Señora Directora: Semanas atrás, luego de las elecciones de Jefe de Gobierno porteño, desde el kirchenrismo muchos destacaban el cambio de discurso de Mauricio Macri. El que se había suavizado, reconociendo logros del gobierno nacional al que pretende reemplazar desde el 10 de diciembre próximo. Y muchos, entre los que me cuento, aplaudimos esa adverencia tan evidente, por de más.Pero, resulta que ahora, después de los comicios presidenciales del 25 de octubre y abierta la posibilidd de un balotaje, el discurso del candidato oficialista Daniel Scioli también está dando un viraje que lo hacerca a las posiciones sostenidas por otro candidato, ya derrotado, Sergio Massa, y que nunca formaron parte de las propuestas del postulante oficialista. Incluso aquellas que desde el entorno de gobierno se calificó de ilegales por contradecir la letra de alguna ley.¡Vaya falta de coherencia de uno y de otro! Un oportunismo en ambos que da asco y nos abre una enorme icógnita: ¿cuánto realmente piensan hacer de lo que dicen? ¿O son sólo fuegos de artificio de campaña?
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