BUENOS AIRES (Medios digitales). Una nena de cuatro años murió baleada en el tórax por desconocidos que tirotearon el auto en el que se trasladaba junto a sus familiares, en un confuso episodio registrado en la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, en el partido de La Matanza.La pequeña viajaba en un automóvil, junto a su madre y sus tíos, oportunidad en la que varios sujetos, que circulaban en otro rodado, comenzaron a efectuar disparos contra ellos. Los voceros revelaron que la infortunada víctima fue identificada como Briana Esmeralda López, de cuatro años, quien residía en Lomas de Zamora. Según trascendió, los hechos comenzaron cuando la pequeña, su madre Magalí Candy, de 25 años; su tío Nelson Candy, de 27, y la esposa de éste, concurrieron al famoso predio conocido como la Plaza de Los Enamorados. En la madrugada del lunes, la familia resolvió emprender el regreso y subió a un Renault 9 modelo viejo, con vidrios polarizados, que el joven utiliza para trabajar como remisero. En esas circunstancias, Nelson observó a dos sujetos que ascendían rápidamente a un Peugeot 206 gris. Creyendo que eran ladrones, le pidió a su mujer, que viajaba en el asiento del acompañante, que accione una sirena que tiene instalada en el coche para utilizarla como bocina. Atrás viajaban su hermana Magalí y Briana. De inmediato, los individuos huyeron y el remisero con sus parientes los siguió. Pero a las pocas cuadras los perdió de vista, por lo que la familia decidió retomar su camino a casa. Sin embargo, en un cruce del Barrio María Elena, el remisero y sus parientes se encontraron, de frente, con el Peugeot 206. Nelson volvió a accionar la sirena que le había regalado un bombero amigo, pero entonces los ocupantes del Peugeot realizaron dos disparos con una pistola 9 milímetros, uno de los cuales impactó en la región toráxica de la menor, atravesándole el cuerpo. Los agresores se fugaron y la niña fue trasladada al Hospital Materno Infantil Doctora Teresa Germani, de Gregorio de Laferrere, pero dejó de existir antes de arribar al centro asistencial. “El tío de Briana vio que dos jóvenes se subieron a la carrera a un Peugeot 206 y pensó que se trataba de ladrones que se llevaban el auto. Como no tenía bocina, ya que su vehículo está en muy malas condiciones, puso en funcionamiento una sirena que le había regalado un bombero amigo para amedrentar a delincuentes y comenzó a perseguir a los sospechosos”, indicó el jefe departamental de La Matanza, Daniel Sobrero.
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