EL SOBERBIO. Ayer las actuaciones fueron judicializadas. La Policía asegura tener indicios comprometedores contra el remisero de 37 años detenido el jueves pasado en este municipio, acusado de brindar apoyo logístico y de inteligencia a la banda que asaltó el Macro, llevándose dos millones de pesos después de ejecutar a un policía y balear a un gendarme.En un principio se habló de la existencia de un video de la cámara de seguridad de una estación de servicios, donde el trabajador del volante se detuvo a cargar combustible en aparente compañía de Régis Da Silva Lópes, uno de los cuatro detenidos en Tiradentes do Sul, cerca de Tres Passos, Brasil.Ahora se supo que los investigadores habrían accedido al testimonio de al menos un testigo, que aseguró haber visto al trabajador del volante con uno de los sujetos aprehendidos en el vecino país.En este contexto, trascendió que la Justicia podría tomarle declaración indagatoria al remisero entre mañana y pasado, en el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente.En simultáneo, se iniciaron las gestiones para solicitar la confirmación de los arrestos de los cuatro hombres acusados de asaltar el Macro y matar al policía Roberto Omar Ballesteros (35).Se trata de una formalidad legal indispensable para iniciar, a posteriori, el trámite para las correspondientes extradiciones.En realidad, se trata de otra formalidad, porque distintas fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN ya consideraron imposible que Brasil ceda a entregar a sus conciudadanos.Todo indica que la Justicia argentina deberá remitir todas las actuaciones a su par del vecino país para que ésta juzgue a los cuatro detenidos y a los que eventualmente puedan serlo.Los cuatro detenidos están acusados de robo gravemente calificante porque actuaron con armas de fuego, en banda y en poblado.Además, deberán responder por el asesinato a sangre fría del policía Ballesteros y las lesiones al gendarme herido a balazos.Fuentes judiciales en Argentina indicaron que la muerte de Ballesteros podría encuadrar en la figura de “homicidio criminis causae”; es decir, lo mataron para que no pudiera identificar a los ladrones y así, encubrir el asalto.Mientras, nada se sabe de los dos millones de pesos que se llevaron de la sucursal bancaria.Una fuente de la pesquisa indicó ayer a este Diario que los tres o cuatro delincuentes que lograron escapar estarían identificados, aunque no hubo confirmación oficial en este sentido. El fiscal brasileñoFuentes de la investigación indicaron que el fiscal brasileño, que instruye la causa por la detención en ese país de cuatro sospechosos del asalto al Macro, se entrevistó con los investigadores argentinos en El Soberbio.Principalmente con el titular de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (Saic), Fernando Castelli. El objetivo del funcionario extranjero era ponerse al tanto de los detalles de la investigación. Sospechoso habría confesado su participaciónEL SOBERBIO. “Aparentemente en Brasil está permitido que los sospechosos alojados en comisaría puedan ser interrogados por la Policía”, indicó una fuente cercana al rumbo de las averiguaciones por el asalto al Macro.La declaración hace alusión a lo que trascendió en las últimas horas respecto de los cuatro hombres arrestados en la localidad brasileña de Tiradentes do Sul. Uno de ellos habría accedido a hablar con los investigadores del vecino país, circunstancia en que reconoció que lo habían contactado para ir a buscar a un grupo de hombres que regresaban de Argentina, donde aparentemente habían asaltado un banco.Eso habría sucedido el lunes, en horas de la mañana. El cuarteto sospechoso fue trasladado y alojado en una unidad policial de Santo Angelo.Lo novedoso de ese procedimiento es que la Policía brasileña habría secuestrado, en poder de los temibles criminales, dos bolsas de arpillera usadas para embolsar soja, idénticas a las que los asaltantes abandonaron en el interior de la sucursal del banco Macro, sobre la avenida San Martín, de El Soberbio.Además, se les decomisó una lata con clavos “miguelito”, armas de guerra, pasamontañas y la pistola nueve milímetros, marca High Power, perteneciente al subcomisario José Espinoza.Un allegado al operativo aseguró que la ropa que vestían los sospechosos estaban embarradas y esa composición de tierra coincidiría con la del barranco por donde escaparon de Misiones, después de tirotearse con la Policía.
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