POSADAS. No debe existir misionero que en algún momento de su vida no haya hablado sobre un tema recurrente, más en estas fechas: el calor. Ese mismo que ha llegado a rozar los 52 grados y que no se aplaca a menos que exista de por medio un aire acondicionado. Si esa sensación se vive al aire libre, dentro de un vehículo es aún peor. Cuando se deja estacionado un auto bajo el sol, subirse nuevamente es casi una misión imposible. El calor sofocante y la sensación de estar dentro de un horno son constantes en esas interminables tardes de verano. Para contrarrestar un poco esa situación muchos automovilistas recurren al polarizado de sus vidrios. El problema reside en que polarizar no está bien visto por quienes hacen las leyes. La prohibición de su uso está establecida por la Ley Nacional de Tránsito (Nº 24.449, a la que la provincia está adherida por medio de la Ley Nº 3.211), que en su artículo 30 establece que entre los dispositivos mínimos de seguridad los vehículos deben tener “vidrios de seguridad o elementos transparentes similares, normalizados y con el grado de tonalidad adecuados”. Éste es el que cada vehículo trae de fábrica, por lo que está prohibida la colocación de láminas polarizadas en los vidrios, cualquiera sea su tonalidad. “Si, así es… lo que sucede es que las leyes las hacen en Buenos Aires… acá el sol pega un poco más fuerte…”, explicó Hernán Traid, Ingeniero Químico, egresado de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones a PRIMERA EDICIÓN. Traid explicó de manera clara y sencilla qué sucede con un auto en un día donde la térmica roza los cuarenta grados. “La luz es una forma de energía, cuando pega contra una cosa, por ejemplo el asiento de un auto, parte de esa energía queda absorbida -el asiento se calienta- y el resto de la luz -energía- se refleja. Esa reflexión es el efecto que hace que veamos todas las cosas de este mundo. La luz del sol tiene suficiente energía para atravesar el vidrio, entonces lo hace. Lo que pasa luego es que cuando ‘pega’ contra las cosas de adentro del auto pierde parte de esa energía -la que quedó absorbida- y la que se refleja ya no tiene energía suficiente para atravesar el vidrio y salir y se queda dentro del auto, se acumula y se calienta hasta que parece un horno… básicamente es ‘el efecto invernadero’ pero dentro de un auto”. Entonces, frente a este panorama, “lo que hace el polarizado es que menor cantidad de luz entre al auto, y además la que entra tiene menos energía, entonces calienta menos… es una especie de pantalla que atenúa la luz”, indicó. Razón por la cual cada vez más misioneros se acercan hasta empresas de polarizado para que, de alguna manera, apague el fuego que desprenden sus ventanillas. “No quiere sonar a favor de la gente que utiliza vidrios polarizados, pero hay una realidad y es que el vidrio polarizado reduce el calor que ingresa al auto y ésto ayuda al funcionamiento del aire acondicionado. Pero también es cierto que reduce la visibilidad, sobre todo de noche. La ley dice que el vidrio tiene que tener un 80% de transparencia, entonces hay un 20 % que está habilitado”, indicó Mauricio Castillo, Director de Tránsito de la Municipalidad de Posadas. La prohibición establecida en la Ley hace que durante los controles que realiza Tránsito esta sea una razón para multar a los conductores de autos con vidrios polarizados. “Durante los controles se hace la multa correspondiente. Allí se coloca cuál es la sanción que le corresponde al infractor, que suelen ser, como la mayoría, unidades fijas (de combustible) que depende de la graduación del polarizado”, indicó Castillo.Pese a estar prohibido, también es cierto que constantemente se ven a autos oficiales de Gobierno, o a los mismos funcionarios con sus autos con vidrios completamente oscuros. Has lo que yo digo… “Lo que sí debemos tener en cuenta es que ésta no está considerada una falta grave, como sí lo es conducir alcoholizado. Pero de todas maneras, siempre se realizan las multas si tienen vidrios polarizados porque está prohibido”, aseguró Castillo. ¿Qué hacer en los controles?Varios conductores han denunciado que, durante los controles, los intimaron a retirar de manera manual el polarizado de los vidrios. Sin embargo, Castillo advirtió que “No es nuestra competencia intimar a que se lo saque. Sí realizamos multas y una vez que retira el auto será el Juez de Faltas quien decida si corresponde o no que se lo retire. Pero esa decisión no compete a la Dirección Municipal de Tránsito”.Ni siquiera en la Verificación Técnica es pertinente porque “en ese momento se realiza el control del funcionamiento técnico del automóvil, no de los accesorios, justamente lo que es un vidrio polarizado”, señaló Castillo. Sin embargo, pese a que a ninguno de estos órganos le compete la directiva de retirar el polarizado de los vidrios, el Director de Tránsito confirmó que “está prohibido porque disminuye la visibilidad, especialmente durante la noche. Además, por seguridad. La oscuridad de los vidrios complica la visión”. “Estamos en esta época que nosotros denominamos ‘temporada alta’”, le afirmó a PRIMERA EDICIÓN Hugo Soria, encargado de Polar Pro, uno de los locales habilitados en Posadas para la polarización de todo tipo de vidrios, entre ellos, automóviles. “Las principales razones por las cuales la gente viene más en esta época es el calor, el sol y porque el polarizado ayuda a mantener el aire acondicionado. Es por eso que la mayoría de la gente elije los polarizados más oscuros”, sostuvo Soria. Sin embargo, también advirtió que existe un tipo de polarizado que cumple casi las mismas funciones que el “oscuro total”, pero es transparente. “Lo que hace es cubrir la parte interior del auto y rechaza el sol, pero la gente no lo conoce, por ende no lo pide, entonces cuando llegan a nuestro local le comentamos de esta posibilidad a los clientes”. Los precios para polarizar los vidrios de un auto arrancan desde los 650, más económico y llegan hasta los 1.400 pesos, y la diferencia en el monto depende de tres factores. “La primera es la visibilidad durante la noche, a medida que aumenta el precio la misma se vuelve más nítida, mismo caso para cuando llueve. Otro es el tiempo de decoloración, en aquel con un precio más elevado, la misma es mucho más lenta. Y también tiene mucho que ver el pegamento, porque mientras más ‘pega’ el sol, más r&
amp;aacute;pido puede ir despegándose”, indicó Soria. Agregó que advierten a los clientes sobre la prohibición y que pueden tener problemas, no solamente con Tránsito Municipal, si no también cuando intentan cruzar al Paraguay. Sin embargo, en ninguna de estas instancias el control es tan exhaustivo ya que proliferan el número de autos con vidrios polarizados en la ciudad. Para que le realicen el trabajo en el auto, el cliente debe dejar una seña, sacar un turno y volver con su auto en el día indicado para que en un lapso no menor a dos horas el trabajo esté hecho. Una opción que eligen cada vez más posadeños para la protección por el calor. Lo hacen sin importar la prohibición existente y gracias al poco control.





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