Todas las necesidades y demandas de las personas que deben pasar por una enfermedad terminal. Todos los desencuentros y la falta de fe. Todo el dolor y las angustias. Estas son algunas de las cuestiones a las que se enfrentan los profesionales que trabajan día a día en el equipo de Cuidados Paliativos Misiones en el Hospital Madariaga, con cada vez más pacientes cuyas vidas tienen una fecha de vencimiento clara y precisa debido a una enfermedad terminal.Según precisó Walter Cattaneo, jefe del equipo, “este 2015 tuvimos más de 8 mil consultas. Cuando arrancamos en el 2010, tuvimos cero consultas, llegamos a 300 en el 2011 y hoy tenemos ese número alto. Cuando empezamos teníamos dos o tres pacientes y hoy tenemos cerca de 1.200 en atención, con lo cual no damos a basto y necesitamos la participación de muchos más profesionales”, señaló en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.Justamente, para lograr que más profesionales se sumen a la causa, se organizó la IV jornada provincial de Cuidados Paliativos, y el I Foro Paliativo del Nordeste, a la que asistieron distintos profesionales de la salud y en el que disertaron especialistas nacionales e internacionales. Además, en ese marco, se aprovechó para firmar un acta de colaboración mutua entre el Ministerio de Salud Pública, la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos y el Observatorio “Qualy” de Atención Paliativa de España, con la finalidad de impulsar un mayor desarrollo de la atención paliativa en Misiones, fortaleciendo los programas formativos para la atención paliativa de los profesionales de las diferentes disciplinas, especialmente relacionados con el tratamiento de personas en situación de enfermedad avanzada y aspectos éticos vinculados a la temática.“Los cuidados paliativos consisten en la atención integral. Una atención que tenga en cuenta todas las necesidades físicas, emocionales, sociales, espirituales integradas”, destacó Xavier Gómez – Batiste, director del Observatorio “Qualy” de España, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Dicha atención se centra en personas con enfermedades avanzadas, progresivas, crónicas, con una limitación de pronóstico de vida.“No inmediatamente, pero la enfermedad puede progresar con crisis de necesidades, con mucho sufrimiento, síntomas como dolor y otros que requieren un abordaje multidimensional. Es decir que debemos tener en cuenta todo esto con el objetivo de calidad de vida integrado en todos los servicios”, remarcó. Por otra parte, el trabajo no es solamente con los pacientes, también incluye a su familia. “El equipo interdisciplinario escucha al paciente y escucha también a la familia”, explicó la doctora Rosa Mertnoff, Jefa del programa de cronicidad avanzada del Hospital Británico en Cuidados Paliativos, en una charla con este Diario. “La gente que no conoce este modelo de atención cree que el sufrimiento o tener que acompañar durante procesos largos a un familiar enfermo es su función y que no hay que atenderlos a ellos. Nosotros pensamos que hay que acompañarlos a ellos también, sostener este cuidado que tiene un impacto altísimo en la vida de este familiar. Entonces también intervenimos con espacios específicos para escucharlos a ellos. Lo que hacemos es atender y escuchar a estas personas y sus necesidades en su marco de funcionamiento”, señaló.Los cuidados paliativos nacieron alrededor de la década del 70, pero en la Argentina se implementan desde hace veinte años. “En los últimos años es cuando empezamos a ver que este modelo es aplicable a otras personas con enfermedades no oncológicas”, destacó Mertnoff. “Todo lo aprendido para atender enfermos de cáncer nos sirvió también para pacientes que tienen enfermedades crónicas evolutivas de todo tipo, como el alzheimer, la demencia, etcétera. Sabemos que están pasando mal debido al desarrollo de su enfermedad, además de que utilizan servicios sanitarios y sociales que muchas veces no resuelven bien sus necesidades y sus demandas”, finalizó Gómez – Batiste.





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