En vísperas de las fiestas de egresados, los costos se dispararon y al parecer la especulación también. Cada familia, con un estudiante a punto de culminar sus estudios, invierte entre 7 mil y 10 mil pesos aproximadamente, para vestir, calzar, y pagar las tarjetas del “pequeño” grupo (papá, mamá, egresado en cuestión) que asistirá a la cena y baile. Ni hablar si quieren ir abuelos o tíos. De hecho, si la persona que se recibe es mujer, los gastos pueden llegar a ser mucho más elevados porque habrá que pensar en correr con otros gastos de peluquería, maquillaje y zapatos, cuyos precios varían de acuerdo a la confección y se dispararon considerablemente en el último mes. En una recorrida informal de PRIMERA EDICIÓN para sondear el mercado capitalino la percepción de algunos compradores es que “hay mucha especulación con lo que va a pasar después del ballotage; de pronto hay poco stock para poder comparar valores y calidad, y en casi todos lados te dicen “volvé la semana que viene que van a entrar cosas nuevas”, lo hacés y te vuelven a decir lo mismo. Dan la impresión de que puede haber una remarcada”. Lucía B. es mamá de Celeste, alumna en quinto año en un colegio privado. Contó que las tarjetas de la cena valen 600 pesos “pero es porque la fiesta se hace en el salón de gimnasia del colegio. En vestidos y zapatos para ella ya pasamos los 5 mil, y eso que empezamos con ese gasto después de las vacaciones de invierno. Ahora estoy en la búsqueda del traje para mi esposo, y vestido para mí. Está todo caro”, señala y vuelve la mirada a unos diseños que le muestra la vendedora en una casa expulsiva de vestidos. “Código” de vestimenta Las recepciones son eventos familiares que desde siempre implicaron un costo importante. No sólo por lo que se gasta para el egresado; también está el costo de tarjeta de quienes van a la cena, que este 2015 los alumnos de 5to. año y sus familias pagaron a los servicios de salones y catering, un monto que varió entre los 400 a 800 pesos, por cada uno. Hay que tener en cuenta que se trata de cenas donde se cumple con un código de vestimenta de gala, que de por sí, es oneroso. “Si la egresada es una chica, lo más costoso es el vestido. Si lo manda a confeccionar hay un piso entre los 3.500 pesos que puede ir hasta los 10 mil”. Quien habla es el modisto y estilista Leo Coronel con quince años de experiencia en el rubro como trabajador independiente. “Es una de las inversiones más grandes que puede tener una familia, de ahí que sea razonable que se haya empezado a ver la cosa desde muy temprano, hablo de abril y mayo, principalmente para resolver cuestiones de indumentaria y calzado. Ya más a fin de año, y en fecha próxima al evento, se empiezan a ver las cuestiones de las tarjetas y la cena. Este año hubo mucha gente que se adelantó para tener todo lo más pronto posible y que no se junten los gastos”, confió Coronel. “Este año sí importó el gasto. Este año primó la búsqueda de precios, se manejaron pidiendo presupuesto, calculando, comparando entre lo que cobran en Encarnación (Paraguay)”, describió.“Después de los resultados de las recientes elecciones y ante el inminente desarrollo de la segunda vuelta, el mercado se retrajo. Hay muchísima reserva para encargar un trabajo, si bien se consulta bastante, los clientes se toman el tiempo para buscar precios. De cada diez consultas, tres como mucho te encargan el trabajo”.A nivel diseño, el estilista también describió algunas las tendencias: “Hay una soltura mayor, ya no se busca usas algo estructurado o armado con diseños antiguos, sino más naturalidad a la hora de un diseño ( se descarta el estilo de vestidos de estilo princesa antigua) pero priman los géneros más costosos, bordados con cristalería y piedras, que implica otro tipo de trabajo. Se aliviana la cuestión de que los vestidos para que no sean tan pomposos a nivel volumen, pero si resultan serlo a nivel calidad de la tela utilizada”. Johana Aguirre, encargada de McCowens, con especialidad en ropa masculina, se refirió de su parte a la tendencia en la venta de trajes. Resaltó que tienen en la promoción la ventas de ambos para las recepciones: con la compra del saco, pantalón y corbata, corbatín o moño, la camisa se la llevan de regalo. Los precios de la tienda empiezan en los 1.500 pesos y a partir de una transacción que supere los 1.600 pesos empiezan las promociones y regalos. “Los más caros se sitúan en los 2.400 pesos dependiendo de lo que se está buscando”, describió la mujer.Otra promoción de la casa es el clásico “lleve tres pague dos” que se aplica a aquella elección del cliente que arma su estilo con sacos sport, pantalones y camisas, con lo cual la prenda de menor valor va de regalo.“Hace dos meses más o menos empezamos a recibir clientes que empezaban a comprar la ropa de recepción. Entre comentarios nos declaraban que se anticipaban por un temor de que se disparen los precios, aludiendo que “siempre en esta época suben los precios de todo”. “Hoy en día los chicos no eligen tanto el traje, intentan salir más de la formalidad, no van directamente al ambo, sino que buscan algo más canchero, ya no quieren usar corbata, muchos se inclinan por los moños o los corbatines. Además está la competencia de lo locales situados alrededor y por eso creemos que hay que salir a competir fuerte”.Consultada sobre el actual comportamiento de los consumidores en relación a 2014, “hemos notado que en comparación del año pasado la venta fue relativamente baja en los meses de octubre y noviembre. Veremos que pasa más a fines de mes y principio de diciembre. Hasta ahora, por lo menos en lo que hace a la venta de recepciones, la buena venta todavía no arrancó”, especificó. En tanto, Alejandro Cabrera, experimentado coiffeur posadeño, brindó un panorama de la inversión en maquillaje y peinado para la noche de gala, que vale alrededor de 650 pesos. Cabrera expuso además otra tendencia que se afianza en algunos sectores medios y altos de la ciudad, en sintonía con lo que se estila en las grandes ciudades, que es la de pagar un servicio que incluye prueba de maquillaje y peinado por un total de 1.200 pesos (con anticipación a la fiesta) para que ese día, la egresada luzca a la perfección.“Ese día, en cualquier salón más o meno serio, se cobra un promedio de 600 pesos para peinar y otros 600 pesos maquillar a la joven egresada. El presupuesto que incluye prueba implica preparación de la piel y el pelo en los días anteriores a la gran noche”, confió el estilista. Controles de rigorPor último, otro detalle importante a tener en cuenta es que desde la Municipalidad manifestaron que para el cierre del ciclo lectivo 2015 se encuentran habilitados 31 lugares para la realización de las fiestas de recepciones, algo que puede variar en estas semanas, ya que se trata de la lista de locales que presentaron ingresaron al registro voluntario de salones de e
ventos. “También en esos eventos, la cartera sanitaria envía una notificación por escrito a los locales bailables con el pedido concreto de que se reforzaran los controles en la venta de alcohol a menores, algo que está normado y prohibido”, especificó el secretario de gobierno José Moglia, quien remarcó que por disposición municipal, el baile es hasta las 5 a.m.”“Lo que insistimos en recomendar es que los chicos y los papás se asesoren sobre los lugares habilitados y los catering, que son alrededor de 20 en el rubro en Posadas. Para evitarse malos momentos”, dijo. “En las cenas no está permitida la venta de alcohol, y la presencia del egresado está permitida hasta las 5. La venta de alcohol significa la clausura del evento”, insistió Moglia en diálogo con este diario.
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