Las lágrimas son una expresión del alma. A veces se llora de felicidad y en otras de tristeza o amargura. En el caso de Nano Knack no es difícil sospechar porqué sus ojos se vuelven cristalinos cada dos frases.El 25 de mayo de 2014 su familia era brutalmente masacrada. Él se salvó de milagro. Antes de que los impiadosos criminales ingresaran, acompañó a su novia; con la que hace meses contrajo matrimonio; hasta su domicilio.En ese intervalo, al menos cinco asesinos ingresaron en la casa, torturaron al jefe de familia, Oscar Knack; a su esposa Graciela Mojsiuk y a los hijos de ambos, Bianca (12) y Cristian (21); los rociaron con alcohol y los quemaron.De todos ellos, Cristian soportó las quemaduras y secuelas, sobre todo en las vías aéreas respiratorias, con una valentía espartana. Incluso, llegó a hablar cuando se encontraba internado en el sector de cuidados intensivos del hospital Escuela Ramón Madariaga.Aportó datos que la Justicia consideró clave para llegar al menos hasta uno de los sospechosos; el exprefecturiano Pablo Julio Paz, que junto a Juan Ramón Godoy y el mecánico Marcial Alegre continúan detenidos con prisión preventiva por "cuádruple homicidio calificado". En caso de ser declarados responsables en debate oral y público, les espera una condena a prisión perpetua.A más de un año y medio, el caso permanece en fiscalía; pendiente del requerimiento de elevación a la instancia de debate oral y público. En una entrevista exclusiva con PRIMERA EDICIÓN, Nano Knack habló de éste y otros temas sin tapujos; a boca de jarro como se dice popularmente, sin filtros de lo que él considera injusto. Incluso, lanzó un par de perlitas como secretos jamás revelados por la instrucción.Tiene una herida abierta en el alma y es probable que ni una cirugía a cielo abierto pueda cerrarla. Hay secuelas a corto, a mediano y a largo plazo; pero todas definitivamente imperecederas.Una de ellas quedó al descubierto al comienzo de la charla y Nano se encargó de dejarla bien en claro. Ante la propuesta de efectuar la entrevista dentro de la casa, la misma donde se produjo la masacre; la respuesta fue tajante: "Prefiero que no; sin ofender; ahora no confío ni en mi sombra".¿Qué Nano hay hoy; qué secuelas quedaron? Habrán secuelas por el resto de mi vida, porque ese vacío que esa gente me dejó no hay manera de rellenar. Uno recuerda todos los días, cada parte de ellos está en la casa. Una parte en mí cambió mucho después de esto. Cambió también mi compromiso, porque antes trabajaba y hoy me toca llevar adelante el aserradero solito, con mi esposa.¿Ya no confiás ni en tu sombra?Uno ya no confía ni en las autoridades; hace un año y medio que esperamos por la Justicia, pero la Justicia está lenta, no te da artículo. Vas a preguntar al Juzgado y parece como que va a seguir pasando, que lo que me pasó fue algo normal. La causa ahora está muerta en la Fiscalía. ¿No encontraste sensibilidad en las autoridades?No. Gauchat (Alba Kunzmann, quien se inhibió de seguir al frente de la causa), era la que más nos atendía. Uno veía la sinceridad y el interés de ella, que mandaba a gente de Investigaciones a averiguar, pero después la causa se apagó, cuando agarró Alarcón, no hay ningún movimiento, no hay novedades; está quieta, desde mi punto de vista.Pero Alarcón cerró la investigación y se la pasó a la fiscal Silke;?¿pudiste hablar con ella?No, con ella no hablé. Pero con Alarcón sí;?y me dijo que se están haciendo cosas, pero nosotros vemos que no se encamina, que no va a juicio, como que estuviera quieta la causa.¿En qué cambió tu vida? Por ejemplo, si tocan el timbre a la noche, ¿qué hacés?Bueno, nosotros si es tarde, de noche, no atendemos, no se sale a atender. Ya instalé las cámaras en la casa y en ese aspecto estamos más seguros…¿Decidiste armarte?Sí sí, eso sí. Tuve que comprar un arma, registrada por supuesto, porque no puedo estar así. Además, ellos (NdR: por los asesinos de su familia) se llevaron la escopeta que teníamos.¿Cómo se sobrelleva el hecho de ser Nano Knack? ¿Duele ser reconocido por una desgracia?En ese aspecto no me enaltezco de nada, sigo siendo la misma persona, lo único que cambió es que todo el deber cayó sobre mí. Antes trabajaba como uno más; ahora compro y debo pagar. Ahora tengo que organizar, pagar a todo un plantel, todo eso.Te casaste después de la tragedia… Sí, hacía años que tenía mi novia y por lo que pasó tuve que adelantar (la boda), porque estaba haciendo mi casa como para casarme pero no llegamos a ese anhelo, tuvimos que apurar, casarnos antes para venir a vivir aquí.¿Una desgracia así influye, por ejemplo, a la hora de pensar en tener hijos?Y mirá, mi tío intenta influir; quiere ser abuelo, como que nos da coraje diciéndonos que va a ser lindo, que vamos a tener lindos momentos que hasta nos pueden hacer olvidar, pero no tomamos ese coraje, como que nos da miedo. Realmente hoy tenemos temor de traer un hijo a este mundo, por lo que alguien es capaz de hacer, nos dejó sin… Hay momentos en que la vida no tiene sentido, porque nos "terminaron" de tal manera. Vos decís ‘hoy trabajo para tener mis cosas y mañana viene un delincuente y tenés que estar más encerrado que un ladrón’.¿Hay algo que te podría cambiar el espíritu?Ojalá que podamos superar esto en algo, no sé si algún día lo vamos a llegar a superar del todo, porque es una falta que se nota en el día a día. Y no sé, puede cambiar, pero de principio tienen que cambiar las leyes, porque el delincuente hoy por hoy tiene mucho beneficio, mucha ley que le favorece. Hoy la persona honesta, de trabajo, es la que parece un delincuente, porque te vienen arriba todos y no te dejan laburar, están todo el día atrás tuyo. Y los delincuentes están sueltos, libremente, y hacen y hacen y nunca caen, nunca están en su lugar.¿Creés que hubo un entregador; alguien cercano a tu familia o que haya trabajado con ustedes?Sí, después de que pasó eso con nosotros, hubo un asalto en Los Helechos y allí cayó un empleado nuestro porque asaltaron y mataron a una señora y a su hijo. Y ese era nuestro empleado. Después la investigación relacionó todo con nuestra casa, como que él estuvo acá, pero no se le puede involucrar todavía porque faltan pruebas…¿Tenés pesadillas?No, eso no; incluso duermo demasiado. Ni la persona más mala en la faz de la tierra debe pasar por lo que pasó mi familia. No me quiero ni imaginar; por la escena que había adentro de la casa cuando entramos a limpiar, eso fue un terror…encontramos martillos y pinzas que estaban arriba de la mesa que era seguramente para torturar, golpearle los dedos, apretarle, únicamente para eso tenían.¿Podrías perdonar a los asesinos de tu familia? ¿Sentís odio hacia ellos?Odio no siento; uno dice que tiene que perdonar a
l enemigo pero a esas personas, que me sacaron lo más valioso que tenía en la vida, no les puedo perdonar. Me cuesta mucho decir "yo le voy a perdonar a esa gente". No sé si algún día les voy a poder perdonar.Cristian fue acuchillado tras el incendioNano contó cómo su hermano Cristian, clave para aportar datos reveladores a la investigación, reconoció a uno de los imputados; el exprefecturiano Pablo Julio Paz."Entre el humo, el fuego y el desespero; Cristian se desató, desató a mi papá y de ahí forzaron la persiana y saltaron la ventana. Cuando todos salieron al pasto; Cristian reconoció a esa persona que salió de la casa ya sin la capucha".Entonces esa persona, que después indicarían como el exprefecturiano, regresó y apuñaló a Cristian mientras le decía que se acostara sobre el pasto."Ahí ellos (NdR: por los asesinos) dispararon para el auto", indicó el único sobreviviente de la masacre.Pedido de justicia"Sentimos ansiedad y desesperación por que se resuelva esto, para que se esclarezca, que la gente que estuvo involucrada pague por lo que hizo, porque lo que nos quitaron no tiene precio, no hay precio por lo que nos hicieron. Quiero pedirles a las autoridades que piensen, que reflexionen, ellos también tienen familia, hijos, esposa. Pienso que si ellos se ponen en mi lugar o en el lugar de mi padre, de ver torturar a mi familia; si les hubiese pasado a ellos, harían lo que deben hacer. Porque si van a dejar libres a esos delincuentes, el día mañana les puede pasar a ellos o a cualquier otra familia, porque de asesinos así nadie está libre".Una acción heroicaPara Nano Knack, los asesinos ingresaron a la vivienda definitivamente decididos a prender fuego a sus padres y hermanos pero, en realidad, a quemar la casa entera para borrar todas las pruebas. No lograron su objetivo por el coraje y valor de su familia."Ellos alcanzaron a evitar el incendio de la casa. La vida de mis padres fue humilde; nunca tuvieron una como debía ser. Pudimos hacer esa casa porque teníamos pino, fuimos sacando de la chacra, y para mis papás era algo que ellos disfrutaban porque nunca tuvieron esa comodidad. Y la defendieron hasta lo último, dieron su vida para apagar el fuego, porque cuando llegué ellos estaban quemados cien por ciento". Con esa acción conservaron el escenario del crimen, clave para el futuro de la investigación.Claves1 El 25 de mayo de 2014, poco después del mediodía, al menos cinco criminales irrumpieron en la casa de la familia Knack, situada en el kilómetro 7 de la ruta provincial 5, jurisdicción de la comuna de Panambí. 2 Los asaltantes ingresaron a la vivienda por detrás. Separaron a los hombres para que no se resistieran y comenzaron a torturar a la familia. Rociaron un bidón de alcohol a los integrantes y les prendieron fuego.3 Nano contó que cuando limpiaron la casa encontraron un martillo y una pinza, elementos con los que se sospecha atormentaron a las víctimas. El único sobreviviente reveló que su padre en ningún momento se resistió.4 Un llamado telefónico anónimo a la comisaría de Panambí alertó a la Policía que en el taller de Marcial Alegre, en San Javier, se encontraban el dinero y otros elementos sustraídos de la casa de los Knack. 5 La jueza obereña Alba Kunzmann de Gauchat dictó la prisión preventiva de los tres detenidos en la causa. En la actualidad, el voluminoso expediente se encuentra en la fiscalía, para el requerimiento de elevación.Por Marcelo Galeano y Nicolás Maradona
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