Ramón Méndez, quien a los 83 años manifiesta una lucidez fuera de serie, fue el elegido por la Asociación Argentina de Intérpretes (Aadi) para ser homenajeado en esta 4ta edición local del Festival Haciendo Caminos.Fabián Meza, delegado local de Aadi, resaltó que "Ramón Méndez está siendo homenajeado en diferentes eventos en todo el país, y qué bueno que también tenga su merecido reconocimiento en su provincia". La fiesta dio inicio con los hermanos Alan y Nazareno Britez, fieles exponentes de lo que son las nuevas generaciones del más puro chamamé tradicional y que estuvieron acompañados en la voz por Leonardo Zarur, quien demostró que su condición de no vidente sólo le engrandeció la voz y el sentimiento. A continuación fue el turno de Jorge el "Tano" Fiorio, quien, firme y contundente, desplegó clásicos del 2×4 acompañado en el piano por Mauri Pérez, y para finalizar se despachó con una sentida (y festejada) versión de Posadeña Linda, cuyo recitado quedó flotando y compitiendo en emotividad con los hinchas xeneizes que comenzaban a llegar al popular paseo para festejar un nuevo campeonato.Luego del Tano llegó la hora del homenaje a quien fuera primero discípulo y luego compañero de andanzas de glorias como Isaco Abitbol y Tránsito Cocomarola.Ramón Méndez, quien junto a los antes nombrados y Blas Martinez Riera y don Tarragó Ros, conforman el pináculo del chamamé tradicional, subió al escenario a recibir de manos de Fabián Meza, representante local de la Aadi, una placa en reconocimiento a su trayectoria musical.Ramón no sólo sigue componiendo, sino que toca y recibe el cariño de la gente de todo el litoral yn la oportunidad decidió hacer lo propio con todas las mujeres misioneras, a quienes regaló un sentido y festejado poema de su autoría. Además, esta auténtica leyenda del chamamé, se encargó de recordar y compartir la mención recibida con los grandes intérpretes que lo acompañaron a lo largo de su carrera, "especialmente los Changos Misioneros, que estuvieron desde mi primer festival en Valparaíso(Chile)", destacó.El cierre musical estuvo a cargo de otra generación de grandes chamameceros. Así, entre la juventud de Los Hermanos Britez y la longevidad de Ramón Méndez, encontramos a Ricardo "Cacho" Barchuk, quien hace 40 años viene bregando por la salud del chamamé tradicional. Con su brío característico, derrochó musicalidad sobre el escenario.
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