BUENOS AIRES. De acuerdo a un informe del sitio con mayor cantidad de videos porno que existe en Internet, Pornhub, las mujeres miran cada vez más porno y, cuando lo hacen, se toman un poco más de tiempo. Esta es una tendencia mundial. Mientras el promedio de tiempo que ellas destinan a mirar un video porno es de 10 minutos y 10 segundos, ellos sólo llegan a los 9 minutos 22 segundos.Las preferencias de las mujeres fueron medidas por primera vez por el sitio Pornhub en septiembre de 2014. Vale decir que sólo en 2014 se vieron allí 78,9 billones de videos porno. En el informe llamado “Lo que ellas quieren” (What women want) observaron que las argentinas estaban segundas en el ranking mundial de consumo de sexo online: el 28% de los clics hechos en nuestro país eran de usuarios registrados como mujeres. Este informe fue actualizado este año y mostró que las argentinas mantienen el segundo puesto (el primero está compartido entre las filipinas y las brasileras) aunque acá la proporción de mujeres que miran porno volvió a subir un escalón y llegó al 30%. También en Argentina las mujeres le destinan un poquito más de tiempo que ellos: 8 minutos, 13 segundos (casi un minuto más que en la medición anterior) contra los 8 minutos 4 segundos que necesitan los varones. Otro dato interesante es que Rusia es el único país en el que las mujeres tienen sesiones hot más cortas que los hombres.Acceso sin testigos Ahora bien, ¿qué cambió para que cada vez más mujeres estén mirando porno? Por un lado, lo que permite Internet. “Antes de la popularización de la web, para consumir porno era necesario escurrirse hasta la última batea del videoclub, pasar cartones descoloridos con cuerpos desnudos, elegir uno que nos interesara y llevar la chapita o la caja del VHS hasta el mostrador, dar nuestro número de cliente (a veces asociado al nombre de nuestros padres) y llevarnos la película. Para las mujeres esto siempre fue una barrera de acceso altísima”, indicó a Clarín el investigador de las nuevas representaciones en la pornografía (UBA), Gino Congolani Trucco. “Con Internet y la computadora o los celulares al alcance de la mano, el consumo de porno se da de manera mucho más casual, privada y orientada no ya a lo que existe en la batea, sino a una biblioteca de Babel infinita de pornografía para (casi) todos los gustos”.Tanto es así, que en el caso del consumo de porno femenino ya se da un fenómeno muy interesante: “Es la curadoría digital de porno por parte de mujeres. Chicas que usan plataformas web como Tumblr (que no son orientadas al porno pero que lo permiten) para abrir espacios web en donde republican el porno con el que se calientan, para que otras mujeres lo consuman como un trampolín para investigar qué es lo que les gusta”, agregó Cingolani Trucco.Los especialistas analizan además otros factores que incidieron la incluir a la mujer en el porno. Entre estos, la evolución de las mujeres respecto al contacto con la sexualidad. “Antes, la conflictiva que llegaba al consultorio tenía que ver con cuestiones genitales, como el rendimiento del varón o el orgasmo. Ahora vienen a consultar por el deseo, porque las mujeres ya no se quedan tranquilas teniendo sexualidad sin deseo, como eran antes”, señaló la psicóloga y sexóloga Adriana Arias. “Por eso, ahora mirar porno y hacer porno casero es una indicación médica. Porque es estimulador, porque enseña, porque les permite experimentar más cosas viéndolas. Ahora es más fácil porque el porno ha evolucionado hacia formatos con los que las mujeres se sienten más cómodas: cuerpos más reales, más relato, más previa y menos planos ginecológicos”.
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