POSADAS. Chango Spasiuk recibió ayer el diploma Doctor Honoris Causa con Mención Especial al Mérito Socio-Cultural otorgado por la Universidad Nacional de Misiones. Acompañado de un nutrido público, familiares y amigos músicos se concretó una de las distinciones más importantes que haya recibido, tal como lo describió el artista “este diploma no es un premio a mi carrera artística, esto es una distinción para mi vida, para la tierra donde vivo. El Comedor Universitario “Presidente Néstor Kirchner” recibió la música impulsada por Los Grillitos Sinfónicos, Los Núñez, los integrantes de Músicos Populares Misioneros (MPM), los 4 Ases y Pamela Ayala. Chango sumamente emocionado fue reconocido además como estudiante de la facultad, ya que estudió el primer año de la carrera de Antropología -allá por 1987-, lo que le brinda el aval también de integrar la casa de estudios. La difusión de la cultura y la música de la región en el mundo le brindaron esa oportunidad de recibir tan importante diploma, recordando que el primero en recibirlo fue el maestro Ramón Ayala. Los integrantes de la universidad se sintieron honrados de otorgar dicha distinción, sobre todo destacando los valores a la juventud, ya que la identidad acompañada de la cultura se suma en uno de los puntales más importantes de todo ser humano. Hablando sobre los nutrientes de su música, es que Chango supo detallar que “se nutre de componentes que están casi todos en la provincia de Misiones, allí están mis padres, de la carpintería de mi padre, de mi mamá curándome el ojeo y el susto, del patio, de la siesta, del monte, de la noche, de Adelio Suárez, de Angel Monzón, de Blasito Martínez Riera, de Ricardo Ojeda, de Martín Rivero, de la Pista El Ceibo, de la chacra, de los casamientos, de la mandioca, el mate cocido, el mango, la pintanga y la siesta, de la escuela, el colegio, la Escuela de Música acá en Posadas, de la Universidad… fue el lugar donde escuche mucha música, creo que nunca escuché tanta música como acá, o sea hasta los 18 años. En ese año 87´ incorporé un hábito para siempre que fue la lectura, y eso se lo debo agradecer a la universidad pública”.De momento la emoción se apoderaban de sus palabras, pero aferrado a su machete para no olvidad ciertos puntos que hacen a su vida es que aseguró que se nutre de la fuerza que le brindó la universidad pública, “recuerdo al comedor universitario que no estaba acá sino en la avenida Corrientes, y teníamos la tarjeta para ir a comer, recuerdo a una noviecita de Villa Sarita que me traía mandarinas para el almuerzo. Elegí así la carrera de Antropología con esas ganas de cambiar el mundo. El mundo vino después a mi vida y ese tren El Capitán que me llevó a Buenos Aires y con él mundo, porque era completamente lo que se venía después. Recuerdo a mis vecinos, a los tareferos porque ellos están en mi corazón siempre y eso es lo que tiene mi música. Y también esta la muerte, Ichu Castillo que se fue y entonces también está presente en mi música”.
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