POSADAS. El 26 de septiembre de 2014, hacia las 6.30, Alejandro Acosta imploraba por su vida pero no hubo milagro que detuviera el trágico desenlace de la historia. La autopsia determinó que fue blanco de 17 puntazos. Con posterioridad, los investigadores detenían en averiguación del hecho a Guillermo Barboza y a su compañero de trabajo, Héctor de Olivera, más conocido como “Brasilero”. El primero, ya en ese momento, era sindicado como autor material del homicidio. Ayer se llevó a cabo la reconstrucción del hecho y todo indica que la situación procesal de Barboza no se modificó: continúa igual de comprometida.Al menos dos testigos presenciales confirmaron haber visto y de hecho revivieron el preciso instante en que el imputado acuchillaba a la víctima hasta acabar con su vida.La reconstrucción abarcó el lugar donde se desencadenó el primer incidente, en inmediaciones de la avenida Centenario y calle Bermúdez, hasta la esquina de Corrientes y Marcelo T. de Alvear, escenario en que Acosta perdió la vida.El procedimiento estuvo supervisado por el juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Luis Verón, secundado por la fiscal Adriana Herbociani y el jefe de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (Saic), Fernando Castelli.También estuvo presente el defensor oficial Mario Ramírez, en representación de Barboza.Sin entrar en detalles, la reconstrucción, basada en el testimonio y aporte de testigos presenciales, confirmó a Barboza como el atacante.En paralelo, oxigenó la situación de De Olivera, al menos respecto de la autoría material.En síntesis, Barboza tuvo un altercado con Acosta que fue presenciado por Esteban, el amigo de la víctima fatal.Furioso, Barboza fue hasta la casa de De Olivera, al que primero habría enviado un mensaje de texto y luego golpeado la puerta hasta que abrió.Según el relato que “Brasilero” habría efectuado ayer, su compañero de trabajo le dijo que lo habían asaltado, tomó un cuchillo y salió disparado hacia la calle.Él, siempre al decir de su versión, habría ido detrás de su amigo con un cuchillo pero a mitad de camino, sobre calle Alvear, a unos veinte metros de Corrientes, dio la vuelta porque se percató que no se trataba de un robo sino de una pelea de muchachotes pasados de copa.De Olivera aseguró en ese contexto que no vio el homicidio, sino que se enteró con posterioridad, cuando la Policía fue a detenerlo.Ahora habrá que esperar cuál será la acusación que formulará la fiscal Adriana Herbociani, en el requerimiento de elevación de la causa a juicio oral y público: homicidio simple o agravado. Llegó el momento de la acusaciónTras la realización de la reconstrucción del hecho, es probable que el juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Luis Verón, dé por agotada la investigación y remita las actuaciones a la fiscal Adriana Herbociani para que requiera el elevamiento de la causa a juicio oral y público.Es poco probable que esto suceda en el transcurso de este mes, por dos cuestiones: por un lado, el día 13 arranca el receso judicial de invierno y por otro, el Juzgado de Instrucción 3 se encuentra de turno.Herbociani tendrá mucho trabajo en agosto. Tiene pendiente el requerimiento de elevación a juicio de la causa abierta contra un docente de la Escuela 43 “Reino de España, acusado de abusar sexualmente de sus pequeñas alumnas en ese establecimiento escolar, ubicado en la esquina de calle Ayacucho y avenida Roque Pérez.Ahora se suma el del crimen de la avenida Corrientes, un hecho atroz ocurrido el 26 de septiembre del año pasado.Si todo marcha sobre rieles, la representante del Ministerio Público procedería a pedir que el expediente sea elevado a la siguiente instancia.En este punto hay una arista que ahora está más clara: Héctor de Olivera, más conocido como “Brasilero”, no tuvo participación directa en el homicidio de Alejandro Acosta, aunque puede corresponderle alguna imputación porque Barboza tomó de su casa el cuchillo con el que habría ultimado a la víctima. De Olivera dijo que volvió a la casa y no vio el crimenPOSADAS. Héctor de Olivera, más conocido entre sus allegados como “Brasilero”, salió robustecido ayer de la reconstrucción dispuesta por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón.El testimonio que prestó delante de los funcionarios judiciales y abogados particulares pareció convincente, aunque será cotejado con el resto del andamiaje probatorio.Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que es apresurado hablar de un sobreseimiento para el “Brasilero”, porque de hecho el agresor tomó el cuchillo de su domicilio.En este sentido, podría corresponderle una imputación por participación secundaria.Pero habrá que esperar el requerimiento fiscal para saber qué será del futuro procesal de este hombre.La reconstrucción arrancó ayer con el testimonio de Barboza, quien sin embargo aportó poco. Argumentó que no recordaba gran parte de los acontecimientos ocurridos ese día y que no iba a hablar de aspectos que escapaban a su conocimiento. No cambió en mucho su situación: los testigos que contaron lo que sabían se encargaron de ubicarlo en una posición más que comprometida.La investigación continuará adelante. El juez deberá remitir la causa a la fiscalía, entonces sí comenzará a encaminarse hacia la etapa de juicio oral y público.Alejandro Acosta murió el 26 de septiembre pasado. 17 puñaladas se llevaron su vida, en el contexto de un crimen con un trasfondo de excesos.Ayer, durante la reconstrucción, pudo verse el rostro de una persona, Guillermo Barboza, aún aniñado. Tanta vitalidad lanzada por la borda y un futuro que asoma nefasto para sus aspiraciones. Un chico que, en caso de llegar a juicio y ser condenado, sacrificará su juventud por un error que le costó la vida a un ser humano. Si la Justicia lo declara culpable, lo pagará muy caro, en prisión.Todo muy loco, todo muy triste.
Discussion about this post