POSADAS. “Un trasplante no te cambia la vida”, fueron las primeras palabras de Andrés Fabián Romaszczuk, cuando PRIMERA EDICIÓN le pidió que cuente su experiencia y cómo fueron los últimos cinco meses de su vida, tras recibir un trasplante de riñón.Andrés tiene 35 años, es profesor de educación física y oriundo de la Capital del Monte. Tuvo la certeza de ligar lo que fue su pasión desde chico con lo que años más tarde se enlazaría con su profesión. Andrés es un docente de muchas ilusiones e ideales. Hoy ayuda en la preparación física de grandes promesas en el atletismo provincial, para que luego puedan representar a Misiones a nivel nacional y, por qué no, mundial.Es muy optimista y una persona comprometida con lo que hace, responsabilidad que traspasa cada palabra que transmite. En una charla con este Diario contó que cuando era chico siempre se dedicó a correr, “fui un atleta de alto rendimiento durante muchos años”, indicó. Pero la vida no es lineal, se presentan problemas y hay que saber sortearlos. Y, como lo conocen muchos, él lo supo conseguir con fe, garras y esperanzas.Explicó que tiene tres riñones, “porque el trasplante me colocaron adelante del otro, ya que las glándulas suprarrenales del riñón propio siguen cumpliendo funciones, generando algunas hormonas vitales, por eso me dejaron, incluso en un futuro si llegase a necesitar otro trasplante, me ponen arriba del otro”, comentó.Romaszczuk no sabe la identidad del donante, sólo algunos datos, como que tenía 18 años, tuvo muerte cerebral por algún accidente, pero no sabe de qué tipo. Pero sí tiene la seguridad de que fueron sus familiares quienes decidieron donar sus órganos, que lo ayudaron no sólo a él, sino a varios en la lista de espera.“Desde pequeño comencé con problema en la vejiga, que afectó mis riñones, esto derivó en una infección renal que con los años se fue deteriorando progresivamente, por ahí me descuidé un poco cuando hacía deportes, con tal de no interrumpir mi actividad deportiva no le prestaba atención y dejaba de lado los cuidados y ciertos controles que debía hacerme”, aseguró.El profesor comentó que estuvo “siete años en Mar del Plata corriendo, hasta que en 2003, en el sudamericano de mayores (que incluye actividades de rendimiento deportivo con saltos considerables), noté que algo no andaba bien. Un año después comencé a decaer. Los médicos buscaban otras opciones y no apuntaban a un problema renal, porque se creía detenido el avance del deterioro del órgano. En todos estos estudios hechos saltó que tenía hepatitis A, pero todo coincidió con que tres días antes ya me había sentido mal. Fiebre alta, y eso me hizo creer que eran simplemente los síntomas propios de la hepatitis que me hacía sentir así”. “En 2005 fui a los Sudamericanos en Uruguay en compañía de un atleta misionero, pero el rendimiento era cada vez menos, no andaba bien. Ese mismo año vine a Posadas a estudiar profesorado en Educación Física, me recibí y comencé a trabajar”, relató.Romaszczuk dijo: “En estos últimos tiempos mi problema de salud se complicó, ya me sentía sin energía y siempre con sueño, mi rendimiento laboral no era el mismo de siempre, caminaba dos cuadras y me agitaba, debía sentarme cuando antes entrenaba dos veces al día, de mañana y de tarde, y corría treinta kilómetros por jornada”. Y agregó: “El problema de riñón te va deteriorando todo, a mí me generó una anemia severa, al no producir la hormona eritropoietina (EPO), que estimula la producción de glóbulos rojos en la médula ósea. Es un problema que me provocó varios desequilibrios”. “Hoy, a más de cinco meses del trasplante, hice el período de recuperación trabajando, a los treinta días ya fui a dar clases. Sin bien no hacía fuerza, indicaba los ejercicios para que mis alumnos los realizaran. A pesar de no ser un trabajo pesado, pero energéticamente es necesario estar bien, ya que tratás con chicos que requieren que el profesor esté muy activo”, contó.De a poco fue retomando su actividad, con proyectos y metas nuevas.Ilusiones y desafíos, en una vida que vale la pena contarlaOtro de sus proyectos que ya comienza a dar sus primeros pasos se llama “Del Monte Running Team”, “es una actividad al aire libre que se hace en muchas partes del mundo con muy buenos resultados, ya que está orientada a personas que trabajan en oficinas, que tienen una vida sedentaria. También para jóvenes desde los doce años que quieran comenzar alguna actividad física, veteranos y personas de la tercera edad. Es una actividad diferente y al aire libre y controlados clínicamente los entrenamientos de acuerdo a cada persona, a partir de allí se le plantea la actividad, que no sea una actividad agresiva”, detalló el profesor de Educación Física. Según él, es una propuesta que le permitirá a las personas comenzar en una actividad como aficionado, juntarse en grupo, compitiendo contra sus propios tiempos. “No son competencias a nivel élite (nivel más alto en las competencias) sino, más bien, es una actividad recreativa y sentirse bien físicamente”, señaló. Romaszczuk explicó: “En esta tarea se tienen en cuenta tres principal orientaciones: Para toda aquella persona que se quiera sentirse bien físicamente y de salud. El que quiera complementar algún deporte paralelo (fútbol, básquet, tenis etc.) Y para estar bien en la parte aeróbica o para aquel que quiera iniciarse en el atletismo. Actualmente nos concentramos en la plazoleta, Malvinas Argentinas de la ciudad de Oberá, tres veces por semana”. Y agregó que entrena “a varios veteranos, entre ellos está el ‘Chango’ Flores, un atleta de 83 años, que a las 4 de la mañana ya está trotando y participa en todas las competencias. Otro es de 16 años, Agustín Da Silva, una promesa del atletismo de la tierra colorada, quien salió segundo en una competencia en la costanera posadeña, hace apenas unos días y a muy pocos metros del primer puesto, en condiciones óptimas que sorprenden”.“Agustín Da Silva”, acordate de este nombre dijo y se le notó la emoción y cariñ
;o que siente por él. “Agus es un niño de condición muy humilde, con muchas ganas de correr, además es muy responsable y no falta a ningún entrenamiento. No sólo sacó un buen resultado en Posadas, sino que ganó también en Alberdi y Puerto Rico, en categoría menores”, manifestó. El docente contó su proyecto: “A largo plazo me gustaría preparar atletas olímpicos para que representen a la provincia, ya sea en pruebas de fondo o velocidad, porque Misiones tiene chicos con muy buenas condiciones. Mi colega Marcelo es uno de los diez mejores entrenadores de la Iaaf es una persona muy preparada y seria. Y con él esperamos contar con el apoyo de la gente, y sobre todo de los dirigentes para conseguir que se arreglen las pistas, ya que se reciben atletas de distintos puntos del país y a veces sentimos que nos quedamos en el tiempo, todavía no contamos con pista sintética, ni pileta climatizada”. “En la provincia en general, tanto en Puerto Rico, Oberá y Eldorado se cuenta con buenos deportistas, pero no tenemos un lugar adecuado. En los deportes amateur como son el atletismo o el ciclismo, es muy difícil avanzar, ya que no se cuenta con recursos, algo necesario para que el deportista pueda adelantar. Tampoco hay equipos médicos interdisciplinarios, algo fundamental para el deportista, para que como mínimo tenga un seguimiento con un nutricionistas”, aseguró.Romaszczuk tiene un sueño: “Mi deseo es que los proyectos sean serios, donde no se utilice a los niños únicamente como pantalla política, sino que el deporte sea un beneficio para la sociedad”. “Otro de los problemas es la falta de contención del deportista después de los 15-16 años, no hay apoyo, y ese es un buen momento para invertir en el chico, porque de otra manera comienzan a trabajar o a estudiar. Y en nuestro país, las universidades no tienen estructura como para mantener a un deportista que siga desarrollando su deporte, como sí la tienen otros países como Estados Unidos. Allá tienen un grupo de universitarios muy fuertes que compiten, acá en Misiones también tenemos los torneos de Inter Universitarios, pero todo muy débil y con campos que no están en condiciones”, remarcó.Para el final, Romaszczuk recordó que los interesados se pueden acercar a la Plazoleta Malvinas Argentinas (excementerio) de Oberá, los lunes, miércoles y viernes a partir de las 19.30 “También pueden llamar a mi celular 3755 – 15248541”, concluyó.
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