Luego de las <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/206777/misterio-resuelto-a-mazur-la-mataron-y-disfrazaron-el-crimen.html">confirmaciones periciales en torno al crimen de Hilda Mazur</a> (36), en las últimas horas la Justicia finalmente imputó de manera formal a la pareja de la mujer por el delito de “homicidio simple”. Hasta ahora, todas las pruebas lo señalan directamente.Se trata de un hombre de 52 años que permanece detenido en sede policial. Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, al menos hasta ahora su situación es complicada en torno al episodio que le costó la vida a la mujer, madre de una nena de apenas tres años.Como este diario publicó en su edición del último viernes, el velo de misterio que se mantuvo sobre la causa se corrió finalmente con el resultado final de la autopsia que llevaron adelante los profesionales del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial.Ese examen determinó que Mazur murió asfixiada por un trozo de carne que fue hallado en su tráquea y que fue introducido por otra persona, en lo que fue una denominada “muerte provocada”. Los forenses creen que la mujer estaba inconsciente y que alguien aprovechó ese estado para colocarle la carne con la que finalmente se atragantó.Así las cosas, para la magistrada Selva Raquel Zuetta, titular del Juzgado de?Instrucción 5 de Alem y a cargo de la investigación, por el momento los elementos de prueba son suficientes para imputarle al sospechoso la autoría del “homicidio simple”.Son varios los testimonios en contra del detenido, a los que se sumó ahora el relato de un joven que hacía trabajos de albañilería en la vivienda de al lado y que le habría pedido un vaso de agua al arrestado en determinada hora. Dijo el muchacho que el hombre más tarde le cumplió ese pedido, pero en un horario que -creen los investigadores- Mazur ya estaba sin vida en ese mismo lugar.El episodio se descubrió alrededor de las 17.50 del miércoles 21 de octubre en una vivienda de calle Hilario Maidana, en la zona urbana de Leandro N. Alem. Habría sido el propio acusado quien llamó a las autoridades para contar que su pareja yacía sin vida.Los policías llegaron y se toparon con un cuadro extraño. La mujer estaba acostada en la cama, tenía las ropas húmedas y había heces humanas prácticamente por todo el lugar.El médico policial constató entonces marcas en el cuello de la mujer y varios golpes en la cabeza y en un brazo. Ahora, con la autopsia ya finalizada, los investigadores tienen una teoría principal: la mujer fue golpeada hasta quedar inconsciente y entonces su asesino le introdujo la carne para fingir que todo había sido un hecho accidental.
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