Desde hace un tiempo la Liga Posadeña de Fútbol viene presentando muchas irregularidades que no hacen más que quitarle seriedad al Torneo.Esta sexta fecha del Clausura no fue la excepción, pues la violencia, los campos en mal estado, la falta de efectivos policiales y equipos que no completan para llevar a cabo un partido, quitan protagonismo al certamen.En cancha de Atlético Posadas, el dueño de casa superaba por un apretado 3 a 2 al puntero La Picada, pero a los 35´ del complemento, el árbitro Martín Quiroz debió suspender el encuentro.La acertada decisión fue tomada cuando el técnico del conjunto de Villa Cabello, Víctor "Pata" Medina increpó una posición adelantada a uno los líneas. Se excedió en los reclamos y el asistente llamó al árbitro para informar. Cuando Quiroz se dirigía al lateral, el entrenador del “Tren del Oeste” salió disparado desde el banco e intentó agredir al asistente. Afortunadamente fue frenado a tiempo por Quiroz y jugadores, pero en ese momento, salió otro miembro del cuerpo técnico que fue a agredir al árbitro. La buena actitud de los jugadores de tratar de calmar la situación evitó que los incidentes pasen a mayores.Por su parte en cancha de Huracán, el clásico barrial fue para Mitre que superó por un contundente 3 a 0 a Mitre. Este juego comenzó con una hora de retraso por falta de personal policial.Por su parte, en Villa Urquiza se jugó doble jornada. En primera instancia, Guaraní se impuso por un claro 5 a 1 a Tigre en un encuentro donde le “Felino” no completó los once jugadores. Luego sufrió la expulsión de un jugador y sumado a la lesión de otro, el árbitro Gastón Ramírez suspendió el encuentro por inferioridad numérica a los 43 minutos del complemento. Posteriormente, Brown y Crucero del Norte igualaron 1 a 1.No obstante en la Antigua Capital, Candelaria venció por 1 a 0 a El Brete y lo dejó sin chances de alcanzar en la punta a La Picada. Finalmente, en Santo Pipó, Corpus hizo lo propio y derrotó por un claro 3 a 0 al local Sporting.
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