EL martes a la noche, tras armar el árbol de Navidad en la plazoleta "Renacer" (avenidas Mitre y López Torres), los padres que perdieron a sus hijos encabezaron la ya tradicional suelta de globos, cada uno con un mensaje para que éste llegue hasta ese ser querido que perdieron antes de tiempo.Como cada año desde hace dos décadas, fue una actividad que convocó a numerosas familias y fue vivida con mucha emoción, amor y esperanza. “En marzo del próximo año cumpliremos 22 años de la creación de Renacer (el grupo de ayuda mutua de padres que enfrentan la muerte de su hijo) y llevamos la misma cantidad de años realizando esta suelta de globos después de prender el arbolito en la plazoleta, cada 8 de diciembre. Para nosotros es un acto de esperanza porque en cada globo va un mensajito para nuestros hijos con la ilusión que llegue hasta ellos en el cielo. Creo que prender todos juntos el árbol de Navidad es un mensaje de que se puede, como dice nuestro slogan: ‘A pesar de todo, sí a la vida’", destacó una de las mamás de Renacer, Lala Taboada. Sin jerarquíaPosiblemente es la única organización civil que no tiene organización jerárquica "somos padres que perdimos a un hijo y todos somos iguales en el grupo, aprendemos unos de los otros, no tenemos autoridades. El primer grupo Renacer nació en Río Cuarto (Córdoba) y fue una mamá de Posadas, Norma, quien se enteró de ese grupo y viajó a Córdoba para conocerlos. Norma acababa de perder a su único hijo, Andrés Cabral, en un accidente de tránsito ocurrido en la Navidad de 1993 donde fallecieron otros cuatro jóvenes. Norma regresó a Posadas y ayudó a fundar Renacer junto a otros padres. En la actualidad, hay grupos Renacer en todo el país y también trascendió las fronteras porque ya hay experiencias en Paraguay, Uruguay, Colombia, Chile, Perú y hace un tiempo vinieron padres de España para ver cómo trabajábamos y también empezaron grupo de ayuda mutua en ese país”, recordó Lala. Celebrar la vidaRenacer Posadas se reúne cada primer y tercer martes del mes, a las 21, en el Círculo de Prefectura, por San Martín y Rivadavia. Se invita a todos los padres que pasaron por experiencias similares a acercarse a las reuniones. "Al principio, se acercan más al grupo las mamás pero casi siempre, detrás de las mamás, llegan también los padres. Mi caso fue diferente, cuando perdí a mi hijo mi marido se dio cuenta que toda la familia se derrumbaba y fue él quien me dijo de las reuniones porque lo leyó en el diario. Yo estaba muy reacia de ir, pero mi marido me convenció para que fuéramos aunque sea una sola vez. Fuimos y nos hizo muy bien, hace 20 años que estamos en el grupo tratando de devolver todo lo que recibimos. Ahora estoy segura que mi hijo Roberto nos ayudó para que fuéramos a Renacer para poder salvar a su familia. Tengo dos hijas y ahora ya soy abuela", confió. Este grupo de ayuda mutua también ayudó a Lala a "recuperar un poco a ese hijo que se me fue tan rápido. Renacer me ayudó a seguir viviendo bien en homenaje a ese hijo, no sobreviviendo. Porque mi hijo fue, es y seguirá siendo lo más hermoso que nos pasó en la vida. Por los hijos (los que ya no están y los que están con nosotros) hay que hacer el esfuerzo para avanzar y continuar bien en esta vida. En Renacer siempre decimos que los padres que perdemos a un hijo pasamos a ser sus referentes, pero ¿qué referentes queremos ser? ¿de tristeza, de angustia y llanto? ¿o de amor como fueron ellos?".Por ello, estos padres apuestan a la vida, al amor y a la esperanza, "eso no quiere decir que no haya momentos para llorar, momentos de tristeza… siempre respetamos a los padres que recién llegan. Somos como los chicos que están aprendiendo a caminar, nos caemos, nos levantamos y andamos; pero con el tiempo, cada vez las caídas son menos". Las fiestas de Fin de Año no son fáciles para las familias que perdieron un ser querido "cuando se reúne toda la familia, más que nunca se nota la ausencia del que ya no está", reflexionó esta mamá en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
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