En 1915 se conformó en “Yerbal Viejo” la Sociedad Escandinava integrada, en su mayoría, por pioneros suecos que traían en su sangre un espíritu progresista que lo exteriorizaron en la organización.La inmigración proveniente de los países nórdicos del Viejo Continente ingresó en su gran mayoría por Brasil. Escapando a una realidad de miseria producto de las guerras, los inmigrantes vinieron a estas tierras buscando mejor vida. En ese contexto arribaron a “Yerbal Viejo”, donde dejaron sus rastros en cada paso del desarrollo comunitario.“Para nosotros estos cien años representan mucho. Sobre todo recordar a quienes la iniciaron, primero por la necesidad de tener un lugar de encuentro familiar, actos culturales, religiosos, bailes sociales, pero sobre todo para soñar lo que irían forjando”, expresó Leonardo Andersson, actual presidente de la Parroquia Olaus Petri.La primera Comisión Directiva tuvo como presidente a Conrado Falk, vicepresidente Adolfo Lindström, secretario Gustavo Nilsson, pro-secretario Thorleif Bögh (noruego), tesorero Allan Källsten, pro-tesorero Hilmer Källsten, recaudador de cuenta Carlos Pettersson, vice-recaudador Ernesto Kindgren, revisores: Isidoro Magnusson, Juan Manuel Nilsson y Augusto Hölm. Como organización paralela y de vital importancia surgió la comisión de damas Verdandi (diosa del destino), integrada, en su inicio por Alma Hölm de Cristhen, Lobisa Nilsson y Esther Andersson de Källsten.Fundadores de la primera escuela, primer destacamento policial, primera biblioteca, puesto de atención médica, entre otras, la Sociedad Escandinava respaldada por una excelente relación con los países de origen, fue fundamental para que Oberá se consolidara como una comuna pujante. Leonardo Andersson, actual presidente de la Parroquia Olaus Petri aseguró, en relación a sus antepasados: “Creo que lo que los distinguió siempre fue el gran compromiso con la cultura y la educación”.Pioneros en saludLa atención de la salud de los habitantes obereños, en esa primera etapa de la comuna, sin importar de donde provenían, fue iniciativa de la Sociedad Escandinava. Transcurría el año 1932 cuando llegó para tal fin, la enfermera sueca Sister Sigrid Hölmstrom. Del “Viejo Continente” venían maestros y también pastores. “La Iglesia fue muy importante para mantenerlos unidos y darles contención espiritual”, recordó Leonardo Andersson.En 1954 la entidad pasó a ser Asociación Concordia. Por ese entonces el pastor Anders Ruuth y luego Sven Arne Flodell, asumieron el compromiso de crear un espacio para la educación formal, así nació el Instituto Carlos Linneo. En la actualidad, con su oferta educativa para todos los niveles, inclusive superior, es uno de los más reconocidos de la ciudad. “Los pastores fueron el alma de la congregación, a pesar de que muchos de los señores tenían espíritu de liderazgo, siempre fueron muy respetados los pastores”, aseguró Andersson.La Asociación Concordia pasó a ser luego Parroquia Olaus Petri, nombre que conserva hasta la actualidad.AnderssonLeonardo Andersson (78) es nieto de pioneros suecos. Hennig Andersson y Hedvig Andersson, por parte del padre y Ernesto Sandberg y Esther Kratz, por rama materna. Ellos llegaron a Puerto Lucerna, Brasil.Cuando sus padres, Algoth Andersson e Iris Carolina Sandberg, eran niños, vinieron a radicarse a “Yerbal Viejo”. Luego Leonardo se casó con Noemí Sand y tuvieron cuatro hijos y diez nietos. “Recuerdo que era un niño y acompañaba a mi mamá hasta la casa de la Sociedad Escandinava. Fue parte de mi vida y del desarrollo de Oberá. Villa Svea fue el amanecer de Oberá”. Inmediatamente agregó que “ellos, vieron todas las necesidades del pueblo y tuvieron apertura, porque cada logro era para toda la comunidad, integrada por distintas corrientes inmigratorias”, relató a PRIMERA EDICIÓN.
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