Dicho artículo establece que "el sistema electoral que regirá para la integración de los cuerpos colegiados deberá conceder, bajo pena de nulidad, representación a la minoría o minorías, que no podrá ser inferior al tercio del total". Sobre esta base, sectores de oposición sostienen que serían más de veinte los municipios en los que el oficialismo, que se adjudicó el triunfo en la totalidad de las municipalidades misioneras, debería dar cumplimiento a la disposición constitucional.El reclamo que se iniciaría tras la finalización del escrutinio definitivo, y que reitera una discusión similar en una anterior elección, pivotea sobre el derecho a la representación política de las minorías, a las que se concibe como garantes de la diversidad y la amplitud de ideas en el debate de los cuerpos legislativos, en los que por definición se entiende que debe recogerse la diversidad propia del debate político en la sociedad. Curiosamente, el peligro de que la gestión en los cuerpos representativos derive en un unicato, término que se instaló en la política argentina a partir de la cuestionada gestión del presidente Juárez Celman, (1886/1890), cobraría actualidad en la provincia hoy como resultado del ejercicio de la voluntad popular. Esta paradoja, que fue la base del argumento del gobierno de la renovación para no sacrificar bancas a favor de la oposición en 2011, merecería una resolución política de rango institucional, preferiblemente al margen de un resultado electoral particular.El derecho que se busca garantizar, bien visto, no es el de las minorías partidarias en sí mismas, sino el derecho que asiste al pueblo en general a contar con una representación política de calidad, en la que se escuchen todas las voces..
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