POSADAS. Un pequeño de ocho años, integrante de la comunidad mbya guaraní de Aristóbulo del Valle, falleció ayer tras permanecer unos días internado tras haber tomado contacto con una oruga venenosa.El gusano sería una Taturana de alta peligrosidad. El niño fue hospitalizado en Pediatría por la gravedad del caso y permaneció allí varios días hasta que no resistió las consecuencias del contacto con el veneno del gusano. “La Lonomia oblicua es la ‘taturana hemorrágica’, que produce accidentes que pone en riesgo la vida de las personas como en este caso”, precisó a Radio A Roberto Stetson, jefe del Programa de Animales Venenosos de la Provincia. “Esta oruga tiene una coloración críptica, se camufla con los troncos de animales que se alimenta, normalmente se alimenta de árboles nativos, pero cuando no posee esas especies, la mariposa elige otros árboles como ciruelos, mora, planta de banana”, explicó el especialista de Salud Pública.“Pinchar es parte de la defensa del gusano, usa sus púas venenosas para defenderse de los animales depredadores, cuando las aplastamos nos clavamos con las espinitas, e inoculamos el veneno. (…) Luego aparecen moretones que pueden sangrar y hematomas en el cuerpo que surgen a las ocho horas. Incluso, después de las 76 horas aparecen cuadros hemorrágicos”, indicó.
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