Al menos tres policías resultaron heridos durante la operación antiterrorista en Saint-Denis, al norte de la capital, donde se han desplegado militares, según fuentes de seguridad. Tres hombres fueron detenidos.A las 4.30 de la madrugada (3.30 GMT), los agentes lanzaron un asalto en el centro de Saint-Denis, en el marco de la investigación sobre los atentados reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI). Cuatro horas después, seguía en curso. El barrio está acordonado y los vecinos escucharon tiroteos durante casi una hora. Alexia, que estaba asomada a su ventana, escuchó "disparos a partir de las 4.25, explosiones como de granada y ráfagas intermitentes", explicó a la AFP. "Las fuerzas del orden están muy tensas, están alerta, un helicóptero sobrevuela la ciudad", dijo el alcalde de la localidad, Didier Paillard.Las autoridades pidieron a la población que evite salir de casa. Las escuelas permanecerán cerradas, al igual que los accesos al metro. Tampoco circulan autobuses ni tranvías. Según una fuente policial, el blanco es Abdelhamid Abaaoud, un yihadista belga de 28 años miembro del EI. Conocido también como Abu Omar Susi o Abu Omar alBaljiki, se le busca desde enero como sospechoso de haber proyectado también atentados en Bélgica.Salah Abdeslam, de 26 años, sospechoso de ser uno de los atacantes que ametrallaron el viernes varias terrazas de cafés y restaurantes parisinos junto con su hermano Brahim, que se hizo estallar, también está siendo buscado, sobre todo en Bélgica, donde según las autoridades se organizaron los ataques.Basándose en un video, los investigadores creen que en el Seat León negro, uno de los coches utilizado para los ataques, había una persona más de las que se pensaba hasta ahora. Este sospechoso podría estar huido, al menos que se trate de uno de los dos presuntos cómplices del atentado arrestados el sábado en Bruselas e inculpados por la justicia belga por "atentado terrorista".Estos dos, Mohammed Amri, de 27 años, y Hamza Attou, de 20, habrían ayudado a Salah Abdeslam a huir de París tras los ataques. De modo que serían nueve los hombres que participaron en los atentados del viernes: tres kamikazes en las afueras del Estadio de Francia en Saint-Denis, tres en la sala de conciertos El Bataclan y tres que dispararon de forma indiscriminada contra bares y restaurantes de París.Al menos tres de ellos, Omar Ismail Mostefai, Samy Amimour y Bilal Hadfi estuvieron en Siria. La policía busca también información sobre uno de los kamikazes del Estadio de Francia, cuya foto fue difundida el martes por la noche. Este hombre pasó por Grecia y se halló cerca de su cadáver un pasaporte sirio, cuya identidad corresponde a la de un soldado de Bashar al Asad muerto hace unos meses.En guerra"Parecía que estábamos en guerra". Explosiones, ráfagas de disparos, despliegue de soldados y helicópteros despertaron el miércoles de madrugada a los habitantes del centro de Saint-Denis, al norte de París, donde se dio un asalto a un apartamento.Hayat, de 26 años, pasó la noche en casa de unos amigos, en la calle Corbillon, donde tiene lugar el asalto. "Fue justo cuando salía", hubo "disparos", "pensé que era un ajuste de cuentas", comenta."Pero los disparos continuaron, llegaron muchos refuerzos y acordonaron la avenida de la República. Parecía que estábamos en guerra", asegura. "Pudo haberme alcanzado una bala". El centro de la ciudad está acordonado completamente por las fuerzas de seguridad.En torno a las 7.30 seguían escuchándose explosiones, constató la AFP. Unos cincuenta militares estaban apostados a la entrada del perímetro de seguridad, con fusiles de asalto.La prefectura de la policía recomendó a los habitantes que permanezcan en casa. Se cerraron los colegios céntricos y se cortó el tráfico del metro, autobuses y tranvías.Un treintañero que pidió conservar el anonimato dijo que el asalto policial había sido en su apartamento, en la calle de Corbillon número 8."Hice un favor""Un amigo me pidió que alojara a dos de sus colegas unos días", contó a la AFP este hombre. "Le dije que no tenía colchón, me dijeron no importa, sólo querían agua y rezar", explicó. Mi amigo "me dijo que venían de Bélgica"."Me pidieron un favor. Lo hice; no sabía que eran terroristas", explicó el hombre, muy agitado, antes de que la policía lo esposara y se lo llevara.Delante de la iglesia se han concentrado periodistas y transeúntes. "Iba al hospital (…) No había autobús y escuchaba el ruido de los helicópteros. Me di cuenta de que estaba pasando algo", relata Emma, de 25 años.Al alba, un helicóptero seguía sobrevolando la zona. Los soldados continuaban desplegados, junto con decenas de furgones de la policía y de los bomberos.Didier, un lugareño de 34 años, "no está tranquilo". "Todas estas patrullas, estos muchachos armados (…) parece como si buscaran a alguien"."¿Dónde está la seguridad en todo esto? ¿De verdad estamos seguros?", se pregunta Naim, de 33 años, que vive a dos calles de allí y lleva desde las 06H00 en la acera, siguiendo en directo los hechos. "Hay tipos de la BRI (policías de élite) que circulan con pasamontañas, fusil en mano"."Hay que largarse", le responde otro vecino.Coalición con Washington y Moscú La investigación se centra asimismo en un yihadista francés, Fabien Clain, de 35 años, actualmente en Siria, quien leyó el texto de reivindicación del EI en una grabación difundida por internet.Este miércoles, el gobierno presentará sus primeras medidas antiterroristas decididas tras el atentado más sangriento de la historia del país. El consejo de ministros examinará el proyecto de ley sobre la extensión del estado de emergencia por tres meses, que será votado el jueves por la Asamblea Nacional y el viernes por el Senado.Para organizar la respuesta militar, el presidente François Hollande se reunirá el 24 de noviembre con su homólogo estadounidense Barak Obama en Washington y dos días después con el ruso Vladimir Putin en Moscú. Su esperanza es formar una coalición única para "destruir" al EI.Fuente: Agencia de Noticias AFP/NA
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