En la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el intendente Waldomiro Dos Santos dijo que va a modificar la forma de trabajar en el cementerio principal de San Vicente y que se comenzará a usar los cementerios que están en las colonias.
“Hay que dividir en sectores y hacer una ordenanza que obligue a que cada persona le sepulten en el cementerio que le corresponde por el lugar donde vive”, dijo.
El estado del cementerio de San Vicente es deplorable y no hay mucha preocupación por parte de las autoridades municipales en arreglar y dejarlo en mejores condiciones, al menos hasta el lunes pasado cuando el jefe comunal Dos Santos anunció en el Concejo que va a hacer mejoras como cerrar el perímetro del cementerio y organizar los que están en la colonia.
“Acá tenemos un cementerio en la ciudad y varios en las colonias como son en el Cruce Londero Alicia, el de Fracrán, en el kilómetro 1284 que no se están utilizando mucho. En el caso de Fracrán y del Cruce Londero Alicia se los utiliza, pero hay mucha gente que vive en esos parajes y trasladan a sus difuntos hasta el del pueblo para enterrarlos. El del kilómetro 1284 ‘Juan Pablo II’ está muy descuidado y necesita algunas mejoras que lo vamos a hacer, nos falta uno en la zona de la ruta 13 y estoy viendo para hacer un cementerio en el kilómetro 34”, explicó el intendente.
Con respecto a la obligatoriedad para que a cada uno se lo entierre en el cementerio de la zona, el intendente dijo “para eso vamos a necesitar una ordenanza que establezca un límite para cada cementerio y los que estén dentro de ese lugar lo sepulten allí. No puede ser que teniendo un cementerio cerca tengan que cruzar muchos kilómetros por las rutas con la caravana para traerlo al cementerio de San Vicente”.
Luego de siete años de gobierno, Dos Santos culpó del mal estado del cementerio a los empleados que trabajan en ese lugar. “Yo me equivoqué con la gente que mandé allá. No sirven para esa tarea, por eso esta así (en referencia al cementerio)”. Sin embargo, este diario publicó en muchas oportunidades el abandono del cementerio que no tiene energía eléctrica, agua y no está cercado. Los obreros pidieron, en repetidas ocasiones, herramientas para trabajar ya no contaban con más que palas para hacer los pozos.
En FM Ciudad uno de los trabajadores del cementerio, Mario Schwartz dijo “no tenemos moto guadañas para machetear, le pedimos al jefe de Obras Públicas que mande macheteadores y cuando quiere los mandan. Tenemos un ranchito para resguardarnos de la lluvia y el frío. El único registro de las tumbas con los nombres y las ubicaciones nosotros lo hicimos y le pedimos unas estacas para marcar las líneas y las filas y tuvimos que esperar casi un año para que nos traigan”, afirmó.
Enviar a los empleados municipales a hacer los trabajos del cementerio es el lugar, donde la mayoría de los jefes comunales envían a los empleados como castigo, ya sea porque pertenecían a otra gestión o por algún sentimiento adverso hacia el empleado, según indicaron conocedores de las internas municipales.