El hombre acusado de matar a los dos hermanos en Rosario, confesó ser el autor de los homicidios al momento de ser detenido.“En Rosario entré a la casa, le robé 25 mil pesos al pibe y lo maté. Después me encargué de la piba”, contó Javier Hernán a los policías que lo detuvieron el miércoles a la noche, publicó el diario La Capital.Cabe aclarar que dicha declaración no tiene validez judicial, porque se hizo sin asistencia de un abogado. Javier y Agustina Ponisio fueron asesinados hace una semana en su casa de Castro Barros al 5500, en la zona sur de la ciudad.Según registros recabados por los pesquisas, el matador ingresó a la casa a las 8.30, mató a Javier con cuatro disparos y a Agustina con dos balazos en la cabeza. Todos efectuados con una pistola calibre 9 milímetros. A las 8.40 se subió a su Fiat Siena color gris topo que había dejado estacionado en la puerta y se fue a toda velocidad, doblando por Sánchez de Bustamante hacia el oeste, detalla ese diario.El asesino se fue pero su auto, el que tiene registrado a su nombre, quedó grabado en una cámara de videovigilancia pública. Ese fue el primer dato con el que comenzó a trabajar la Policía de Investigaciones (PDI) rosarina y el fiscal Florentino Malaponte.El miércoles 14 de octubre pasado los estruendos provocados por los balazos sobresaltaron a los vecinos del barrio Saladillo, en la zona sur rosarina. Ninguno de los habitantes del barrio imaginó que a Agustina y Javier Ponisio, dos hermanos de 26 y 28 años, que viven allí desde que fueron adoptados por su familia, los habían asesinado. La puerta de ingreso de la casa de dos plantas no estaba forzada.Agustina, recién se había levantado y estaba en la cocina tomando mates. Allí la encontró su madre, tras retornar del gimnasio. A la joven la mataron de dos disparos en la cabeza, cerca de la oreja derecha. La secuencia que reconstruyeron los investigadores apunta a que el disparo que mató a Agustina despertó a su hermano Javier, que estaba en su dormitorio en la planta alta. Cuando bajó a toda velocidad para ayudar a Agustina, el asesino le disparó cuatro veces: en la cabeza, en el tórax, en un brazo y en la cintura. Los hermanos Ponisio murieron en el acto.
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