Fernando Farré, detenido por el femicidio de su esposa Claudia Schaefer, cometido en agosto pasado en el country Martindale del partido bonaerense de Pilar, comenzará a partir de hoy a ser sometido a una serie de peritajes piscológicos y psiquiátricos para determinar cuál era su salud mental al momento del crimen.Los estudios y entrevistas se realizarán en la Asesoría Pericial de San Isidro. Fuentes judiciales informaron a las agencias de noticias que la semana pasada, la fiscal de la causa, Carolina Carballido Calatayud, rechazó un planteo del abogado Adrián Tenca, defensor de Farré (52), para posponer el inicio de las pericias. Según las fuentes, el defensor se quejó de que su perito de parte, el psiquiatra Enrique De Rosa, no pudo aún entrevistarse con Farré en los calabozos donde el acusado está alojado, para preparar los puntos a tratar en los peritajes. La prohibición de que tanto De Rosa como cualquier otro profesional de la salud mental sin la debida autorización vea a Farré fue impuesta por el juez de Garantías 6 de Pilar, Nicolás Ceballos, como una medida impulsada por la querella y avalada por la fiscal para evitar que el viudo pueda ser preparado por la defensa para afrontar los estudios. La fiscal Carballido Calatayud rechazó el planteo, ya redactó cuáles son los puntos de pericia que a ella le interesan y, de esta manera, los tests y estudios para Farré comenzarán durante la jornada de hoy, indicaron las fuentes.Las periciasLos puntos de pericia solicitados por la fiscal son 15 y, entre ellos, el más importante es el que la fiscal pregunta “si el imputado podría haber padecido insuficiencia o alteración de sus facultades mentales que le impidieran comprender la criminalidad de su actos y/o dirigir sus acciones”. Carballido Catalayud le solicita a los expertos que describan “las características de personalidad” del acusado, “si el imputado padece alguna patología focalizando el manejo de su impulsividad y agresividad” y “si es fácilmente influenciable en la toma de decisiones por parte de su entorno familiar”. Además, la fiscal pregunta si Farré “resulta ser peligroso para sí o para terceros teniendo en cuenta las características del hecho investigado y el material aportado en la causa”, en referencia a los mensajes, notas y grabaciones de audio extraídos del teléfono de la víctima que les envió para su análisis. También pide el concepto que Farré tenía sobre su esposa, su actitud con su grupo familiar y si estaba bajo tratamiento psiquiátrico y, en caso de que estuviera medicado, qué efecto tienen esas drogas sobre él. La autoría material de Farré -procesado con prisión preventiva como autor de un homicidio doblemente calificado por el vínculo por haber sido cometido en un contexto de violencia de género-, no está discutida por ninguna de las partes, por lo que una eventual inimputabilidad es la única estrategia que tiene la defensa para quitarle responsabilidad y evitar una prisión perpetua. Tenca dijo que trabajará en tres planos: la inimputabilidad, es decir, que Farré supuestamente no comprendió la criminalidad de sus actos o no pudo dirigir sus acciones; el estado de emoción violenta, que en vez de prisión perpetua tiene una pena disminuida de 10 a 25 años para un homicidio agravado como éste; y las circunstancias extraordinarias de atenuación de la condena. En cambio, según fuentes judiciales, para la fiscalía, Farré tenía planeado asesinar a Schaefer (44) el día del hecho y que por ello incluso se preparó y tomó los dos cuchillos de cocina con los que cometió el ataque, antes de que su esposa llegara a la escena del crimen.
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