El pedido de justicia por el crimen de Horacelia Génesis Marasca (16) volvió a hacerse escuchar en las calles de Posadas, esta vez mediante una marcha pacífica que llevaron adelante su madre, sus amigos y vecinos de la chacra 181 durante la mañana del lunes 19.“Estamos acá para pedir justicia por mi hija. Pido perpetua para Monzón, alguien así no puede volver a vivir en sociedad”, reiteró emocionada Norma Benítez, madre de la víctima, quien encabezó la manifestación que convocó a alrededor de 60 personas, tal como pudo atestiguar PRIMERA EDICIÓN.Después de dos postergaciones por mal tiempo, la concentración se realizó cerca de las 9 en la intersección de las avenidas Urquiza y San Martín de la capital provincial, tal como estaba previsto. No obstante, la caminata comenzó una media hora después.Con pancartas, afiches y banderas, vecinos y allegados a la víctima y su familia remontaron la avenida Urquiza bajo el sol caliente de media mañana. Recorrieron casi dos kilómetros y medio hasta llegar a destino, el Juzgado de Instrucción 6, emplazado sobre calle Buenos Aires casi Roque Pérez, donde se lleva adelante la investigación del aberrante crimen.La elección del punto de inicio tampoco fue casual. Es que en la chacra 181, ahí nomas del lugar de partida, Horacelia nació y se crió, hasta que algunos años atrás abandonó el barrio para mudarse a la chacra 150 de Villa Cabello con Martín Monzón (34), detenido y autor confeso del hecho.“Agradezco el acompañamiento. Quiero justicia por mi hija y que la sociedad no acepte más la violencia. Sé que mucha gente no pudo venir, pero sé que esa gente hoy también está con nosotros. Pido justicia y paz para todas las personas, que no haya más violencia de unos contra otros”, fueron las palabras de Benítez al arribar frente al Instrucción 6, alrededor de las 10.45.En ese lugar, con la emoción a flor de piel, vecinos y amigos rodearon a la mujer y, mediante abrazos, le brindaron su apoyo. También estuvieron presentes integrantes de las organizaciones Cecilia Rodríguez, Aquelarre, y del Colectivo de Acción contra la violencia de género. Tal como surge de la investigación, todo apunta a que el hecho sucedió alrededor de las 22 del domingo 16 de agosto en el departamento de la chacra 150, donde Horacelia vivía junto a Monzón y el pequeño hijo de la pareja, de apenas meses.Al parecer, una nueva discusión entre ambos acabó cuando la menor recibió al menos tres puñaladas en el pecho, una de las cuales por poco no le llegó a la médula. Después de eso, el horror: la adolescente fue descuartizada y separada en cinco bolsas de residuos. Monzón, tras ser detenido, se quebró y confesó que fue el autor de ese hecho, pero aseguró que se trató de un acto de defensa en virtud de que fue la adolescente quien lo atacó con el cuchillo.De una u otra manera, lo cierto es que el detenido intentó ocultar parte de las bolsas en distintos puntos de la zona costera. Sólo gracias a que se quebró y acompañó a los propios investigadores es que cuatro de esas bolsas fueron encontradas. La quinta jamás apareció.La causa actualmente está en manos del magistrado Walter Ricardo Balor, al frente del?Juzgado de?Instrucción 6 hasta donde ayer llegaron los manifestantes. Al filo del mediodía el juez recibió a Benítez, quien a la salida de esa reunión explicó a este diario que “todo está encaminado”.Una última pregunta respondió la mujer antes del regreso a casa, relacionada con el cuidado que recibe el hijo de Horacelia -que actualmente está por cumplir nueve meses de vida- y los recuerdos que le quedan de la adolescente. “A ella la recuerdo con mucho amor y cariño, la extraño mucho. Y Agustín, su hijo, ya está por cumplir nueve meses. Él es ella. Yo lo beso y es como estar besándola a Horacelia”, cerró con dolor.La defensa apeló la preventivaCon respecto al expediente, en las últimas horas la defensa de Monzón, a cargo del defensor oficial Miguel Ángel Varela, apeló la prisión preventiva dictada por Balor hace casi un mes. El recurso está ahora en la Cámara de Apelaciones.Mientras tanto, el detenido continúa alojado en la Unidad Penal VI de Miguel Lanús, bajo custodia especial permanente, ante el temor de que pueda ser golpeado por compañeros de encierro o intente quitarse la vida.
Discussion about this post