por el manejo discriminatorio de las autoridades, que pasan a disponibilidad a dos agentes por dormirse en la patrulla y sólo trasladan a esta oficial con fuertes sospechas de mantener vínculos con el mundo del delito.“No es que justifiquemos a los agentes, pero o todos o nadie. Ley pareja nadie se queja”, indicaron las fuentes que pidieron reserva de identidad.La situación de la mujer policía es compleja y preocupa a las autoridades, temerosas quizás de que el escándalo termine salpicándolas.Los detectives judiciales parecen acumular pruebas y una vez que se complete el rompecabezas, la Justicia podría imputar y hasta ordenar la detención de la oficial.Cuando la Justicia se percató de su presunta vinculación, la citó a estrados. Al parecer, hasta le habría ordenado que entregara el VW Gol que le había sido otorgado en depósito judicial.Sin embargo, concurrió al Juzgado acompañada de un abogado y con la teoría de que le había entregado el vehículo a su primo, actualmente detenido en averiguación del hecho.Según ella, fue este
hombre quien hizo desaparecer el rodado y el oficio de entrega del mismo en depósito judicial.
Discussion about this post