La presión de la Unión Europea por declarar a la deuda de Grecia en default, ignorando el pedido del Gobierno heleno de una quita de 30% como requisito para la continuidad de las negociaciones con los acreedores, suena a deja vu en la Argentina, que en 2005 logró una quita del 70% y avanzó en una exitosa renegociación de un pasivo sin precedentes, pero que aún hoy, a diez años de distancia, no puede normalizar sus vínculos financieros externos debido al conflicto con los fondos buitres. La puja con los holdouts en torno al cuestionado fallo del juez Thomas Griesa de Nueva York, una incómoda herencia del proceso de renegociación de la deuda -que el gobierno kirchnerista reivindica como la piedra basal de su modelo económico- aparentemente se estacionó en una suerte de impasse hasta tanto se definan las elecciones de octubre, en las que habrá un cambio de figura presidencial obligado, dada la imposibilidad de una reelección de Cristina. La polarización de las preferencias del electorado entre Mauricio Macri y Daniel Scioli, en la visión de la mayoría de los analistas y cuando falta un mes, prácticamente, para la celebración de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso), le baja el tono de confrontación al debate electoral y carga las tintas, en cambio, en los rounds sucesivos de un calendario electoral que, hasta el momento, no aporta grandes definiciones.Gestos como las versiones sobre un encuentro entre Macri y Ricardo Echegaray en el que el candidato le habría ofrecido la continuidad en el cargo al titular de la Afip, en una hipótesis de gobierno macrista; o los elogios que en su visita a La Rioja exteriorizó Scioli respecto al expresidente Menem, sugieren que los candidatos con más posibilidades eligen bajar los decibeles de la confrontación. Esto da a entender que, pese a la hipótesis de una fuerte polarización, la realidad que emerge de la situación de la economía, que no se derrumba como lo habían supuesto algunos pronósticos, pero no crece desde 2011 y acumula tensiones sin resolver, llama a la moderación en propuestas y discursos. A ello se debe que esta semana en el Senado sólo una legisladora haya votado en contra de la propuesta oficial de actualización automática de la Asignación Universal por Hijo, un programa que la mayoría de las fuerzas en pugna declara públicamente que mantendrá en su eventual gobierno, desactivando momentáneamente el fuerte debate en torno de los planes sociales del kirchnerismo. La oposición no dejó pasar, igualmente, el favoritismo hacia las provincias patagónicas, a las que se les concedió un 30% más de recursos; en un gesto de clara postergación hacia las provincias del NOA y NEA, en las que, paradojalmente, más impacta la pobreza. Ni muy muy..En este marco de cautela y escasa exposición de programas y medidas de gobierno, el escenario tendería a definirse por la ecuación genérica de “continuidad o cambio”, que proponen tanto Macri como Scioli, quienes aparentemente estarían creciendo en las encuestas gracias a sus respectivas gestiones, y a un perfil alejado de los excesos que buscan proyectar, cada uno a su manera. Del otro lado, la otrora dominante figura de Sergio Massa haciendo campaña con el Código Penal en mano, a la manera del mítico juez Lynch de la historia norteamericana, parece despertar cada vez menos entusiasmo. Esto haciendo la salvedad de que el problema de la inseguridad en los grandes centros urbanos se siente y mucho, y no son pocos los políticos que accedieron al poder en base a las propuestas de “mano dura”. Hay, sin embargo, en el contexto de esta elección un clima que no parece repetir el de las legislativas de 2011, cuando el kirchnerismo le salió al cruce a Massa compitiendo con propuestas de mano dura, como la baja de la edad de imputabilidad en delitos violentos. Últimos roundsEn este contexto, hoy se vivirá una jornada si no decisiva, cargada de expectativas, en los comicios que se llevarán a cabo hoy, en los que votará el 20% del padrón electoral nacional, equivalente a casi 6,5 millones de votantes, extendido en cinco distritos. Mientras en la vecina Corrientes se eligen legisladores provinciales, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y La Rioja se votan autoridades ejecutivas y legislativas, y en La Pampa se definen las Paso. En la Capital, algo más de 2,5 millones de ciudadanos definirán si el macrismo retiene la Jefatura de Gobierno que Macri pretende dejar en herencia a su delfín, Horacio Rodríguez Larreta. En los comicios, se vota también para renovar 30 legisladores y representantes de las quince comunas en las que está dividida la Ciudad; pero el dilema central versa sobre la “continuidad o cambio” en el Gobierno de la Ciudad. El triunfo que auguran las encuestas a Rodríguez Larreta, probablemente no lo libraría de ir a ballotage el 19 de julio, con el candidato de ECO, Martín Lousteau; final que permitiría a Macri retener su bastión, pero lo privaría del alarde de un triunfo arrollador que daría más vitalidad a su carrera a la presidencial. Mosaico cordobésEn Córdoba, donde no existen las Paso, se cree que Juan Schiaretti de Unión Por Córdoba -que ya fue gobernador en el período anterior al actual de De La Sota- asegurará la estrategia de permanencia en el poder del delasotismo. En la provincia mediterránea analizan que Massa, socio y adversario del gobernador cordobés en UNA, tiene poco y nada que ganar en el distrito, ya que si gana Schiaretti, fortalece a De La Sota en la interna de UNA frente a Massa en agosto y, al contrario, el tigrense sería quien pagaría la factura en caso de derrota del delasotismo. Juntos Por Córdoba, que expresa el acuerdo PRO-UCR-Coalición Cívica que dio forma a la coalición Cambiemos, a nivel nacional, se presenta con la fórmula que integran el diputado nacional radical Oscar Aguad y el también legislador del PRO y exárbitro Héctor Baldassi, una apuesta de riesgo, más que nada por las tensiones previas entre los socios locales de Cambiemos. El kirchnerismo, que en Córdoba juega de visitante; no está exigido a ganar, pero tiene en el candidato de “Córdoba Podemos”, el exitoso intendente de Villa María, Eduardo Accastello, una ficha interesante para aspirar a una elección digna en territorio enemigo. Los resultados de los dos distritos mencionados marcarían la posta definitoria en cuanto a la posibilidad de que los resultados provinciales incidan en la llamada madre de todas las batallas, los comicios en Provincia de Buenos Aires, sede del 40% del padrón electoral y anclaje definitivo del proceso electoral.La vuelta al origenU
na vez desmantelado el proyecto presidencial del ministro Randazzo, su desaparición de las Paso generó un vacío en los dirigentes y las bases que en Misiones se habían aventurado hacia ese camino, provocando una peregrinación de arrepentidos que volvieron al cobijo de la renovación.Entre ellos, el “Pai” Revinski, quien en un momento de arrepentimiento habría confesado a la secretaria una grave revelación que causó espasmo: la ingrata idea del socio político de Rovira de potenciar al “grandote” desde adentro del mismo gobierno. Aunque, finalmente, primó la cordura política y la conveniencia para frenar esta disparatada idea.Quedó bien clara la solvencia política de cada esquema: mientras a la dirigencia y la militancia se le disparó al tándem rupturista, tras la salida de Randazzo de la escena política, dejando solo al diputado nacional de Eldorado; la renovación se reagrupó con fuerza en torno a la línea impartida por la conducción política que ejerce Carlos Rovira, quien el 29 de mayo confirmó la fórmula oficialista Passalacqua – Herrera Ahuad. Anuncio que a muchos le pareció apresurado pero al que el tiempo le dio la razón con la confianza política depositada, obteniendo una fuerte recepción de la gente.A esta altura, a un mes de las Paso con la oferta de candidatos y partidos ya definida a nivel nacional, la única incógnita a despejar, por ahora alimentada de declaracionismos públicos y conversaciones circulares en las sombras; es si habrá forma de generar un frente amplio anti-renovación que se programó durante meses en los mentideros políticos locales, pero aún no cobró forma visible. Por el momento, desde los distintos sectores opositores, admiten las dificultades y apenas se animan a citar algún eventual socio electoral. Lo cual muestra lejana la unidad en la vereda de enfrente.
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