POSADAS. Parecerá una verdad de perogrullo afirmar que el cinturón de seguridad es un elemento de vital importancia al viajar en auto ya que ante un descarrilamiento, vuelco o choque, evita que nuestro cuerpo colisione con las partes del auto o salga despedido.El comisario Mario Neri de la Policía Provincial, quien hace 17 años trabaja en el área de Seguridad Vial, abordó esta temática en su disertación en el marco de la presentación de la Fundación Salvar, el pasado 10 de junio en Posadas. Los dispositivos de seguridad de los vehículos se pueden separar entre activos y pasivos. Los primeros comprenden todos los sistemas lumínicos, de frenado y otros, que son indispensables para que funcione adecuadamente.Entre los pasivos, el más importante es el cinturón de seguridad, señaló Neri. Y en las motos, el casco y el chaleco refractario.¿Dónde radica su importancia?Analizando desde la física y las leyes del movimiento, el comisario recalcó que “el cinturón nos sujeta al auto durante un posible choque y evita que choquemos contra el torpedo, volante, parabrisas o salgamos despedidos”.“¿Conocen el principio de inercia?”, preguntó al auditorio integrado por estudiantes secundarios y de la Escuela de Policía, así como especialistas en el tema, periodistas y ciudadanos interesados en la temática.“Este principio explica que un cuerpo tiende a mantener su estado: si está en movimiento, tiende a seguir en movimiento. En el caso del auto, si avanza a 80 kilómetros por hora, la persona que va adentro, lógicamente también viaja a 80 kilómetros. Pero en un choque, dado que el cuerpo tiende a seguir en movimiento, si la persona no tiene el cinturón -es decir, su cuerpo está separado del auto- chocará dentro del auto o saldrá despedido”, explicó.El impacto del golpe ante un choque es muy brusco. Se lo suele equiparar con caer de un edificio -desde un tercero, cuarto, décimo piso, según sea la velocidad del auto. Esto se explica con lo que se denomina energía cinética.El impacto calculado“Si una persona pesa 80 kilos y va a 100 kilómetros por hora la fuerza del impacto será 40 veces mayor que su peso, es decir es como si la persona pesara 3.200 kilos”, explicó el comisario. “Al chocar, nuestro reflejo nos lleva a intentar alejarnos lo máximo posible del obstáculo, entonces se intenta estirar los brazos y las piernas, es por eso que cuando uno hace el peritaje en el auto muchas veces se encuentran el volante doblado y los pedales torcidos”, indicó. Pero advirtió: “Si nuestro peso al chocar es de 3.200 kilos, eso repartido en cada brazo y en cada pierna significa que cada brazo debería soportar 800 kilos, y cada pierna 800 kilos, y eso es un peso que nuestro cuerpo no está preparado para soportar, por eso durante el impacto, cualquier resistencia que pongamos con el cuerpo, no será suficiente”, señaló.La energía cinética hace que viajando a velocidad cualquier otro cuerpo que esté dentro del auto -objetos como valijas o incluso el termo del mate- se transformen en altamente peligrosos: un termo cargado que pesa menos de un kilo, ante el impacto -según sea la velocidad a la que va el auto- puede tener una fuerza de impacto de 50 o 100 kilos, con lo cual puede producir golpes graves a las personas.“Para eso existe el cinturón de seguridad, para evitar ese impacto destructivo. Es un dispositivo que ya está inventado y hay que usarlo, y todos, el que maneja y los pasajeros deben colocárselo”, recalcó Neri. También destacó la importancia del apoyacabezas que evita el efecto rebote hacia atrás luego del impacto, y el airbag. El paragolpe es otro de los dispositivos pasivos que lo que hace ante un choque es repartir la fuerza del impacto de manera uniforme. “Piensen en su familia”“¿Tienen hermanos más chiquitos?”, preguntó Neri al auditorio. “Nuestros hermanitos son intocables, no queremos que nadie se meta con ellos y los defendemos. Imaginen si un día sufrimos un siniestro, ya sea yendo a pie por las calles, en colectivo o en un auto, si quedamos mal heridos, con riesgo de vida, el daño emocional que le haremos a ese hermano, y por supuesto a toda nuestra familia”, dijo. “Los que son padres, al salir a la calle, piensen en sus hijos y cuídense por ellos”, finalizó. Por las dudas Por Lara [email protected] Al desplazarnos de un lugar a otro por las calles de la ciudad o por las rutas inevitablemente estamos expuesto a sufrir algún tipo de accidente o siniestro vial. Y nadie está en condiciones de afirmar que en el viaje que está realizando, no sufrirá ningún imprevisto ya sea leve o grave. Esto es así porque como humanos no estamos capacitados para prever nuestro futuro. Entonces no nos será posible adivinar al detalle qué nos pasará y calcular las precauciones necesarias para evitar consecuencias graves.Para eso se inventaron los dispositivos de seguridad de los vehículos. Y por eso mismo las leyes establecen que deben ser usados en cada viaje, cada vez que pongamos en marcha nuestro auto o subamos a un vehículo.Pero paradójicamente y a pesar de las tristes noticias de choques y muertes que conocemos cada día en los medios de comunicación, seguimos pensando o contando con la idea de “un Dios aparte” o afirmar que “no va a pasar nada, confíen en mí” como si la capacidad del chofer fuera el único factor que juega en la calles (uno no está solo en la ciudad sino que hay otros autos, entonces si bien el conductor que nos lleva puede cumplir con todas las reglas, puede aparecer un actor ambiental o externo, como un conductor ebrio que se cruce en nuestro camino).Conclusión: tener precaución. Y esto se materializa en un manejo defensivo a una velocidad coherente que nos permita frenar a tiempo y evitar colisiones, y en usar los dispositivos de seguridad. Siempre con cinturón. Particularmente a mi hijo de dos años le enseñé que si no se sienta en su sillita con su cinturón abrochado, el auto no arranca. Lógicamente no es así. El auto puede arrancar incluso si ninguno de nosotros lleva el cinturón. Pero creerlo, al menos virtualmente, es una buena estrategia para tomar este recaudo y “atarse a la vida”. Igualmente, ya existen autos con este sistema incorporado en forma automática, para quienes lo deseen.También existen autos de uso público como los taxis y remises que lamentablemente en un 95% no cumplen la normativa de llevar cinturones de seguridad en los asientos traseros. Así directamente prohíben a los pasajeros atarse a la vida y estar preser
vados en caso de un choque.
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