Colaboración: Lic. Hernán Centurión 2ª ENTREGANunca nadie se habría enterado quién fue el "valijero" Antonini Wilson, si no hubiera aparecido la oficial aeroportuaria María Luján Telpuk. O tal vez hoy Amado Boudou no estaría imputado en el caso Ciccone si Laura Muñoz no hubiera declarado que su esposo Alejandro Vandenbroele era el “testaferro” del vicepresidente. Salvando las distancias y los casos, la corrupción en la Universidad Nacional del Paraguay, desde el rector hacia abajo, nunca hubiera trascendido si alguien no hubiera "tirado el dato" a los periodistas paraguayos.Ese "caballero" desconocido se acercó a una redactora del periódico asunceno Última Hora para filtrar las escandalosas contrataciones que estaba realizando el titular de la casa de altos estudios Froilán Peralta Torres. Todo comenzó investigando la altísima suma de dinero que cobraba una secretaria vip en la Contraloría General del Paraguay. En ese revuelo informativo se acercó un "desconocido" y aportó una lista de nombres que figuraban como docentes y empleados de la UNA que no reunían el perfil ni la formación académica para estar frente a un aula. El estatuto de la universidad hacía difícil ver cuál era el esquema de trabajo de los docentes, pero al llegar a Tatiana Cogliolo, la secretaria del rector que cobraba como docente universitaria, cuando apenas era una maestra que hacía poco tiempo se había recibido, permitió tirar del hilo y descubrir la madeja.A medida que fueron apareciendo las publicaciones con las denuncias, montados en la indignación, los jóvenes estudiantes comenzaron a animarse a reclamar y forjar el movimiento #UNA no te calles, que terminó en una gran movilización y protesta contra el esquema de corrupción que comenzó a destaparse en las distintas facultades. El problema tenía décadas, se arrastraba desde los días de la dictadura de Alfredo Stroessner y la opinión pública consideró desde el sentido común que “como siempre”, en una semana todo iba pasar. Pero no tuvo en cuenta la fuerza estudiantil que se animó a ir por más y no dejar “todo como siempre”. El caso de la contraloría y las renuncias que hubo en esa dependencia pública es visto en Paraguay como la bisagra que dejó ver que la corrupción no siempre se sale con la suya. Si hay compromiso ciudadano todo puede cambiar y eso fue lo que hicieron los estudiantes en su universidad. Froilán Peralta se comunicó con el diario que llevaba adelante la investigación y les comentó que nada iba suceder, porque uno de los artículos del estatuto equiparaba los cargos con los de los docentes. Sin embargo, ese aparente escudo legal y el padrinazgo político del senador colorado Juan Carlos Galaverna, no fueron suficientes. La Asociación de Abogados del Paraguay presentó la denuncia en la Justicia por “delitos de lesión de confianza, cobro indebido de honorarios y demás casos de corrupción que deben ser investigados”. Hoy el rector pasa sus días en el penal de Tacumbú a la espera del juicio. “Emilio”, estudiante de Filosofía contó que había mucho malestar en las distintas facultades respecto a cómo la estaban manejando los decanos. Hubo pedidos de renuncia que nunca fueron atendidos.Pero lo sucedido con Froilán Peralta fue la chispa que generó el efecto dominó en todos los decanatos de la universidad.Luego del cimbronazo que sacudió los cimientos de la UNA desde mediados de septiembre, un nuevo rector fue designado para la casa de altos estudios. El exdecano de la facultad politécnica Abel Bernal, se hizo cargo de la institución con el aval del estudiantado. El nuevo directivo reconoció que llegó al cargo “producto de una revolución”. Dijo que el problema se veía venir desde hacía tiempo y que los decanos no supieron canalizar los requerimientos de los estudiantes y que “no estaban haciendo bien los deberes”. Secundarios movilizadosCuando apenas se había destapado el caso Froilán Peralta, el 18 de septiembre pasado, los estudiantes secundarios de Paraguay organizados en la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes), hicieron una marcha para despertar la conciencia ciudadana sobre el estado del sistema educativo en su país. Un mes después de aquella movida, anunciaron que están en estado de movilización permanente, para exigir reformas y denunciar el estado de corrupción. Reclamaron además mejoras en la infraestructura de las escuelas.Justamente, el 30 de septiembre se había derrumbado el techo de un aula en un colegio de la localidad de Lambaré, dejando heridos a trece alumnos. Los videos que mostraban a los niños desmayados bajo los escombros eran desgarradores. El intendente municipal quedó en la mira, ya que el municipio habría subejecutado el presupuesto destinado al mantenimiento de las escuelas. El presidente del Paraguay Horacio Cartes atendió a los estudiantes secundarios quienes le habían reclamado una audiencia para hablar sobre los problemas educativos. En el encuentro, el mandatario se comprometió a mejorar la agenda para resolver los problemas de la educación y el combate a la corrupción en ese estamento público. Subidos a la denuncia periodística por los escándalos en la UNA, los estudiantes secundarios del Paraguay también tomaron un rol protagónico para mejorar a su país. Porque como les dijo el papa Francisco “un pueblo que vive la inercia de la aceptación pasiva, es un pueblo muerto”.Lo que se investiga en cada facultadDerecho: hubo allanamientos en busca de documentos que guardaran relación con nombramientos de docentes.Veterinaria. Investigan cincuenta cargos que no prestarían ningún servicio efectivo en la facultad.Arquitectura: supuesta contratación de la hija, el hermano y la novia del decano. Politécnica: Varios docentes en la mira. Uno de ellos cobra por siete rubros docentes y dieta por cargos directivos. Odontología: investigan una delegación fantasma en una localidad del interior donde inscribieron 40 cargos docentes sin que haya sido autorizado por al Consejo Directivo. Ciencias Exactas: docentes sin mérito concursado que consiguieron cargos por ser familiares del decano. Medicina: los estudiantes proporcionaron a la Justicia una lista de 170 empleados y docentes de la facultad que cobrarían irregularmente sus haberes. Hay una excesiva cantidad en planta.Filosofía: los estudiantes denunciaron que entre 2009 y 2015, docentes cobraron por cursos fantasmas.Ingeniería: 30 docentes son investigados por cobro indebido de haberes.Agronomía: Contrataciones de allegados al decano, lesión de confianza y cobro indebido de haberes docentes.Química: contratación de licitaciones de allegados a los directivos de la facultad. Economía: los fiscales allanaron la dependencia en busca de “planilleros” y para cotejar la lista de funcionarios y docentes. Investigan
además el envío de fondos por obras que fueron pagadas pero no concretadas.
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