POSADAS. El lunes por la tarde, la capital misionera sufrió los efectos del temporal de lluvia, granizo y fuertes vientos que castigaron a gran parte de la provincia. Cortes de luz por varias horas, voladuras de chapas, árboles y muros tumbados y calles anegadas fueron las consecuencias del fenómeno climático, donde por fortuna, no hubo que proceder a evacuaciones ni lamentar víctimas fatales.Entre los sectores más golpeados se encuentra la sede de la Asociación de Jubilados y Pensionados Nacionales y Provinciales “Hilos de Plata, Abuelos buena onda”, sobre Tambor de Tacuarí y Fermín Fierro, donde volaron las chapas del sector de enfermería e ingresó gran cantidad de agua en el comedor. Pero además, cayó el muro de alambrado y fueron derribados dos árboles aledaños.En ese club, más de 60 jubilados de entre 65 y 92 años realizan talleres y almuerzan de lunes a viernes. Ayer no fue la excepción, gracias a que los socios limpiaron el sector de comedor y sirvieron la comida.En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, María Elena Kasalaba, presidenta de la asociación, contó que “voló el techo de la enfermería, donde guardamos papeles importantes que se estropearon. También insumos, medicamentos, las camillas y sillas. En el club entró agua y ahí tenemos el comedor, tuvimos que limpiar todo. El viento fue tan fuerte que tumbó dos árboles. Hoy (por ayer) estábamos ordenando y tuvimos que cortar la luz para limpiar. No sabemos aún el monto de las pérdidas”.Estaban preparando la comida El lunes cerca de las 18, la cocinera y otra integrante de “Hilos de Plata” estaban preparando lo necesario para el almuerzo de ayer. De repente escucharon el fuerte viento, los granizos y por último, un ruido muy brusco. “Estaban ellas dos y me llamaron. Yo vine cuando pasó la tormenta porque no se podía salir antes. Cuando llegué vi que cayó el tejido, un poste, dos árboles y el techo de la enfermería voló. Fue muy fuente”, detalló María Elena. Y agregó “sobre la avenida Kolping cayeron varios árboles y uno de ellos aplastó un auto”. De acuerdo a la presidenta de la asociación, en el club almuerzan diariamente 63 personas y una vez al mes se entregan 366 bolsones con mercaderías. “Eso es subsidiado por el Pami (Programa de Atención Médica Integral) y a la vez hay talleres también subsidiados por Pami, el Ministerio de Educación y la Municipalidad. Pero el mantenimiento del establecimiento es con la cuota societaria”, detalló. Ayer, a pesar de los destrozos y pérdidas, la asociación llamó a sus beneficiarios y almorzaron en el club. “La comida se sirve a las 12 y ellos llegan a partir de las 10.30 son personas que viven cerca del club. Hoy (por ayer) estamos cocinando porque ayer se preparó todo y servimos el almuerzo”.Después de la tormenta María Elena indicó que hasta ayer “no evaluamos los gastos”, pero no soló se sirvió el almuerzo sino que además se dictó un taller de cotillón. En cambio, la enfermería se encuentra inutilizada. “Teníamos elementos de enfermería y papeles que se mojaron. Son listas y papeles de los pacientes”, dijo Kasalaba.
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