El festejo fue tan grande como las polémicas. Pero a Boca poco le importó, porque los errores increíbles del árbitro Diego Ceballos terminaron favoreciéndolo y pudo levantar su segunda copa en menos de una semana. Sí, el xeneize derrotó 2 a 0 a Rosario Central y esta vez se consagró en la Copa Argentina.Mucho se esperaba de este enfrentamiento entre los dos mejores equipos del momento, pero la mala noche del árbitro tiró por la borda todos los pronósticos y análisis futbolísticos.El árbitro y su asistente Marcelo Aumente fueron protagonistas involuntarios al incidir en el resultado, ya que marcaron un penal inexistente y un gol en offside para el “Xeneize”, al tiempo que cobraron posición adelantada en un tanto legítimo del “Canalla” marcado por Marcelo Larrondo. El primer gol del encuentro lo marcó Nicolás Lodeiro, a los 9 minutos del complemento y desde los doce pasos, luego de una jugada en la que Paulo Ferrari tomó de la camiseta a Gino Peruzzi al menos un metro y medio afuera del área, aunque el referí y su asistente vieron que la infracción fue adentro. Cuando el encuentro estaba casi definido, Andrés Chávez aumentó el marcador, a los 44, en posición adelantada después de una asistencia de Marcelo Meli, algo que no fue advertido por el asistente Marcelo Aumente. Con el juego desvirtuado después de una pésima labor de Ceballos, Javier Pinola fue expulsado en Central, a los 47, por doble amarilla. “Esta copa no la perdimos, nos la sacaron. Es increíble lo que nos hicieron”, expresó dolido Coudet.“Tenemos que acostumbrarnos a esto. Ganamos bien”, analizó Carlos Tevez.
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