A pocos días de culminar sus gestiones, en las últimas semanas la actual conducción del Deliberativo Municipal posadeño habría hecho un número indefinido de nombramientos. En su mayoría se trataría de personal contratado adscripto a los diversos concejales que el 10 de diciembre deben dejar sus bancas.En los pasillos de la vieja casona de Bolívar y Rivadavia se comentó, por ejemplo, que semanas atrás el área de Recursos Humanos debió trabajar a paso redoblado para confeccionar en un día el legado de unos cien de esos empleados que serían designados en planta por la Presidencia.Como en todos estos casos, resulta difícil confirmar las versiones, ya que incluso los ediles de la oposición evitan responder las consultas que se les pueda hacer respecto a esa irregularidad. También su personal adscripto (asesores, familiares, colaboradores) es parte de ese generoso reparto de beneficios, aunque en menor medida que en el oficialismo.Vale recordar que ya en marzo pasado había trascendido un importante volumen de designaciones de asesores políticos y “familiares” que fueron pasados a planta permanente entre diciembre de 2014 y ese mes, y que nunca fue desmentida por la Presidencia, ni por los ediles y funcionarios consultados al respecto.Hace cinco años, en 2010, el personal del Concejo, entre planta permanente y contratados, rondaba las 390 personas y en noviembre de 2014 ese personal de planta ya alcanzaba a 694 personas, según reconoció entonces la presidenta del cuerpo Magdalena Solari, a los que se sumarían los “asesores” designados en el trimestre siguiente. Y si vamos más atrás, hace 31 años, en 1984, y a poco del reinicio del actual periodo democrático el personal de la corporación municipal alcanzaba a las 45 personas para los nueve concejales de entonces, según confesó una vez el entonces presidente del cuerpo Osvaldo Alfredo Navarro.
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