Cuando Miguel Salazar, Rogelio Peralta, Mauricio Lencina, Hugo Benítez y el padre Carlos Vera decidieron iniciar una caminata hacia el Centro de Espiritualidad de Nuestra Señora de Loreto no imaginaron la trascendencia que tendría este gesto que en dos semanas cumplirá 14 años y que en cada una de las convocatorias suma más peregrinos. Benítez y Peralta recordaron cuáles son los desafíos que deben afrontar cada noviembre y las redes que se deben tejen desde septiembre para brindar seguridad a los participantes durante los casi 60 kilómetros que separan a Posadas de Loreto, con las imperfecciones propias del terreno y de las refacciones que en ese tramo realizan sobre la ruta nacional 12. También salen unos 600 devotos desde Jardín América y otros 400 desde Leandro N. Alem, pero por estos días con una logística propia. Contaron que el propósito surgió tras el Encuentro Jubilar Diocesano 2000 que se llevó a cabo en las ruinas jesuíticas de Loreto, presidido por el extinto sacerdote Víctor Arenhardt. "¿Porqué no caminamos?", fue la pregunta disparadora y enseguida se sumó el padre Vera, que estaba encargado de la Pastoral de la Juventud, e hizo extensiva la invitación a los jóvenes. Así, de cinco que pretendían salir, contabilizaron 150 interesados que se fueron enterando a través del "boca en boca". Llevaban la imagen peregrina de la Virgen de Itatí, que pidieron prestada en la parroquia homónima, emplazada en proximidades de La Rotonda y que por cinco años fue el punto de partida, hasta que por el inicio de obra de las colectoras, se trasladaron a Fátima.Con semejante cantidad de gente, durante la primera experiencia sólo contaban con tres servidores que se encargaban de controlar que los peregrinos no salieran a la ruta o no se quedaran por el camino. El grupo tenía un solo auto de apoyo, también prestado, y lo que llevaban (agua, medicamentos) era producto de la donación. También contaban con el acompañamiento de estudiantes de enfermería que ya profesionales, siguen ofreciendo su apoyo a quienes se descompensan, tienen ampollas o torceduras.Si bien informaron a la policía sobre la decisión de avanzar por la ruta, "fuimos una complicación para la fuerza porque ellos sólo tenían pensado un operativo en el predio de Loreto. La inexperiencia hizo que no comuniquemos a Gendarmería Nacional pero la policía acompañó todo el camino a paso de hombre", dijo Benítez. Con el paso de los años, van tomando la posta de acuerdo a las jurisdicciones, los operativos están mejor organizados, y la caminata, que nació con un tinte juvenil, se hizo popular, familiar.Comunicados por la radioEstaba previsto que Radio Tupá Mbaé transmitiera la salida y la llegada. Finalmente fue caminando junto a los fieles. "No tenían pensado una transmisión tan larga. Ahora comienza a las 17 del sábado y se prolonga hasta después de la misa del domingo porque la gente comenzó a interactuar, mandar mensajes, a interesarse por el estado de los peregrinos. Es una zona donde la señal de teléfono es nula y es la única forma que los familiares sepan de nosotros", en particular en esos dos o tres años que el periplo fue recorrido íntegramente bajo la lluvia. Contaron que durante varios años los tres kilómetros de ingreso a Loreto eran de tierra y que aún con mal tiempo, el ánimo no decaía. "Los chicos iban guitarreando hasta que el instrumento quedaba como un charango y se desarmaba por el camino. Ese entusiasmo hacía que podamos seguir. Es que como servidores teníamos doble trabajo: avanzábamos y retrocedíamos para evitar que el grupo se dispersara. Es que como la caminata se hace larga, cada uno va tomando su ritmo. Si bien la imagen de la virgen marca el grueso de la gente, hay algunos que no entienden, creen que es una maratón y van tres kilómetros adelante. Hay gente que tiene su ritmo y se queda unos kilómetros detrás. Si no están preparados físicamente, es muy difícil. Muchas veces hubo gente mayor, hipertensa, que llegó hasta Candelaria y tuvo que volver", relataron.Peralta consideró que en Loreto los fieles "quieren caminar con la Virgen, llevar sus deseos, necesidades, inquietudes, agradecimientos, promesas. Tenemos mucho para crecer, para hacer. Lo más lindo es ver salir a la gente y la manera en que llega a destino. El ánimo. Esa última recta antes del arco, los gritos, las corridas, el entusiasmo: por eso vale la pena todo", dijeron. Confiaron que todo se hace por voluntad de la gente: porque alguien donó una curita, un paquete de torraditas, caramelos, una botella de agua o unos pesos para la nafta. "Nosotros nos movemos pero hay una comunidad mucho más grande que colabora y reza, que piensa en que esa gente que camina tiene que estar bien asistida", aseguraron."Con la tierna mirada de María"La XIV Peregrinación a Loreto se iniciará el sábado 14 de noviembre a las 18, con la salida de los peregrinos de todas las zonas pastorales de la Diócesis: Zona Posadas y Gran Posadas (desde la parroquia de Fátima); Zona Ruta 12 (Cristo de la terminal de Jardín América) y Zona Sur (Ruta 4 y Vélez Sarfield, de Leandro N. Alem).La llegada de los caminantes está prevista durante el amanecer del domingo 15. Ese día a las 9 se realizará la misa central y estará presidida por monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de la Diócesis de Posadas, y será concelebrada por todos los sacerdotes de la Diócesis. Ese día se suspenden todas las misas. Este año el lema convocante es "Con la tierna mirada de María, vamos a Loreto". La preparación a esta peregrinación anual se viene realizando desde septiembre, oportunidad en que se realizó el envío de las imágenes de Nuestra Señora de Loreto para la visita a las comunidades parroquiales, instituciones educativas e instituciones públicas y privadas. Así, la Madre de Dios y Madre Nuestra, se acercó a cada uno de los fieles para interceder por sus peticiones y llevar el mensaje esperanzador de su Hijo. "Ahora nos preparamos nosotros para ir a su encuentro y llegar así a Dios".
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