SAN VICENTE. El sacerdote Jorge Maniak festejó el domingo sus 50 años de vida consagrada al sacerdocio. Fue con un almuerzo del que participaron unas dos mil personas amigas y feligreses de su comunidad. El encuentro se llevó a cabo en el patio de la Capilla Histórica, y momentos antes se celebró una santa misa en su honor. La divina liturgia fue concelebrada por más de una docena de sacerdotes y los obispos de Oberá, Monseñor Damián Santiago Bitar y el de Esquel, provincia de Chubut, monseñor José Slavi.Se vio muy emocionado al Padre Jorge Maniak durante los días previos a la fecha de celebración que el mismo eligió para festejar su cincuentenario de vida sacerdotal. El propio Maniak participó de gran parte de los preparativos junto a una comisión organizadora encabezada por el párroco, el padre Senon y un grupo de feligreses. Su aniversario fue el 19 de junio pero para esa ocasión había viajado a Polonia para reunirse con sus ex compañeros de seminario. Fue por eso que el mismo propuso esta fecha para su celebración.El domingo se levantó muy temprano y se vistió con la ropa original de los sacerdotes de la orden Misioneros Redentoristas. Una tolva negra que cubrió su cuerpo hasta los zapatos, y un gran rosario en la cintura. Es una vestimenta poco común para la zona por lo que el propio Maniak se encargaba de explicar a cada uno que lo miraba con curiosidad. “Este es el uniforme original de todos los sacerdotes en Europa. Desde que uno entra al seminario utiliza este atuendo. Cuando venimos a la Argentina lo cambiamos por la diferencia del clima. Polonia, que es de donde vengo, es muy fría, pero acá hace mucho calor. En la zona del Chaco se usa una tolva blanca, pero acá por la tierra y el calor no la usamos. El rosario en la cintura es porque el fundador de los redentoristas San Alfonso quería que recemos todo el día el Rosario a la Virgen y para que lo tengamos a mano lo hizo poner en la cintura”, explicaba a cada persona que lo requería.La santa misa en su honor se celebró en la Parroquia San Vicente de Paul y Madre del Perpetuo Socorro con un lleno total de feligreses que concurrieron a acompañar a su guía espiritual desde hace 48 años en esta comunidad, y también los que querían presenciar la liturgia en honor de los 50 años de un sacerdote ya que puede ser que no ocurra muy seguido en esta ciudad.Acompañaron al padre Jorge Maniak más de una docena de sacerdotes que llegaron hasta San Vicente que son de la misma congregación, fueron compañeros de ruta en la Vice Provincia Redentorista. Y de parroquias vecinas. Participaron de la liturgia y de los festejos dos prelados. Monseñor Damián Santiago Bitar, titular de la Diócesis a la que pertenece San Vicente, y el obispo de Esquel, Chubut, monseñor José Slavi, que trabajó como párroco en San Vicente junto al padre Jorge y quien inauguro la Iglesia que es símbolo de la ciudad, diseñada por Maniak.El almuerzo fue servido en el patio de la Iglesia Histórica y participaron unos dos mil feligreses de la ciudad, que a su vez son amigos del cura. Durante todo el día se acercaban a tomar una foto con el sacerdote que a muchos de ellos los casó, bautizó o confirmó. Muchos chicos también se acercaron a saludarlo.El mismo padre Jorge aprovechó el micrófono para saludar a toda la comunidad y dedicó unos momentos de reflexión y de recuerdo para el padre Juan Skowronski, que también iba a celebrar sus 50 años de sacerdocio junto con él y que falleció el año pasado mientras se daba la novena preparatoria para celebrar el Santo Patrono San Vicente de Paul. “Estudiamos juntos y nos consagramos juntos y vinimos a América del Sur a trabajar juntos. Era un hermano para mi y lo recuerdo porque dedicó su vida al sacerdocio y también merecía una celebración como ésta”, dijo a PRIMERA EDICIÓN.
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