PARAJE CABUREÍ, Andresito. Hay momentos imposibles de olvidar. Imágenes que conmueven en lo profundo. Este lunes fue uno de esos días plagados de momentos e imágenes para recordar y compartir. Fue el día en que Papá Noel llegó por primera vez a la Escuela 436 del Paraje Cabureí y llevó juguetes a los 215 alumnos y a sus hermanitos. La iniciativa surgió de la maestra suplente de tercer grado, Patricia Morel, quien al hablar de la Navidad con sus alumnitos se llevó la triste sorpresa de que no creían en Papá Noel… porque ese “señor” nunca había ido por esta colonia, distante unos 17 kilómetros de Andresito (se llega por la ruta 101, que sigue siendo de tierra) y a sólo un kilómetro del inicio del Parque Nacional Iguazú. PRIMERA EDICIÓN contó sobre la iniciativa de esta docente, apoyada en Posadas por el Foro de Seguridad de la Seccional 13, y se sumó a esta campaña para juntar juguetes nuevos. Fue tan grande la respuesta de los lectores y trabajadores del diario que en pocos días no sólo se logró tener juguetes para los grados inferiores (fue el primer objetivo), sino también para los niños del Nivel Inicial y ¡¡para los alumnos de todos los grados y sus hermanos!! Además de los juguetes, un matrimonio donó más de 500 libros de cuento con stikers. Como los regalos siguieron llegando al diario, esta campaña ya llegó a otras dos instituciones: a la Escuela Especial 33 de Andresito y a los quince chicos que antes eran del hogar “El Refugio” y ahora están bajo el cuidado de la Fundación Tupá Rendá. Además, se está buscando otro hogar de niños para abrazarlo con esta iniciativa, el cual se seleccionará en los próximos días en función de la cantidad de chicos y regalos aún disponibles de esta campaña solidaria. Lunes en la 436Las bolsas con los juguetes llegaron a la escuelita rural tres horas antes del inicio del acto del cierre del ciclo lectivo 2014. Un grupo de maestros ya había terminado de preparar todo para la fiesta y recibió a PRIMERA EDICIÓN con un tereré. Luego, cada uno de ellos tomó la bolsa preparada de antemano para su grado y puso a cada regalo el nombre del niño destinatario. Separados quedaron tres obsequios muy especiales: dos bicicletas para los alumnitos que caminan muchos kilómetros para ir a la escuela y unas zapatillas “re piola talle 33” que un niño pidió en su cartita a Papá Noel. Poco después llegó el camión del programa Gurises Felices, que, ya bien entrada la noche, alegró a chicos y grandes con sus payasos y malabares, un espectáculo especialmente pensado para ese día, pues debieron adaptarlo al horario del acto escolar que comenzó minutos antes de las 20. A medida que llegaban a su escuela, era notoria la cara de curiosidad de los chicos vestidos con sus guardapolvos blancos. Blancas palomitas en cuyos pies, y sólo ahí, podía verse la falta de recursos económicos de sus familias. Alpargatas, zapatillas, zapatos, sandalias y ojotas… cada uno dentro de sus posibilidades, y más de uno llevaba zapatos ostensiblemente más grandes que sus pequeños pies. Recién después de terminado el acto, los chicos de Gurises Felices se vistieron con sus característicos atuendos y ¡sorpresa! Las risas de los chicos (y grandes) no se hicieron esperar y, cuando ya pensaban que se habían acabado las alegrías, tres Papá Noel bajaron del escenario a saludar a los chicos. Los más grandecitos miraban ansiosos las bolsas y los más chicos no podían alejar sus ojos de Papá Noel. Estaban nerviosos, emocionados y felices. Los Papá Noel tuvieron mucho trabajo. Acompañados de las maestras, visitaron cada uno de los grados donde -ansiosos- los chicos esperaban que los llamaran para recibir su obsequio. Lo que ocurrió en la media hora siguiente sorprendió a los visitantes de Posadas, acostumbrados a la rapidez con la que nuestros niños de ciudad abren sus regalos: los chicos de Cabureí abrazaron sus regalos, con su papel y moños intactos. Fue mágico verlos tratando de alargar lo más posible ese momento de esperanza y sorpresa. Recién después de que unos pocos rompieran los envoltorios, la curiosidad ganó a los chicos. Y sus caras de alegría fueron el verdadero regalo de la noche.AgradecimientosLa mayoría de las donaciones recibidas a través del diario fueron anónimas, pero queremos mencionar a algunos particulares cuya labor fue central: las familias Fretes, Manthan, Martínez, Vallejos, Laszlo, Farías, Acuña, Moros, Páez, Yolanda Bitancourt y sus amigos, miembros de la Iglesia Evangélica “El Faro”, entre muchos otros. ¡¡¡Gracias a todos!!! Misión cumplida Por Gisela FernándezNo hay nada más hermoso que la sonrisa de un niño. Y todos sabemos la alegría que puede dar un juguete. Por eso, muchas personas no dudaron en sumarse a esta campaña nacida del sueño de una maestra rural. Muchos lo hicieron a través de PRIMERA EDICIÓN y por eso queremos agradecer la confianza que nos depositaron. Queremos contarles que -dada la envergadura de la solidaridad de nuestros lectores- asumimos el rol de garantes para que los juguetes llegaran a sus destinatarios. Pero también queremos compartir los momentos incómodos que pasamos en la Escuela 436 cuando vimos la presencia de algunos funcionarios sentados en primera fila y queriendo saludar con sombrero ajeno. Fue triste ver a algunos referentes de conocidas instituciones llevar una bolsita con un par de pelotas y peluches que ni siquiera se molestaron en envolver, y “repartirlas” ante las cámaras de Canal 12. Los regalos de la verdadera campaña solidaria llegaron este lunes a los niños de la Escuela 436 cuidadosamente envueltos y de la mano de Papá Noel.
Discussion about this post