POSADAS. La música tiene un lugar preponderante en los hábitos culturales de los argentinos, casi puede decirse que todos escuchan música: mujeres y hombres; adolescentes, adultos jóvenes y mayores; clases bajas, medias y altas; habitantes de todo el territorio nacional; se muestran porcentajes de escucha superiores al 90%. De modo que escuchar música es, junto con el hábito de mirar televisión, el consumo cultural más masivo.La ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, se reunió con representantes de cámaras, empresarios y productores de la industria musical en la que se difundieron los resultados del capítulo Música de la Encuesta Nacional de Consumos Culturales y Entorno Digital realizada por el Sinca, dependiente de la Dirección Nacional de Planificación y Articulación.Los datos de la encuesta realizada a 3.600 personas mayores de doce años y habitantes de ciudades de más de 30 mil habitantes del país muestran que los géneros más escuchados son el folklore y la música romántica (el 84% de los encuestados los consume), seguidos por el rock nacional y la música melódica (80%), la música latinoamericana (74%) y el rock extranjero (71%). Esto demuestra que en los primeros cinco puestos del ranking de géneros más escuchados figuran producciones nacionales y regionales.A la hora de elegir soportes para escuchar música, la mitad de los argentinos usa principalmente algún equipo reproductor de CD y/o DVD. La otra mitad opta por diversos dispositivos de escucha, la mayoría ligados a la expansión de la cultura digital. En el ranking dispositivos aparecen, en este orden, el reproductor de CD, la computadora (música alojada en el disco rígido o en CD y música online), el celular, el estéreo del automóvil y, finalmente, los nuevos dispositivos electrónicos, como las tabletas y reproductores portátiles de MP3 y MP4.Según datos de la encuesta, aunque la asistencia a recitales en vivo no es tan masiva como la escucha de música en general, uno de cada tres argentinos asistió por lo menos una vez a un recital durante el último año. Escuchar música en vivo es, sin dudas, un hábito más común entre los más jóvenes y muy poco usual entre los mayores de esa edad, especialmente entre los mayores de 65 años.
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