El Tribunal de Juicio Oral Distrito Judicial Norte de esta ciudad, condenó a reclusión perpetua a Diego y Ramón Kubitz como co-autores del homicidio "criminis causae" del joven oriundo de Misiones, Gerardo Vélez (19), perpetrado en enero pasado en la localidad fueguina de Río Grande.La víctima fue asesinada a puñaladas y los autores prendieron fuego el lugar para ocultar el salvaje crimen y el robo de una suma cercana a los 20 mil pesos.Dicho tribunal estuvo compuesto por los camaristas Juan José Varela, y los subrogantes Andrés Leonelli y Pablo Duarte. El fiscal Jorge López Oribe alegó en su momento entendiendo que en el caso, "hay diferentes indicios que por separado los vinculan al hecho, pero si se toman en conjunto son demasiado categóricos de que ellos fueron los autores".En cuanto al suceso imputado, López Oribe señaló que la hipótesis sostiene, "se tiene una probable mecánica que el chico estaba comiendo solo, llegaron, lo llevaron para atrás lo ultimaron y luego causaron el incendio, nunca sabremos qué pasó allí adentro".Sobre la presencia de los imputados en la escena, continuó diciendo, "hay diferentes indicios, respecto de Diego Kubitz se le secuestró una zapatilla con signos de ahumamiento, la suela derretida por el fuego, un mes después una bolsa con dinero, celulares y documento del fallecido, se encontró ADN en esa bolsa de los dos, fue como que firmaron un cheque diciendo, fuimos nosotros dos", concluyó. A su turno, los defensores oficiales de los imputados, Mariano Sardi y Julia Allocati, solicitaron la absolución de sus defendidos planteando diversas dudas sobre la investigación. Sostuvieron que hubo pruebas contradictoras a lo largo de todo el debate y que todo se trasluciría en un conflicto que existe entre las familias Vélez y los Kubitz, al entender que la gran mayoría de las personas que actuaron como testigos, imputados y hasta la propia víctima, presentaban un grado de parentesco, algunos con un grado más íntimo y otros un poco más lejanos. Además, indicaron que hubo una importante manipulación de las pruebas, incluso con el hallazgo de colillas de cigarrillos con muestras de ADN de los imputados en el interior de la vivienda de la víctima, indicaron que en realidad esos elementos nunca estuvieron en esa vivienda.Tras la lectura del fallo, la madre de la víctima, Graciela González, lloró desconsoladamente recordando a su hijo y agradeció su labor al fiscal Jorge López Oribe y al personal policial que trabajó en la investigación del caso, y que estuvo presente en la sala para la lectura del veredicto.Los imputados abandonaron la sala sin la menor señal de arrepentimiento. Gerardo Vélez era albañil y tenía intenciones de regresar a Misiones el 13 de enero. Pero una semana antes, el 5 de ese mismo mes, fue ultimado por los acusados.Los primos Kubitz conocían a Gerardo y el día del hecho no sólo lo asesinaron con un arma blanca sino que además provocaron un incendio en la vivienda de calle Puerto San Luis 425 al fondo del barrio El Mirador de Río Grande, para intentar borrar todo indicio del hecho.Fuente: Medios Digitales
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