Un total de 28 familias obereñas comenzaron su vida en casas nuevas gracias a la intervención de Techo y de alrededor de 200 voluntarios que durante el fin de semana ayudaron a levantar las unidades de emergencia en los barrios Caballeriza (8), San José (13) y Villa Cristen (7). “Fue un fin de semana muy intenso y con una muy buena convocatoria” de colaboradores tanto locales como de Posadas, Eldorado, San Vicente y de alumnos de la Universidad de Cruz Alta (Brasil)”, dijo Damián Reinero, director general Techo Oberá desde agosto.Añadió que “fue un fin de semana a pura integración porque construimos junto a la familia, no somos una organización que construye para la familia sino que lo hacemos juntos. Ellos pagan un porcentaje de lo que vale la vivienda y construyen con nosotros ese fin de semana. Pasamos dos días en los que almorzamos, charlamos, tomamos un tereré, lo que genera un vínculo más allá de la necesidad de la vivienda”.Contó que el cierre de las actividades “fue muy emocionante”. Reinero estuvo en el Caballeriza donde construyó junto a ocho familias y donde se realizó un cierre general, ocasión en que muchos hablaron y contaron su experiencia. En su mayoría son tareferos devenidos en changarines y constructores, otros tantos se dedican a la olería o a cortar césped. “Pero esto sigue porque con Techo seguimos trabajando en los barrios de otras maneras. Ahora en Caballeriza conformamos una comisión a la que denominamos mesa de trabajo y empezamos junto a los vecinos a tocar otros temas como educación, infraestructura, trabajo, a hacer capacitaciones en oficios, apoyo escolar, arreglo de veredas, y todo lo que los ellos crean que es necesario para su barrio”, relató. Describió a familias que vivían con pisos de tierra, con paredes de cartón o madera en muy mal estado, y techos que inventaron con materiales que encontraron a su paso. “A nosotros nos duele muchísimo ver y vivir eso los fines de semana porque todos los sábados visitamos los diferentes barrios. Pero transformamos esa indignación en acción. Estamos contentos que puedan tener una vivienda un poco mas digna. Si bien recalcamos que sigue siendo una vivienda de emergencia, porque es una construcción de 6×3 sobre pilotes de madera, es una gran mejora y un empujón para que las familias empiecen a proyectarse”, aseguró este posadeño que desde hace seis años reside en la capital del monte y que se dedica al voluntariado desde 2011.“Construí con Adolfo (72) que vivía en una casa con piso de madera pero en muy mal estado y un techo de cartón que ya no aguantaba más y por eso llovía adentro cuando llovía afuera. A pesar que hablaba poco, nos decía que estaba muy feliz. Estaba muy emocionado y repetía que de ahora en mas no tendrá que correr su colchón de un lado para otro para escapar a las goteras. Eso nos emociona y a la vez nos duele que una persona recién a esta edad pueda cumplir el sueño de tener una casa mas digna”, señaló Reinero a modo de experiencia personal.El sábado 14 recorrerán distintos barrios de Oberá que tienen problemas de acceso a la tierra y servicios básicos, para realizar un mapa y un informe de villas y asentamientos.
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